Para que la práctica de cualquiera de ellas resulte segura y placentera es conveniente seguir una serie de consejos. Toma nota.

¿Cómo vestirse?

Si es época de calor, conviene vestirse con ropa de algodón que sea fresca y que no impida la sudoración. También es necesario cubrirse la cabeza con gorra, gorro o pañuelo evitando que los rayos solares den directamente en la zona de la cabeza y protegiéndonos al máximo de la temida insolación.

Casos especiales serían las actividades acuáticas, donde los factores a considerar, aun siendo los mismos que en actividades generales, provocan que las prendas tengan unas características específicas. Hoy en día existen materiales que permiten estar muy cómodos y a su vez conseguir no pasar frío. Al igual que la gorra, en el agua el gorro también es una prenda a valorar: en ambientes cálidos se aconsejan los de látex mientras que si hace más frío es mejor utilizar uno de silicona.

¿Y calzarse?

Este apartado merecería un tema aparte ya que es un tema muy amplio y con muchas variables a considerar. De forma genérica las principales serían:

 

  • Tipo de actividad a practicar.
  • Anatomía individual.
  • Edad del deportista.
  • Superficie por la que se desarrollará.
  • Condiciones climatológicas.
  • Lesiones o problemas de salud que puedan existir.

¿Qué complementos utilizar?

Es evidente que según la actividad escogida hay múltiples posibilidades, mencionaremos algunos:

  • Casco: es obligatorio en deportes de motor y más que recomendado en deportes como el esquí, patinaje, ciclismo o para jinetes/amazonas. Sobre todo es importante que lo utilicen los más pequeños para quienes, si lo incorporamos como hábito, con el tiempo será un elemento de uso común.
  • Gafas: de sol o para el agua. Para las de sol hay que informarse del filtro que llevan ya que las variables climatológicas y el entorno aconsejan diferentes niveles de protección.
Filtro Absorción Recomendación
0 0 a 20% Días de poca luminosidad, nublados.
1 20 a 60% Días de luminosidad media.
2 60 a 80% Días soleados de final de otoño, invireno y principio de primavera.
3 80 a 90% Días muy soleados, actividades al aire libre. Es la más habitual.
4 90 a 90% Nieve, altitudes superiores a 3000 m. No apto para conducción.

Cuando pensamos en las de agua debemos escoger unas que nos vayan a la medida adecuada, que no nos aprieten pero que no permitan la entrada de agua. Las hay con cristal más o menos oscuro según sea el tipo agua donde se nada. Además las podemos encontrar con filtro al igual que las de sol o hipoalergénicas.

¿Qué comer y beber?

Estar correctamente hidratado es importantísimocuando uno hace ejercicio, pero más si lo hacemos al aire libre y en verano. La exposición solar directa hace que nuestra temperatura corporal se eleve más. La termorregulación corporal es fundamental para no sufrir “golpe de calor” o deshidratarse. Así pues cuando salgas lleva siempre encima un botellín con agua o bebidas deportivas para poder reponer la pérdida de líquido y de electrolitos. La frecuencia o la cantidad de líquido que debes beber varían en función de la intensidad y duración del ejercicio. A mayor intensidad, más reposición. En general se aconseja beber 2-3 vasos de agua (500 ml/750 ml) cada hora durante el ejercicio.

Si te ejercitas en invierno también la hidratación es un  factor a tener presente. El metabolismo aumenta para mantener la temperatura corporal y vía respiración también perdemos agua.

Pero no olvides que tan importante es beber durante el ejercicio como antes o después.

En cuanto a la comida, depende de la temperatura. Si hace frío consume hidratos de carbono, por  ejemplo en forma de pasta, patatas, pan, cereales… Y mejor si están calientes.

Si la temperatura es fresca consume frutas, verduras o, por qué no, pasta pero más bien en forma de ensaladas, a temperatura ambiente.

Beneficios de la práctica al aire libre

En la actualidad el 75% de la población europea vive su día a día alejado de la naturaleza y por tanto de los amplios beneficios que nos aporta.

Es básico para nuestro organismo el contacto con los rayos solares y otros elementos de la naturaleza como los árboles, el agua… En general, aparece una sensación de placer y bienestar y disminuyen los niveles de estrés propios de nuestra rutina diaria.

Hay que destacar los efectos positivos de la exposición al solar, siempre y cuando sea de manera controlada y segura. Los rayos son indispensables para una correcta producción de vitamina D, básica para el metabolismo del calcio y fósforo ya que facilita su depósito en los huesos.

Además, existe evidencia de que el sol aumenta la actividad de las células del sistema inmune y neuromuscular. Y qienes disfrutan de baños de sol suelen descansar mejor y ello es debido a la producción de serotnonina, un neurotransmisor que interviene en la regulación del sueño.

Nuestra geografía nos ofrece muchas posibilidades y opciones, sólo hace falta valorar cual es nuestra formal física y escoger qué tipo de actividad nos apetece practicar… Después, ¡sólo quedará disfrutar!

LO QUE DEBES SABER…
  • El contacto con el aire, el sol, la naturaleza… ya es de por sí beneficioso.
  • Protegerse del sol en los deportes al aire libre es básico.
  • Escoger la ropa y material más adecuado evitará riesgos innecesarios.