El impacto es una de las características asociadas al movimiento. Al desplazarnos, saltar o al practicar yoga nuestras extremidades tienen contacto con el suelo, lo que activa una serie de estímulos que fortalecerán nuestros huesos y articulaciones, además de proveer al organismo de diferentes beneficios a nivel cardiovascular o metabólico.

Las actividades de impacto se pueden dividir, de forma general, en actividades de bajo impacto y en actividades de alto impacto, en función de si un pie, como mínimo, está tocando el suelo (en las de bajo impacto) y de la carga que tienen que soportar las articulaciones durante su práctica. Es precisamente esta carga la que determina que puedan recomendarse uno u otros deportes según las características y/o necesidades de cada individuo, ya que las de alto impacto, por ejemplo, pueden aumentar el riesgo de lesión si existe una patología o lesión de base.

Actividades de bajo impacto

Las actividades de bajo impacto en principio, pueden practicarlas la población general. Caminar sería el ejemplo más fácil. Al andar movilizamos nuestro cuerpo y, por tanto, activamos una serie de mecanismos que nos permitirán movernos en condiciones. Necesitamos que nuestro corazón bombee más sangre, que nuestras articulaciones sean estables y que nuestros músculos permitan levantar las piernas para desplazarnos. Con el movimiento de caminar la fuerza de impacto sobre las articulaciones es baja, es decir, como la pierna al andar no se eleva de manera excesiva del suelo, al apoyarlo de nuevo la carga no es alta pero suficiente para un mínimo impacto.  Actividades como el taichí o el yoga podrían ser otras opciones para aquellas personas a las que se les recomiende este tipo de actividad.

Las actividades de bajo impacto no sólo se recomiendan a personas que se inician en la práctica deportiva o que tienen alguna patología que les impide realizar actividades más exigentes, sino que son ideales para quien sufre una lesión y se está recuperando, readaptando de nuevo antes de volver a su rutina deportiva habitual. Quien más agradece incorporar este tipo de ejercicios son las articulaciones, a las que se les da descanso y se permite que, entrenado otras zonas del organismo, se conserve la forma física mientras éstas se protegen.

Actividades de alto impacto

En lo referente a las actividades de alto impacto, es fácil deducir que serán todas aquellas en las que existe una mayor exigencia para las articulaciones. La carga que soportan es elevada, engeneral, porque hay impactos que pueden ser continuos, secuenciales o irregulares, pero siempre controlados, es decir, forman parte de una actividad y no de un traumatismo o accidente deportivo. Todos aquellos deportes que impliquen carrera, saltos o cambios de dirección forman parte de esta lista.

Por otro lado, cabe destacar que el impacto dependerá de diversos factores, entre ellos la superficie en la que se practica el ejercicio, el calzado que se utiliza, la altura desde la que se apoya el pie en el suelo y el peso del deportista. No es lo mismo correr sobre asfalto que sobre hierba, ya que las articulaciones sufrirán más en el primer caso. Lo mismo ocurre según el tipo de calzado, siendo imprescindible proteger las articulaciones con unas zapatillas que ofrezcan una adecuada amortiguación, según las necesidades y características individuales y del deporte practicado.

Los deportes de alto impacto ofrecen grandes beneficios a nivel óseo, siendo una de las herramientas más recomendadas para mejorar la densidad mineral ósea. Son muchos los estudios que afirman que someter a la estructura ósea a cargas controladas y regulares, ofrece resultados positivos a nivel de la fijación de minerales en los huesos. Sin embargo, antes de iniciar una rutina que incluya estas cargas es esencial conocer el estado de salud, y de este modo evitar complicaciones posteriores.

Lo que debes saber…
  • Las actividades de alto impacto pueden aumentar el riesgo de lesión si existe una patología o lesión de base.
  • Las de bajo impacto se aconsejan a quienes se inician en el deporte, tienen patologías que les impiden realizar otras más exigentes, o se están recuperando de una lesión.
  • Los deportes de alto impacto, realizados de forma controlada, ofrecen grandes beneficios a nivel óseo, siendo una de las herramientas más recomendadas para mejorar la densidad mineral ósea.