Resumen del contenido
Si no puedes identificar tu tipo de piel, es importante que acudas a un dermatólogo, que te asesore y te indique los productos que más apropiados para ti.
Pero el cuidado de la piel no sólo guarda relación con el tipo de piel que tengamos y las cremas que utilicemos. Conozcamos que tipos de pieles son las más comunes.
Piel Seca
Piel de aspecto opaco y rugoso con tendencia a descamarse. Tiende a arrugarse más fácilmente que el de la piel grasa.
El sol, el aire y la contaminación contribuyen a que se agraven estos efectos. La piel seca, es la que más cuidados necesita. Por la mañana sería preciso tratar esta piel con una crema hidratante así como una crema nutritiva por la noche.
Piel sensible
Esta piel es delicada, ligeramente seca que se irrita fácilmente y propensa a reacciones alérgicas por cosméticos, perfumes o detergentes. Los cambios atmosféricos y climáticos y los cosméticos no apropiados pueden causar irritación, dejando la piel rojiza y a veces con visibles vasos sanguíneos.
Piel normal
Esta piel tiene una textura suave, no tiene espinillas ni poros abiertos. No presenta áreas grasosas o resecas. Las personas con este tipo de piel solo necesitan un régimen básico de belleza para mantener el balance natural. Pero sin cuidarse la piel y sin una alimentación adecuada la belleza de esta piel no dura por largo tiempo.
Piel Mixta
Debido a que en este tipo de pieles existe una zona seca y otra más bien grasa, es preciso efectuar una rutina de cuidados que tenga en cuenta ambos aspectos: hidratar la zona seca y reducir la secreción sebácea en la zona grasa.
Piel grasa
Esta piel se caracteriza por una sobre producción de sebo y aceites lo que resulta en espinillas, poros abiertos, puntos negros y barros. La piel grasa es especialmente común durante la adolescencia cuando los cambios hormonales promueven esta sobreproducción.
La ventaja de esta piel es que se mantiene joven por mas tiempo.
Esta piel requiere cuidados especiales con limpiadoras, lociones y cremas adaptadas a este tipo de piel y que impidan la acumulación de impurezas.