Sin ir más lejos, España es en la actualidad el segundo país europeo tras el Reino Unido en prevalencia de obesidad: el 17% de españoles sufre obesidad mientras que el 53,7% tiene sobrepeso. Estas cifras son realmente preocupantes ya que significa que más de la mitad de la población presenta problemas de peso, que no solo afectan a un tema estético y de apariencia, sino que son un grave problema de salud y más teniendo en cuenta que las cifras en la población infantil son igual de preocupantes. Siendo España un país en el que la dieta mediterránea es parte de nuestra cultura, es complicado entender que esté a la cabeza de este ranking tan poco saludable.Lo que seguro no ayuda es el hecho de que solo el 46,2% de los españoles practique actividad física al menos una vez a la semana. Es de sobra conocido que la actividad física es una fuente de beneficios para la salud, y el control de peso es uno de los factores en los que incide el ser una persona activa.

Controlar la obesidad con actividad física

Concienciar a la población de los riesgos de esta patología es una actuación necesaria, pero hay que ofrecer también información y herramientas. Empezar por desplazarse caminando al trabajo, la escuela o a hacer las gestiones diarias, bajar del autobús o del metro un poco antes o subir/bajar por las escaleras son maneras de empezar a incorporar hábitos saludables que ayudarán a prevenir la obesidad. Es evidente que solo con ello no se rebajarán los kilos necesarios, pero por algo se empieza, y se trata de conseguir esa regularidad que ayude a aumentar el gasto calórico, elemento imprescindible y necesario para la pérdida de peso. Si existe un factor importante en rutinas y consejos para perder peso es conocer las características del individuo. Es básica una adherencia al programa, pues servirá de nada decirle a alguien que vaya a la piscina o al gimnasio si no tiene acceso a ello. La adherencia es uno de los factores esenciales, y para ello hay que hablar con cada persona en particular y ofrecerle opciones.

¿Qué actividad física es mejor para personas obesas?

En el caso de personas obesas, una rutina debe incluir ejercicio tanto de tipo aeróbico como de trabajo de fuerza. De inicio, la recomendación serían rutinas de 30-60 minutos diarios de ejercicio de tipo aeróbico (caminar, bicicleta, elíptica o nadar). Hay que ir con cuidado con aquellas actividades en las que hay impacto como puede ser correr ya que las articulaciones van a recibir un exceso de carga que puede perjudicarlas en exceso. Es más adecuado andar a un ritmo alto que correr, ya que se estará realizando un consumo calórico que, según algunos estudios, es parecido a la carrera pero con menor riesgo. Si no se es capaz de conseguir mantener sesiones de 30-60 estas se pueden dividir en fracciones de 10 minutos inicialmente para ir aumentando de manera progresiva.

Además de este tipo de ejercicios se recomienda añadir en la rutina trabajo de fuerza. Los ejercicios se pueden hacer tanto en casa como en el gimnasio, pues se trata tonificar los grandes grupos musculares. Dos o tres sesiones a la semana en las que se trabajen 8-10 repeticiones, siempre conociendo cuáles son las posiciones y técnicas adecuadas para no sufrir lesiones. De esta forma, no solo se mejora el tono y la fuerza muscular, sino que se puede aumentar también el metabolismo basal.

Todo ello debe ir siempre acompañado de una dieta adecuada y adaptada a las necesidades individuales.

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