En general, el tiempo que se tiene para nadar, correr o jugar un partido de voleibol suele estar ligado al reloj y al inexorable paso de las agujas, por los pocos y preciados minutos de los que se dispone. Es por ello que se suele priorizar y se le otorgan más minutos a la práctica deportiva en sí, que a la previa, que sería el calentamiento en el deporte. Pero ¿por qué el calentamiento debería ser parte indiscutible de la actividad habitual y no “un extra”?
En el momento en el que el organismo empieza a ejercitarse la demanda física aumenta, no sólo a nivel de la respuesta muscular sino también cardiovascular o respiratoria. Se suele pasar de un estado en el que se requiere poca o mínima exigencia a una exigencia mayor y, por tanto, lo adecuado sería permitir que el cuerpo se adaptara a las necesidades fisiológicas que vendrán a posteriori.
Además, hay que tener presente que cada deporte tiene sus propias características y, por tanto, el calentamiento también debe tener en cuenta los movimientos y patrones específicos. No es lo mismo el movimiento que va a hacer el brazo de un tenista o el de un futbolista o el de la espalda de un golfista y el de un ciclista.
Cómo llevarlo a cabo el calentamiento en el deporte
De manera genérica, hay que iniciarse moviendo el cuerpo con desplazamientos suaves y sencillos con poca carga, pero en los que se pueden ya movilizar las articulaciones y extremidades que más tarde se van a usar de manera más concreta. En ese momento, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca van aumentando y de la misma manera existe una redistribución del flujo sanguíneo, hacía los grupos musculares solicitados.
Por otro lado, no hay que olvidarse de la respiración, al ser un acto involuntario damos por supuesto que se va a realizar correctamente pero no siempre es así incluso durante la práctica deportiva, la respiración es una de las acciones más olvidadas. Ser consciente ayuda a trabajar la musculatura intercostal, diafragma y la caja torácica para facilitar un ciclo respiratorio adecuado.
¿Y los estiramientos?
Complementario a los movimientos, a todos nos vienen a la mente los famosos estiramientos.
Este es un tema en el que hay diferentes posicionamientos, pues hay quien los recomienda y hay quien huye de ellos. Llegados a este punto hay que decir que mucha de la polémica se haya no en el hecho de realizar estiramientos, sino en el tipo de estiramientos a realizar.
- Existen los de tipo estático, en los que se suele mantener la posición durante unos segundos soportando una tensión fija en el cuerpo muscular. Estos no suelen ser los que más se aconsejan.
- Los de tipo dinámico en los que se trabaja todo el rango de movimiento son una muy buena opción. Los grandes grupos musculares son unos de los grandes beneficiados de este tipo de estiramientos, reduciendo las limitaciones iniciales que se puede tener al empezar una actividad deportiva.
Realizar un buen calentamiento no sólo va a permitir empezar en mejores condiciones el deporte que se vaya a practicar, sino que además se reduce el riesgo de lesiones. Cuando el músculo se “calienta”, se mejora la capacidad intrínseca de elasticidad y flexibilidad y, por tanto, hay menor riesgo de lesión. Será pues una buena inversión, dedicar unos minutos a calentar previo al inicio de la actividad para no solo aumentar el rendimiento sino evitar lesiones.
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- Realizar un buen calentamiento no sólo va a permitir empezar en mejores condiciones el deporte que se vaya a practicar, sino que además se reduce el riesgo de lesiones.
- Hay que iniciarse moviendo el cuerpo con desplazamientos suaves y sencillos con poca carga, pero en los que se movilicen las articulaciones y extremidades que luego se utilizarán.
- Los estiramientos de tipo dinámico también se aconsejan como complemento al calentamiento.