Si bien la preparación previa a la maratón incluye una serie de premisas en cuanto a la aplicación de hábitos saludables (dieta adecuada, descanso nocturno, horas de entrenamiento en los días previos…), puede ocurrir que, llegado el día, nos levantemos indispuestos.

Cualquier eventualidad puede modificar el resultado la maratón. Y justo ahora no podemos permitirnos bajar el ritmo, pues nuestro objetivo es mantener los valores registrados en los últimos días de entrenamiento, o incluso, mejorarlos.

¿Cuáles son las indisposiciones más frecuentes que podemos presentar?

 No es algo que sucede sólo ante una prueba deportiva como ésta, sino que puede acontecer ante otras situaciones estresantes tales como el día de nuestra boda, de un examen, de una ponencia… Podemos mencionar varios síntomas secundarios o no al estrés, pero los más incómodos serían, por ejemplo, una diarrea, un cuadro de náuseas o vómitos, una menstruación horrible, un síndrome miccional o una migraña severa.

La diarrea del corredor

Se caracteriza por unas deposiciones frecuentes de consistencia blanda y de causa no infecciosa, generalmente atribuible al contexto de la maratón. Dado que la aparición de la diarrea es incierta e inesperada, en ocasiones se opta por realizar una dieta profiláctica para prevenirla y consistente en seleccionar lo que comemos de forma cuidadosa, evitando, por ejemplo, la comida flatulenta (como las legumbres y determinadas frutas y verduras: alcachofas, col, coliflor, brócoli, coles de Bruselas, ciruelas o arándanos). Evitaremos también la ingesta de cafeína y comida rica en fibra, grasa y proteína el día de la maratón. Desayunaremos de forma liviana y antes de dos horas de su inicio. Nos aseguraremos el aporte hídrico durante la carrera.

Recuerda que la ropa ajustada y las situaciones extremas (como calor intenso, deshidratación o cansancio) pueden favorecer el malestar abdominal y generarnos un dolor cólico o unas deposiciones frecuentes y líquidas.

Si el día de la carrera nos levantamos con sensación nauseosa, hiperacidez e incluso vómitos debemos tratar estos síntomas que pudieran impedirnos la maratón. Determinados fármacos como los antiácidos y/o los probióticos podrían ayudarnos a minimizar estos síntomas.

Ante cualquier referente a salud del deportista es importante contar con la recomendación de un especialista. Si eres socio de Club MAPFRE, cuentas de manera gratuita, con un equipo de expertos en diferentes especialidades médicas. Por lo que si estás pensando en hacer una maratón y ese día te sientes indispuesto lo más recomendable es que lo consultes con un médico deportivo, de esta manera, podrá asesorarte personalmente, por mail, videollamada o en persona y evitarás riesgos innecesarios.

 

Descompensaciones de enfermedades crónicas correctamente tratadas

Es otra de las indisposiciones más habituales. Por ejemplo, una diabetes mellitus o un asma. Puede ocurrir que el día de la maratón el corredor presente unos valores de glucemia alterados o presente una crisis asmática sin ningún desencadenante. Estas situaciones están claramente influidas por el cortisol, la hormona asociada más estrechamente al estrés. Si eres diabético y te tratas con insulina controla muy bien tu nivel de glucemia la mañana de la maratón. Si eres asmático no dudes en administrarte una inhalación del broncodilatador si tus síntomas de asma se manifiestan.

Menstruación

Asimismo, si eres mujer, puedes recibir una visita inesperada el día de la carrera. El estrés puede desencadenar una menstruación, aunque no corresponda por calendario. Se debe a oscilaciones hormonales y pueden afectar al rendimiento deportivo. Si bien el ejercicio puede liberar endorfinas que alivian los síntomas menstruales también puede ocurrir que los síntomas sean tan intensos que nos imposibiliten la realización de la actividad deportiva siendo necesario, en algunos casos, el uso de analgésicos y el reposo.

Por supuesto, la intensidad de los síntomas y el tipo de síntomas van a marcarnos el día clave. Es muy diferente una leve cefalea por los nervios de la maratón que unos síntomas compatibles con una cistitis o una bronquitis. Un cuadro infeccioso es muy posible que nos limite para la actividad física mientras que un cuadro de ansiedad autolimitada es lo más normal del mundo cuando nos enfrentamos a una situación estresante para la que nos hemos estado preparando durante meses y en la que nos jugamos todo nuestro esfuerzo acumulado en poco tiempo.

Durante la carrera debes observarte y tener presentes algunos síntomas que pueden suponer una alerta. No es lo mismo notar un dolor muscular por fatiga que un dolor torácico opresivo por el esfuerzo. No dudes en pararte si sufres un síntoma nuevo que te impide continuar con tu ritmo. Puede tratarse de un susto, pero te quedarás tranquilo si el médico te valora y descarta patología relevante. La mejor maratón es la carrera de la vida.

Con el Seguro de MAPFRE Salud podrás consultar con un equipo de profesionales todas las dudas relacionadas con la salud.

CALCULA TU PRECIO