Beneficios y propiedades del jengibre

Mónica Carreira

Diplomada en Nutrición Humana y Dietética. Especialista en Nutrición Pediátrica y Deportiva de MAPFRE | Web

Diplomada en Nutrición Humana y Dietética, especializada en nutrición pediátrica y deportiva. Con más de 15 años de experiencia profesional en hospitales, clínicas y empresas de salud. Redactora de contenidos y coautora de diferentes libros de divulgación sobre alimentación.

¿Qué es el jengibre?

El jengibre es una planta de la que se utiliza como especia su gruesa raíz, llamada rizoma. Los rizomas que se utilizan con fines terapéuticos y alimenticios se recogen entre 9 y 10 meses después de la plantación. Antes de su consumo deben lavarse bien. De toda la planta sólo se utilizan las “manos” del rizoma, de unos 10 cm de longitud. Los rizomas jóvenes se utilizan frescos, mientras que los más viejos se secan y presentan un sabor mucho más fuerte.

El jengibre posee un característico e intenso aroma perfumado y fresco con un toque a limón. Su sabor es especiado y picante, con un toque ligeramente dulzón.

Pertenece a la familia de las zingiberáceas, similar al lirio y de flor amarilla. Se cultiva en las regiones tropicales de Asia, partes de África, Brasil y Jamaica.

 Tipos de jengibre

• Jengibre fresco: es el más utilizado, y se utiliza la raíz. Se suele tomar crudo o para cocinar. Se conserva en la nevera sin pelar hasta tres semanas.
• Jengibre seco: su sabor y sus usos son similares al jengibre fresco, aunque debe remojarse antes de su utilización. Se conserva durante más tiempo que el fresco, aunque con el tiempo pierde sabor y olor. Para que conserve sus propiedades medicinales y organolépticas (olor, aroma y sabor) se ha de guardar en recipientes herméticos y almacenar en un lugar fresco y seco.
• Jengibre en polvo: se fabrica a partir del rizoma seco. Tiene un sabor diferente al fresco y se utiliza fundamentalmente para postres y recetas un poco picantes.

Composición nutricional y principios activos

El jengibre aporta vitaminas y minerales, como vitaminas del grupo B, vitamina C, calcio o fósforo, entre otros, aunque al tratarse la ingesta habitual de pequeñas cantidades de jengibre, no es tan relevante como en otros alimentos. Por el contrario, sí destaca por sus componentes químicos que le otorgan propiedades beneficiosas para la salud. Entre ellos:

• Aceite esencial: compuesto de zingibereno y β-bisaboleno principalmente.
• Resina: causante en gran parte de su sabor picante, debido a sus principios activos, el gingerol y el shogaol o la zingerona (producto de degradación del gingerol).

Propiedades beneficiosas del jengibre

Los antioxidantes son moléculas capaces de prevenir o retardar la oxidación de las células, son capaces de absorber la luz ultravioleta y actúan como quelantes (con capacidad de atrapar) de metales pesados, así detienen el progresivo daño oxidativo inducido por una especie pro-oxidante, los conocidos radicales libres. Además de esta propiedad, también confieren a los alimentos el aroma, color y astringencia características del jengibre. Los principios activos que contiene el jengibre son los compuestos fenólicos, entre los que destacan el gingerol, gingeron y zingerona y son los que le otorgan la capacidad antioxidante.

Efectos en la salud

Cardioprotector

Los estudios muestran que los pacientes participantes que recibieron jengibre redujeron de manera significativa los niveles de triglicéridos, colesterol y lipoproteínas de baja densidad (LDL). Los expertos, no obstante, aseguran que son necesarios más estudios que corroboren y reafirmen el potencial efecto hipocolesterolemiante del jengibre.

Antiemético

Tras varios estudios parece que no hay una conclusión significativa, aunque en mujeres embarazadas se observó que aquellas que habían tomado jengibre referían tener menos náuseas que las que recibieron placebo, y también se ha observado este efecto en pacientes que sufrían náuseas causadas por quimioterapia o radioterapia.

