Este desajuste puede tener consecuencias graves para la salud, especialmente si no se toman las precauciones adecuadas. En lugares donde se experimentan tanto olas de calor intenso en verano como fríos extremos durante el invierno, es fundamental conocer cómo prevenir y manejar el estrés térmico.

¿Qué puede pasar?

El cuerpo humano necesita mantener una temperatura interna alrededor de los 37°C para funcionar correctamente. Cuando las condiciones ambientales dificultan esta regulación, se produce lo que conocemos como estrés térmico. Este estado pone a prueba los mecanismos de defensa del cuerpo, como la sudoración para disipar el calor o los temblores para generar calor en situaciones de frío.

Si estos mecanismos no son suficientes, pueden surgir problemas de salud que van desde el agotamiento hasta situaciones potencialmente mortales como el golpe de calor o la hipotermia.

¿Qué provoca el estrés térmico?

El estrés térmico puede estar causado por una combinación de factores externos e internos:

Factores externos

  • Clima: las altas temperaturas en verano, especialmente durante olas de calor, o las bajas temperaturas invernales, son causas comunes. En España, regiones como Andalucía pueden experimentar temperaturas extremas en verano, mientras que áreas de montaña como los Pirineos o Sierra Nevada pueden registrar temperaturas muy bajas en invierno.

  • Vestimenta: utilizar ropa inapropiada para el clima puede agravar el estrés térmico. Abrigarse mucho en verano o no suficientemente en invierno aumenta el riesgo.

  • Actividad física: realizar actividades físicas intensas en condiciones extremas incrementa la producción de calor en el cuerpo, lo que puede llevar a un colapso si no se toman medidas.

Factores internos

  • Edad: los niños pequeños y las personas mayores son más vulnerables porque sus cuerpos no regulan la temperatura de manera tan eficiente.

  • Estado de salud: condiciones preexistentes como enfermedades cardíacas, respiratorias, o la deshidratación agravan el riesgo.

  • Adaptación al clima: las personas no acostumbradas a climas extremos son más susceptibles al estrés térmico.

Diferencias entre estrés térmico por calor y por frío

Estrés térmico por calor

El cuerpo humano regula su temperatura mediante la sudoración y la dilatación de los vasos sanguíneos cerca de la superficie de la piel para liberar calor. Sin embargo, en condiciones de calor extremo, estos mecanismos pueden fallar.

  • ntomas comunes:

    • Agotamiento por calor: mareo, fatiga, debilidad y sudoración excesiva. Es una señal de que el cuerpo está luchando para mantener la temperatura.

    • Golpe de calor: es la forma más grave de estrés térmico por calor, y ocurre cuando la temperatura corporal supera los 40°C. Los síntomas incluyen confusión, piel caliente y seca (ya que la sudoración puede detenerse), convulsiones y pérdida del conocimiento. Esta es una emergencia médica que requiere atención inmediata.

Estrés térmico por frío

Cuando se expone al frío, el cuerpo contrae los vasos sanguíneos de la piel para conservar el calor en los órganos vitales. Además, se producen temblores para generar calor.

  • ntomas comunes:

    • Hipotermia: ocurre cuando la temperatura corporal cae por debajo de los 35°C. Los síntomas incluyen temblores incontrolables, confusión, dificultad para hablar y pérdida de coordinación. Si no se trata, la hipotermia puede ser mortal.

    • Congelación: es la congelación de los tejidos del cuerpo, generalmente en extremidades como dedos de manos y pies, nariz y orejas. La piel se vuelve pálida y dura, y puede producirse una pérdida permanente de tejido si no se trata a tiempo.


Tratamiento y consejos para el manejo del estrés térmico

Prevención

Estrés térmico por calor

  • Hidratación: beber agua regularmente, incluso si no se siente sed, es crucial.
  • Ropa adecuada: usar ropa ligera, de colores claros y suelta, que permita la evaporación del sudor.
  • Evitar el sol directo: limitar la exposición al sol durante las horas más calurosas del día (12:00 a 16:00 horas).
  • Buscar sombras y espacios frescos: permanecer en lugares frescos, como edificios con aire acondicionado o bajo la sombra de los árboles.

Estrés térmico por frío

  • Vestimenta en capas: vestir varias capas de ropa que se puedan quitar o añadir según sea necesario. La capa más externa debe ser impermeable para proteger del viento y la humedad.
  • Mantenerse activo: el movimiento ayuda a generar calor corporal. Sin embargo, es importante no agotarse.
  • Alimentación adecuada: consumir comidas calientes y ricas en calorías para mantener la energía necesaria para la generación de calor.

Primeros auxilios por agotamiento por calor o golpe de calor

  • Llevar a la persona a un lugar fresco y ventilado.

  • Aplicar paños húmedos en el cuerpo.

  • Ofrecer agua, pero no bebidas azucaradas o alcohólicas.

  • En caso de golpe de calor, buscar atención médica inmediata.

¿Qué hacer si es hipotermia o congelación?

  • Trasladar a la persona a un lugar cálido.

  • Quitar la ropa mojada y cubrirla con mantas secas.

  • No aplicar calor directo (como agua caliente) en la piel congelada.

  • Buscar atención médica de inmediato.

El estrés térmico, ya sea por calor o frío, es un desafío real actualmente. Comprender los síntomas, adoptar medidas preventivas y saber cómo actuar ante una emergencia son pasos fundamentales para proteger la salud. Con el cambio climático, estos episodios pueden volverse más frecuentes, por lo que la preparación y la concienciación son más importantes que nunca.

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Lo que debes saber…

  • El cuerpo humano necesita mantener una temperatura interna alrededor de los 37°C para funcionar correctamente. Cuando las condiciones ambientales dificultan esta regulación, se produce lo que conocemos como estrés térmico.

  • Factores internos y externos intervienen en la aparición de estrés térmico (clima, vestimenta, actividad física, edad, estado de salud, adaptación al clima…)

  • Con el cambio climático, estos episodios pueden volverse más frecuentes, por lo que la preparación y la concienciación son más importantes que nunca.

 

BIBLIOGRAFÍA

  • Organización Mundial de la Salud (OMS): “Heatwaves” disponible en OMS.

  • Centers for Disease Control and Prevention (CDC): “Extreme heat and your health”disponible en CDC.

  • Preventing Frostbite” disponible en CDC.