Resumen del contenido
La piel bajo control
La radiación solar causa quemaduras cutáneas y puede producir cáncer de piel. La mejor recomendación es aplicar factor de protección solar en las zonas expuestas unos 20 o 30 minutos antes de salir al exterior. Si se va a la piscina o a la playa hay que aplicar el protector solar cada vez que se sale del agua o bien cada dos horas. En el mercado hay tejidos que protegen del sol (tanto para realizar deporte como para bañarse), son una buena solución para proteger la piel.
Evitar las horas de máxima radiación
Es fundamental para evitar las quemaduras solares. Lo ideal es ir a la playa o la piscina antes de las 12 am y después de las 16 pm.
El golpe de calor
La exposición continuada al sol, sobre todo en las horas de mayor incidencia de radiación, puede elevar la temperatura del cuerpo causando daños a nuestro organismo. Puede ser algo leve o bien tan importante que requiera ingreso hospitalario. Los síntomas son: confusión, respiración acelerada, sudoración y taquicardia. Se debe acudir de inmediato a un centro de urgencias. Para evitarlo, nuestros hijos deben realizar actividades al aire libre evitando el mediodía, cubrir sus cabezas con gorras y beber agua de manera continua.
Intoxicación alimentaria
En verano es fundamental manipular con cuidado los alimentos y mantener una correcta refrigeración de los mismos, sobre todo en los realizados con huevo crudo como las mayonesas o las carnes y pescados crudos como carpaccios y tartars. Si salimos de picnic con nuestros hijos es mejor llevar mayonesa y potitos de fruta envasados (en el caso de los bebés que coman fruta) y nevera para transportarlo todo.
Picaduras de insecto
Los insectos son la pesadilla de muchos papás… Una manera de combatirlos es evitar zonas con agua encharcada en casa o jardines. Cubrir las partes expuestas o bien utilizar en la ropa parches de citronella puede ser de utilidad. En mayores de dos años se pueden aplicar unas gotas de aceite del árbol del té en muñecas, tobillos y sienes.
Piscinas y playa
Una de las causas de accidente más frecuentes y con graves consecuencias es el ahogamiento. Nunca hay que dejar a otros niños a cargo de los más pequeños. Siempre hay que vigilarlos cuando están en la piscina o en la playa, aunque lleven elementos de flotación, como burbujas, manguitos o flotador. En estos casos, la vida del niño depende de unos minutos. Una buena manera de prevención, aparte de la vigilancia, es enseñar a los niños a nadar y a flotar en el agua lo antes posible.
Prevenir la deshidratación
Con el calor los niños sudan y pierden muchísimos líquidos. Es muy importante ir ofreciéndoles agua y llevar siempre botellas o cantimploras. Las bebidas azucaradas o gaseosas no hidratan tanto como el agua y aportan muchísimos azúcares.
Planificar los viajes
Planificar el viaje, con paradas para descansar, ir al baño o comer y beber. Poner al niño el tipo de asiento de seguridad que le toca por edad y revisar el auto antes de realizar el viaje, son medidas de seguridad imprescindibles.
La salud no se va de vacaciones
Ante determinados síntomas es importante contar con el consejo de un pediatra que nos atienda cuando lo necesitemos, a cualquier hora del día o de la noche. El Seguro de MAPFRE Salud incluye coberturas como orientación médica 24 horas, ayuda personalizada a domicilio o asistencia médica especializada.
Lo que debes saber…
- Quemaduras solares, golpe de calor y deshidratación son consecuencias de la exposición inadecuada al sol que debemos controlar.
- Las intoxicaciones alimentarias en verano son más frecuentes debido al calor, por lo que hay que extremar las precauciones al preparar y manipular los alimentos de los más pequeños.