Problemas digestivos

El jengibre estimula los receptores termosensibles del estómago, propiedad que puede beneficiar en el tratamiento de calambres estomacales, acidez de estómago y/o gastritis. También aumenta la secreción salival.

Gases/flatulencias/náuseas

El jengibre aumenta el peristaltismo (contracciones musculares) de los intestinos, así como el tono de su musculatura, y se ha empleado en la flatulencia habitual, la dispepsia atónica, las náuseas y en casos de dolores cólicos de estómago e intestinos.

Enfermedades inflamatorias

Varios estudios indican que disminuye la síntesis de prostaglandinas mediante la inhibición de las ciclooxigenasas 1 y 2. También disminuye la producción de leucotrienos por la inhibición de la lipoxigenasa 5. Parece disminuir el dolor en pacientes con artritis reumatoide, así como una mejora en el movimiento.

Uso en la cocina

El jengibre se puede utilizar en diferentes tipos de elaboraciones, tanto dulces como saladas. Puede utilizarse como condimento en salsas, como la de soja o curry, añadirlo a cremas, sopas, carnes… o como aromatizante en postres y repostería.

Esta especia tiene como particularidad que según se cocina va perdiendo su sabor picante, pero sin perder su aroma. Es importante no excederse a la hora de añadir el jengibre, se recomienda ir probando hasta lograr el punto exacto deseado, ya que su sabor es fuerte, algo picante y muy aromático.

¿Cómo de debe tomar?

Por vía oral, el jengibre se tolera bien a dosis inferiores a 5 g/día. A dosis más altas hay riesgo de aparición de efectos adversos y disminución de la tolerabilidad, por ello no se aconseja sobrepasar esta dosis. Los efectos adversos observados más comúnmente son dolor abdominal, diarrea, picor en la boca y la garganta, y vómitos.

 Contraindicaciones

• Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (Food and Drug Administration: FDA), su uso es seguro durante el embarazo. Sin embargo, algunos estudios apuntan a no consumirlo en las últimas semanas de embarazo porque puede suponer un mayor riesgo de sangrado.
• No se aconseja en niños menores de dos años.
• Personas con tratamiento farmacológico anticoagulante: el consumo de jengibre junto con fármacos anticoagulantes puede aumentar el riesgo de hemorragia. Por lo que se desaconseja de manera general, y en el caso de querer consumirlo debe consultarse con el cardiólogo.
• Personas con tratamiento para la hipertensión: el jengibre es capaz de bloquear los canales de calcio, por lo que sumado al fármaco que ayuda a disminuir la tensión arterial puede provocar efectos hipotensores excesivos.
• Personas con tratamiento para la diabetes: los estudios sugieren que el jengibre puede aumentar la concentración de insulina por lo que, sumado al fármaco, puede causar una hipoglucemia.
• Personas con cálculos biliares: la evidencia científica no es determinante, pero parece que el jengibre puede estimular la vesícula biliar, por ello debe tomarse con precaución.
• Personas con hipersensibilidad a cualquiera de los principios activos que contiene.

Cualquier duda que tengas sobre tomar o no jengibre puedes consultarlo en el Servicio de Orientación Médica 24 Horas que los seguros de MAPFRE Salud ponen as disposición del asegurado.

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Lo que debes saber… 

• Los principios activos que contiene el jengibre son los compuestos fenólicos, entre los que destacan el gingerol, gingeron y zingerona y son los que le otorgan la capacidad antioxidante.
• El jengibre aumenta el peristaltismo (contracciones musculares) de los intestinos, así como el tono de su musculatura, y se ha empleado en la flatulencia habitual, la dispepsia atónica, las náuseas y en casos de dolores cólicos de estómago e intestinos.
• El jengibre se tolera bien a dosis inferiores a 5 g/día. A dosis más altas existe riesgo de aparición de efectos adversos como dolor abdominal, diarrea, picor en la boca y la garganta, y vómitos.