Elemento esencial: el sentido común

Retomando el tema del “sentido común” podríamos considerarlo el “producto” más básico a formar parte de este botiquín. Si cada individuo es consciente de sus límites, llegar a sufrir algún revés es más improbable. Por este motivo, vale la pena tener claro qué es lo que cada uno puede o no puede hacer en sus circunstancias.

Material básico

Dependiendo del tipo de deporte que se practique o el lugar, las necesidades pueden ser muy dispares. Sin embargo, hay elementos que pueden ser útiles en todas las circunstancias. Es bastante habitual sufrir algún rasguño o hacerse una herida de menor o mayor consideración. Así pues, el material para curas es esencial:

  • Productos antisépticos: líquido, gel o alcohol para poder limpiar bien la herida sin necesidad de buscar agua y jabón. Actualmente existen geles ya preparados que permiten limpiar la zona afectada y dejarla preparada para el siguiente paso que dependerá del grado de afectación. De todos modos, si se dispone de suero fisiológico, un buen chorro para limpiar la herida y arrastrar suciedad, es de agradecer.
  • Tiritas, gasas, vendas y material de fijación (esparadrapo): una herida debe quedar cubierta pare evitar una posible infección o bien para parar el sangrado si existe. Debe evitarse el algodón para limpiar ya que pueden quedar filamentos. No hay que olvidar acompañar este material con unas tijeras ya que no siempre se puede cortar fácilmente el material y ello puede complicar un hecho sencillo.
  • Material para inmovilizar: cuando la herida es de mayor consideración puede llegar a ser necesario inmovilizar la zona. Hay varias opciones: para el nivel más básico, las férulas maleables de metal permiten dejar fijado un dedo o una pequeña articulación; si la zona lesionada es de mayor importancia, un cabestrillo (sea con un pañuelo o bien de los que se venden en tiendas especializadas o farmacias) puede sacar al paciente de un apuro de manera momentánea. Además, incorporar hielo ayuda a detener la inflamación que suele acompañar a esta circunstancia. Existen bolsas o cremas que hasta que no se usan mantienen sus características antiinflamatorias.
  • Medicación: en caso de tener unas necesidades especiales por temas vinculados al estado de salud, debe incluirse la medicación específica en el botiquín además de la medicación genérica basada en antiinflamatorios (crema, aerosoles o pastillas), antihistamínicos (cremas o pastillas) y antiálgicos para el dolor.

Maniobras de emergencia

Además de lo que sería el propio botiquín existen una serie de maniobras que si bien debe realizarlas quien conozca exactamente cómo llevarlas a cabo, no está de más repasar:

  • Maniobra de Heimlich: si se sufre un ahogo se aprieta al individuo por debajo de la punta del esternón, en el pecho, para crear una presión positiva e intentar sacar al exterior el elemento que ha producido ese ahogo.
  • Maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP): consiste en valorar el estado de la situación y evitar peligros tanto para el que reanima como para el accidentado; intentar conocer el estado de conciencia del individuo; pedir ayuda; y colocar al accidentado en posición adecuada, bien de lado, bien estirado mirando hacia arribar en función del estado de salud. Si se conoce la maniobra de RCP y es adecuado a la situación, empezar lo antes posible.

Lo que debes saber…

  • El “sentido común” es el “producto” más básico que debe formar parte de un botiquín.
  • Material básico para el botiquín: productos antisépticos para limpiar la herida, tiritas y gasas para cubrirla y evitar una posible infección, y material para inmovilizar la zona si es necesario.
  • En caso de tener necesidades especiales por temas vinculados al estado de salud, debe incluirse la medicación específica en el botiquín.

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