Resumen del contenido
Claro está que el deporte rey de la estación invernal es el esquí, así que empecemos por él…
Antes de ir a esquiar
Son muchos los que esperan las primeras nevadas para colocarse las botas y disfrutar de los primeros descensos. Sin embargo, no es nada recomendable estar un año parado y reincorporarse al esquí sin haber hecho un mantenimiento durante el resto del año. El esquí es un deporte exigente y el cuerpo necesita una mínima condición física para poder aguantar las largas jornadas, un buen fondo físico y un tono muscular adecuado. En este sentido, puede ser de gran utilidad seguir rutinas de entrenamiento en el gimnasio para trabajar los músculos (especialmente los de las piernas), fortalecerlos y estirarlos para que, además de fuertes, sean flexibles. Del mismo modo, la natación es un gran complemento para el esquiador.
Reglas de seguridad
El esquí no tiene edad: desde los más pequeños de la familia hasta los más mayores que presenten una buena condición física pueden esquiar sin dificultad. Sin embargo, las caídas son muy traicioneras y no es lo mismo caerse con 6 que con 60 años. En este sentido, es esencial tener ciertas precauciones y esquiar con seguridad. Para ello, conviene usar un material adecuado que incluya el casco nada más empezar la jornada de esquí.
Otras actividades en la nieve
Aunque tenga varias modalidades (de fondo, en tabla, con esquís tradicionales…), no todo es esquí en el deporte de invierno; hay otras muchas actividades que se pueden practicar en esta época del año.
- Raquetas de nieve: en España aún son poco habituales pero hace ya tiempo que se practican de manera más masiva en países acostumbrados a la nieve. Se trata de un ejercicio cardiosaludable ya que el corazón obtiene grandes beneficios de la caminata que, además, suele hacerse en función de la capacidad y de las limitaciones de cada uno. Por último, permite disfrutar de los paisajes que habitualmente no son de acceso fácil.
- Airboarding: es una manera más arriesgada de deslizarse por pendientes nevadas que eleva la adrenalina al máximo. Sólo se necesita un elemento inflable, parecido a una colchoneta gruesa, sobre la que se estira el atrevido deportista y se deja llevar. Es un deporte extremo que necesita una buena condición física (sobre todo muscular ya que los movimientos los controla el cuerpo), agilidad, buenos reflejos y un corazón a prueba de sobresaltos.
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Lo que debes saber…
- La natación o las rutinas de entrenamiento en el gimnasio ayudarán a trabajar los músculos de las piernas, preparando el cuerpo para poder aguantar las largas jornadas de esquí.
- Las caminatas con raquetas de nieve son un ejercicio cardiosaludable considerado también deporte de invierno que aporta grandes beneficios al corazón.
- El airboarding es una manera más arriesgada de deslizarse por pendientes nevadas que eleva la adrenalina al máximo.