Resumen del contenido
Este aceite se obtiene de la combinación de agua destilada y copos o escamas cristalizadas de cloruro de magnesio, lo que da como resultado un líquido altamente concentrado en magnesio.
Pero químicamente no puede considerarse aceite, aunque es fluido y aceitoso. Esta disolución ofrece una alternativa práctica y directa para mejorar los niveles de magnesio en el cuerpo a través de la aplicación tópica.
Beneficios y propiedades
El magnesio es un mineral esencial para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano, ya que desempeña un papel crucial en más de 300 reacciones bioquímicas en el organismo. Estas son sus principales propiedades beneficiosas como aplicación tópica mediante el aceite de magnesio:
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Relajante muscular: ayuda a aliviar calambres y tensiones musculares, proporcionando una sensación de relajación al aplicar el aceite directamente sobre los músculos.
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Mejora de la salud de la piel: puede ayudar a mejorar la hidratación y la elasticidad de la piel, y tiene propiedades antiinflamatorias que pueden beneficiar a personas con problemas como la psoriasis o el eczema.
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Reducción del estrés: el magnesio tiene un efecto calmante en el sistema nervioso, lo que puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
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Inductor del sueño: la aplicación del aceite de magnesio puede ayudar a mejorar la calidad del sueño al relajar el cuerpo y la mente.
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Mejora de la función nerviosa: el magnesio es crucial para la función neuromuscular y puede ayudar a mantener una función nerviosa saludable.
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Alivio de dolores articulares: puede ofrecer alivio a personas con dolor articular y rigidez, actuando directamente en las áreas afectadas.
¿Cómo tomar el aceite de magnesio?
Se recomienda pulverizar de dos o tres veces al día sobre la zona sensibilizada realizando un ligero masaje hasta completar su absorción, especialmente en las zonas musculares.
Antes de utilizar el aceite de magnesio en grandes áreas, es recomendable aplicarlo en una pequeña área de la piel para asegurarnos de que no se produce ninguna reacción adversa.
No se recomienda aplicar en la cara, heridas, mucosas ni piel irritada o sensible, y sí lavarse las manos después de su aplicación.
Aceite de magnesio vs. suplementos orales de magnesio
Ambos métodos tienen sus beneficios y limitaciones, de manera que la elección entre el aceite de magnesio y los suplementos orales de magnesio dependerá de varios factores, incluyendo las necesidades específicas de salud, la forma en que el cuerpo responde a los suplementos y las preferencias personales.
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Si buscas alivio localizado para problemas musculares o articulares, el aceite de magnesio puede ser una opción adecuada.
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Si tu objetivo es mejorar los niveles generales de magnesio en tu cuerpo o tratar una deficiencia, los suplementos orales pueden ser más efectivos.
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Si tienes problemas digestivos o no toleras bien los suplementos orales, el aceite de magnesio puede ofrecer una alternativa.
¿Cómo hacer nuestro propio aceite de magnesio?
Hacer aceite de magnesio casero es relativamente sencillo y solo requiere unos pocos ingredientes y equipos básicos. A continuación, explicamos cómo:
Ingredientes y utensilios
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1 taza de copos de cloruro de magnesio (200 g). Se puede encontrar en tiendas de productos naturales o farmacias.
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1 taza de agua destilada (250 ml).
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Una cacerola para calentar el agua.
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Botella o frasco con atomizador.
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Cuchara medidora.
Preparación
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Calentar la taza de agua sin que llegue a hervir, retirar. Agregar el cloruro de magnesio al agua tibia y remover bien hasta su completa disolución.
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Enfriar a temperatura ambiente y cubrir para evitar que se evapore.
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Cuando esté frío, vierte el líquido en un frasco con atomizador para facilitar su uso.
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Almacenar el aceite de magnesio en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol y fuentes de calor. Puede durar varios meses si se conserva adecuadamente. Será recomendable revisarlo periódicamente para asegurarse de que no haya cambios en el color, olor o consistencia que puedan indicar que se ha degradado.
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Si se siente que la solución es demasiado fuerte o causa irritación, se puede diluir más agregando agua.
Contraindicaciones y precauciones
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Si se tiene una piel sensible o con heridas abiertas, es mejor evitar el uso del aceite hasta que la piel esté completamente curada.
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Las personas con problemas renales deben consultar con un médico antes de utilizar aceite de magnesio, pues el exceso de magnesio puede afectar a la función renal.
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Aunque generalmente es seguro, las mujeres embarazadas o lactantes deben consultar a un médico antes de usar aceite de magnesio.
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Si nos estamos medicando o tenemos alguna condición médica, es importante consultar con un médico antes de usar aceite de magnesio, especialmente si estás en tratamiento con medicamentos que afectan el equilibrio de magnesio en el cuerpo.
El aceite de magnesio puede ser un complemento beneficioso a una rutina de cuidado personal, pero como sucede con cualquier suplemento o tratamiento, es crucial utilizarlo con precaución y consultar a un profesional de la salud si se tiene dudas.
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Lo que debes saber…
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Una de sus principales propiedades beneficiosas como aplicación tópica es que actúa como un relajante muscular, para aliviar calambres y tensiones musculares, proporcionando una sensación de relajación al aplicar el aceite directamente sobre los músculos.
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Se recomienda pulverizar de dos o tres veces al día sobre la zona sensibilizada realizando un ligero masaje hasta completar su absorción, especialmente en las zonas musculares.
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Como sucede con cualquier suplemento o tratamiento, es crucial utilizarlo con precaución y consultar a un profesional de la salud si se tiene dudas.