Microbioma y microbiota

La microbiota es el conjunto de microorganismos que podemos encontrar en determinadas zonas del cuerpo como la piel, las mucosas o el intestino y que viven en simbiosis con los seres vivos donde se encuentran mientras. El término microbioma, por su parte, se refiere al conjunto formado por los microorganismos, sus genes y sus metabolitos.

Qué función tiene el microbioma en la piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y como capa exterior del cuerpo, con un grosor de 2 a 3 mm, funciona tanto como una barrera física como inmunológica ante lesiones e infecciones.

La piel contiene diversas especies de bacterias, hongos, ácaros y virus. El microbioma de la piel sana contribuye a reforzar la función de barrera inmunitaria que tiene la piel y protege contra potenciales organismos patógenos.

Entre las bacterias más predominantes encontramos las bacterias Gram-positivas: Staphylococcus spp., Corynebacterium spp., Enhydrobacter spp., Micrococcus spp., Cutibacterium spp., y Veillonella spp., aunque también podemos encontrar bacterias Gram-negativas.

Entre los hongos, el género Malassezia spp. se ha identificado como el género principal de hongos comensales de la piel. Los Demodex son ácaros de la familia Demodicidae y viven en áreas seborreicas de la piel, como la cara y el cabello, en los párpados y en el ala nasal.

Qué determina su composición

La temperatura y la humedad son más altas a nivel de las ingles o las axilas mientras que la temperatura es menor a nivel de las extremidades; también varía en las distintas zonas del cuerpo la densidad de las glándulas sebáceas (más numerosas en cara y cuero cabelludo) que secretan compuestos lipídicos y contribuyen a la acidificación del pH de la piel. Todas estas características determinan la composición, abundancia y distribución de especies en la superficie de la piel que puede variar dependiendo de factores:

  • Internos (edad, factores genéticos, sexo, inmunidad, hormonas, sueño, estrés, metabolismo, exfoliación natural de la piel)
  • Externos (higiene, rutina de belleza, exposición a químicos, luz solar, clima, actividad física, polución).

La transición a un estado de disbiosis, es decir, cuando existe un desequilibrio en el microbioma normal, puede ser causa de algún tipo de afección. La modificación de la microbiota de la piel puede asociarse a enfermedades dermatológicas:

  • Acné (asociado a Cutibacterium)
  • Dermatitis atópica
  • Pitiriasis versicolor asociadas a Malassezia)
  • Dermatitis seborreica
  • Blefaritis o chalazión (afecciones de los párpados)
  • Rosácea (asociadas a Demodex)
  • Psoriasis
  • Cáncer de piel
  • Vitíligo
  • Lupus eritematoso

Microbioma y cosméticos

Los cosméticos que se usan para mejorar la calidad de la piel y contra el envejecimiento pueden alterar el microbioma de la piel, especialmente cuando se utilizan regularmente o a largo plazo favoreciendo o inhibiendo el crecimiento de determinados microorganismos. El uso de productos hidratantes puede ocasionar cambios en el microbioma al usar compuestos con lípidos o disminuir el contenido de sebo en la piel mientras que el uso de cosméticos inadecuados o una aplicación incorrecta de estos pueden producir disbiosis.

Se está investigando en formulaciones que contienen prebióticos o probióticos (por ejemplo, las bacterias probióticas del género Lactobacillus) y ver cómo pueden influir en el microbioma de la piel.

Microbioma y antibióticos

El uso de antibióticos en el tratamiento de enfermedades de la piel es un procedimiento estándar. La selección correcta de un antibiótico determina el éxito del tratamiento, al tiempo que limita su impacto sobre otros microorganismos que habitan en la superficie de la piel. Como alternativa al uso de antibióticos, y aun en fase experimental, se está investigando en el trasplante de microbioma: consistiría en transferir el microbioma de la piel de un individuo sano a un área lavada y/o desinfectada de la piel de otra persona con el fin de mejorar el estado de la piel de esta última. Esto podría suponer abrir nuevas posibilidades de tratamiento de enfermedades tipo la dermatitis atópica o el mal olor axilar.

Eje piel-intestino

De la misma manera que en la piel, a nivel del intestino también existe un microbioma y el estudio de este eje piel/intestino y la relación con distintas enfermedades es un campo abierto de investigación.

Así, las alteraciones en el microbioma intestinal (influido por la dieta y el estilo de vida) podrían provocan disfunciones, como la artritis reumatoide, la psoriasis y la dermatitis atópica. La enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten también se asocian con lesiones en la piel, incluida la dermatitis herpetiforme y la psoriasis.  La dermatitis atópica y la alergia alimentaria también pueden están relacionadas.

Lo que debes saber…

  • El microbioma de la piel sana contribuye a reforzar la función de barrera inmunitaria que tiene la piel y protege contra potenciales organismos patógenos.
  • La modificación de la microbiota de la piel puede asociarse a enfermedades dermatológicas del tipo acné (asociado a Cutibacterium), dermatitis atópica y pitiriasis versicolor (asociadas a Malassezia), dermatitis seborreica, blefaritis o chalazión (afecciones de los párpados) o rosácea (asociadas a Demodex), psoriasis e incluso cáncer de piel, vitíligo o lupus eritematoso.
  • Los cosméticos que se usan para mejorar la calidad de la piel y contra el envejecimiento pueden alterar el microbioma de la piel, especialmente cuando se utilizan regularmente o a largo plazo favoreciendo o inhibiendo el crecimiento de determinados microorganismos.

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