Técnicas de hidroterapia
Resumen del contenido
El agua es para el ser humano, igual que para el resto de seres vivos, un elemento fundamental para su existencia. El cuerpo humano está compuesto en un 75% de agua, cantidad que con el paso del tiempo y la edad va disminuyendo. A diario perdemos agua a causa de la respiración, la sudoración o la orina por lo que nos vemos obligados, para mantener unos niveles óptimos, a realizar continuos aportes del exterior, fundamentalmente por medio de bebidas y una pequeña cantidad a través de los alimentos.
Pero además, el agua tiene otros beneficios para su salud, en concreto para el bienestar físico y emocional. Desde tiempos remotos el agua ha sido utilizada con fines curativos. Existen dos maneras de obtener los beneficios terapéuticos del agua:
- Externa: Utilizando la fuerza y propiedades del agua a través de la piel
- Interna: Mediante el consumo, controlado, de aguas medicinales de especiales características, indicadas en función de sus componentes para distintas enfermedades o síntomas.
Actualmente podemos definir la hidroterapia, palabra de origen griego que significa Terapia del Agua, como aquella parte de la terapéutica física que utiliza el agua, a cualquier temperatura o estado, como elemento terapéutico para contribuir al alivio y curación de diversas sintomatologías. Actúa fundamentalmente sobre el sistema circulatorio (el agua caliente dilata los vasos sanguíneos superficiales favoreciendo la circulación, mientras que el agua a baja temperatura los contrae favoreciendo la circulación sanguínea interior) y provoca una disminución del dolor, eliminación de toxinas y residuos, aumento del oxigeno en circulación y una mayor relajación. Cuestiones todas ellas que, de una manera u otra, reportan bienestar general al individuo.
Métodos de hidroterapia
Baños
Se sumerge en el agua el cuerpo entero o una parte del mismo. El agua se puede utilizar a distintas temperaturas (fría, caliente…) dependiendo del problema a tratar, las características personales de cada individuo, la duración y otras variables a tener en cuenta por el especialista. Asimismo, en función de la técnica que se aplique existen distintas modalidades: baños de remolino, bitérmicos, de vapor…
Duchas
El cuerpo no se sumerge sino que recibe el impacto del agua fragmentado a través de varios orificios. Existen varios tipos de duchas en función de la presión que ejerce el agua sobre el cuerpo y la temperatura a que se aplica (babosa, escocesa, de lluvia…)
Chorro
El agua sale a través de un único orificio. Al igual que en el caso de las duchas existen varios tipos en función de la presión y la temperatura (de presión, sin presión, subacuáticos).
Envolturas
Se recubre el cuerpo con un tejido poroso, a distintas temperaturas o grados de humedad, para evitar la “maderación” del cuerpo. Hay distintos tipos de envolturas: húmedas o secas y frías y calientes, además de los emplastes que consisten en añadir a la envoltura, para potenciar los efectos curativos, algún tipo de barro, fango…..
¿Dónde puedo disfrutar de la hidroterapia?
Todos estos tratamientos, que tienen como base el agua en sus distintas formas y utilizaciones, se aplican en varios tipos de “establecimientos”, que deben ser controlados y reglados. Los más frecuentes y conocidos son:
- Balnearios: Instalación dedicada al reposo (normalmente incluye pernocta) y curación a través de las aguas. Fundamentalmente utilizan aguas termales y minerales e incluso están especializados, en función de las propiedades de sus aguas, por tipos de afecciones.
- Spa: (Salutem per agua-Salud a través del agua)
Son establecimientos de ocio y salud en los que, además, de tratarse sintomatologías se añaden tratamientos de tipo estético y de relajación. En la mayoría de los casos, y a diferencia de los balnearios, sus aguas carecen de propiedades minero-medicinales, utilizándose aguas de uso común. - Centros de Talasoterapia: (Terapia del mar)Se utilizan los efectos terapéuticos del agua marina (recogida en alta mar, depurada y esterilizada) y sus componentes (algas, barro, arena…) apoyados con el clima marino para potenciar los efectos benéficos.
No obstante, como todo, y a pesar de sus múltiples efectos benéficos conviene tener en cuenta que no es lo más indicado en determinadas patologías, llegando en algunos casos a ser contraproducente e incluso agravar algunas de ellas. Así, no es conveniente aplicar técnicas de hidroterapia en caso de enfermedades infectocontagiosas, micóticas, enfermedades víricas o que cursen con fiebre, pacientes terminales, estados de debilidad…. Y ciertas patologías que en todos los casos necesitan de la indicación médica pertinente para no agravar la patología de base del paciente.
Beneficios de la Hidroterapia
El agua como elemento terapéutico para contribuir al alivio y curación de diversas sintomatologías.
- Estimula el sistema inmunitario, mejorando las defensas.
- Revitaliza el organismo.
- Favorece la relajación.
- Mejora y ayuda en distintas patologías.
- Aparato locomotor
- Aparato urinario
- Aparato reproductor
- Aparato cardiovascular
- Problemas de piel
Dirección Servicios Médicos Concertados
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