Descansar bien es imprescindible para gozar de un buen estado físico y mental. La acción de dormir resultará más reparadora si seguimos horarios regulares de sueño, evitamos las sustancias excitantes a partir de las cuatro de la tarde (café, cola…), el dormitorio está aislado de ruidos y luces y aparcamos las preocupaciones. En efecto, para lograr un descanso reparador es importante que el ambiente de nuestro dormitorio sea agradable, tranquilo y favorezca el descanso.

Para ello procuraremos que…

      • Esté bien ventilado, y completamente aislado del trabajo, las preocupaciones y el ruido exterior.
      • La temperatura se mantenga a unos 22ºC, ya que demasiado frío o calor puede alterar nuestro descanso. En invierno, la calefacción se ha de bajar al mínimo para evitar que el ambiente se reseque. Un nivel óptimo de humedad se consigue colocando un humidificador en la habitación o algún recipiente con agua. También deben evitarse las plantas y flores frescas que absorben el oxígeno y pueden provocar alergias, así como la moqueta y los tejidos sintéticos que absorben el polvo.
      • El somier y el colchón han de ser de calidad pues deben dar soporte al cuerpo sin dejar que se hunda. El colchón debe ser firme y recto y suficientemente mullido para que se adapte a las curvas de la columna. Un colchón demasiado duro es tan perjudicial como uno demasiado blando, en el que la columna flota sin la debida sujeción. En cuanto a la ropa de cama, mejor que sea de algodón, por ser un tejido que deja transpirar.
      • En cuanto a la almohada, se aconseja dormir con almohada y elegirla más bien baja y no demasiado blanda para que mantenga la cabeza en línea con el cuello (si sueles dormir de costado, elige una almohada un poco más gruesa).

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