Resumen del contenido
La cosmética natural salvaguarda el medio ambiente en toda la cadena de fabricación, embalaje y reciclaje. Así, respeta en sus formulaciones la naturaleza humana al utilizar ingredientes de origen biológico y prescindir de productos procedentes de síntesis como grasas, aceites, colorantes o conservantes.
Entre estos productos, se incluyen los cosméticos. ¿Cómo no vamos a desear tratar nuestra piel, cabello, uñas y dientes con productos procedentes de la naturaleza?
Orígenes de la cosmética natural
Ya las civilizaciones antiguas, como los egipcios, utilizaban multitud de productos naturales como resinas, gomas, aceites, barro, henna o miel, para tratar la piel y el cabello. Con la aparición de grandes marcas de perfumería y cosmética (Helena Rubinstein, Elizabeth Arden, Nivea, L’Oreal, Revlon, Max Factor…), en la última década del siglo XIX, empezaron a predominar los componentes sintéticos como garantía de eficacia y glamour en detrimento de los naturales. Sin embargo, la creciente concienciación medioambiental desde los años ’90, provocó un regreso a la tendencia de cosmética ecológica. Así, surgieron marcas europeas consolidadas como Yves Rocher, Weleda, Dr.Haüscka, L’Occitane o The Body Shop.
Además, las marcas tradicionales empezaron a incorporar nuevas líneas o productos “bio”.
Cara y cruz de la cosmética natural
La principal ventaja de los cosméticos naturales, a nivel individual, es su mayor respeto por el
equilibrio natural de la piel y, como consecuencia, su mejor tolerancia y disminución de la aparición de reacciones adversas.
Sin embargo la cosmética natural presenta también inconvenientes que pueden frenar su consumo:
- Aspecto y textura menos atractivos.
- Dificultades en la coloración y conservación, sobre todo de algunos componentes muy contaminables.
- Problemas para obtener la calidad cosmética a la que está acostumbrado el público, sobre todo en productos de higiene y solares.
¿Quién garantiza que un cosmético es biológico?
Para un consumidor, es prácticamente imposible detectar si un cosmético natural es ecológico. Para garantizar la calidad de “biológico”, “natural” o “ecológico” existen los llamados Organismos Certificadores que evalúan los productos de las marcas que se lo proponen, otorgando un “sello” de calidad visible en el envase de cada producto.
Desde 1995 hasta 2008, han aparecido organismos certificadores en cada país y, en los últimos dos años, la Unión Europea ha intentado crear dos organismos integrados: NaTrue y Cosmos, que sustituyeran a los de cada país, pero de momento coexisten todos. Esta integración sería muy deseable para utilizar unos mismos criterios de evaluación en toda Europa. Sin embargo, las diferencias son tan sutiles que, desde el punto de vista del consumidor, lo más práctico es elegir productos con algún “sello” de garantía de calidad natural, biológica o ecológica.
Por otra parte, toda la industria cosmética sigue estrictas normas de respeto ambiental, con un etiquetaje de los productos que asegura un reciclaje del envase y embalaje. Por tanto, nadie debe traicionar su conciencia ambiental individual por utilizar cualquier tipo de cosmético, mientras elija uno que siga la normativa, que son la mayoría.
Recuerda que…
A pesar de utilizar cosmética natural, biológica o ecológica, es posible que nuestra piel no tolere alguno de los componentes. Para solventar este problema, y no llegar a sufrir consecuencias más graves, es fundamental acudir al médico especialista de tu Seguro de Salud MAPFRE. Te informamos de todo lo que necesites para elegir la póliza que estás buscando.
Lo que debes saber
- La cosmética natural respeta el medio ambiente utilizando únicamente productos biológicos.
- La principal ventaja de los cosméticos naturales es su mayor respeto por el equilibrio natural de la piel y su mejor tolerancia y disminución de la aparición de reacciones adversas.
- Se trata de un producto natural o biológico cuando el envase lleva un sello de calidad que lo certifica.