Resumen del contenido
La lavanda es una de las plantas más conocidas y utilizadas desde la antigüedad hasta nuestros días. Sus flores son las más valoradas desde tiempos inmemoriales, y ya en el antiguo Egipto su aceite era utilizado durante la momificación, un proceso sagrado y de gran relevancia. En otras civilizaciones como la persa, romana o griega se creía que la lavanda ayudaba a purificar el cuerpo y la mente.
La lavanda es un arbusto perene habitual de la cuenca mediterránea donde se puede encontrar en lugares secos de naturaleza calcárea y de exposición soleada. Muy habitual con otras plantas como el romero o tomillo. Su nombre procede del latín lavandere en alusión a sus propiedades depurativas. La variedad más utilizada y a la que se le atribuyen más efectos medicinales es la lavanda oficinal o espliego (Lavandula angustifolia officinalis), una mata leñosa de hojas alargadas y estrechas, grisáceas y muy olorosas. Presenta flores reunidas en espigas de color violeta claro que se recogen en su floración a mediados y finales de julio para poder obtener el aceite esencial y aroma.
Composición y principios activos de la lavanda.
Se utilizan las sumidades floridas y las hojas para obtener sus propiedades medicinales. Estas fracciones son ricas en aceites esenciales como el alcanfor, eucaliptol, cineol entre muchas más, también asume taninos, saponinas, cumarinas y ácidos orgánicos como: caproico, butírico, cumárico, entre otros.
Esta gran concentración de principios activos confiere a la lavanda las siguientes propiedades:
- Es sedante provoca un efecto calmante reduciendo la tensión nerviosa, las palpitaciones, estados de ansiedad y el insomnio.
- Es aperitiva, digestiva y carminativa. Tiene propiedades coleréticas, estimula la producción de la bilis por el hígado y colagogas por facilitar la expulsión de bilis de la vesícula biliar, por lo que resulta adecuado en digestiones pesadas por falta de secreciones. También ayuda a abrir el apetito, prevenir flatulencias y mitigar náuseas y mareos.
- Es antiespasmódica y ligeramente analgésica y antineurálgica. Reduce y alivia los dolores de cabeza, musculares, artríticos y muchos otros achaques que cursan con dolor.
- Es antiinflamatoria, antiséptica y moderadamente diurética. Se indica en casos de inflamación o infección de las vías urinarias para estimular la orina.
- A nivel externo, como antiséptico y cicatrizante. Tiene la capacidad de destruir microorganismos e inhibir su reproducción ayudando a cicatrizar mejor.
¿Cómo se presenta?
La lavanda se encuentra en varias presentaciones para poder beneficiarnos de sus propiedades.
- Planta seca para tomarla en infusión al 5% (50 g por litro).
- Extracto líquido y tintura para disolverla en algún liquido y tomarla vía oral.
- Aceite esencial diluido en agua para hacer baños o bien en aceites neutros para uso tópico o masajes corporales.
- Oleato: se trata de un baño maría de lavanda en aceite de oliva para aplicar de forma local u oral.
¿Qué usos tiene?
- Insomnio: cuando se debe a problemas de nervios, los preparados de lavanda pueden ayudar a conciliar el sueño. Tomar una infusión 20 minutos antes de ir a dormir o bien tomar una ducha con aceite esencial de lavanda en el jabón habitual.
- Nervios de estómago que causen malas digestiones: el uso de preparados de lavanda puede mejorar malas digestiones, espasmos intestinales, calambres de estómago, etc. Tomar tres tazas al día tras las comidas principales.
- Ansiedad: en estados emocionales turbados, nerviosismo, mal humor o irritabilidad la lavanda puede ayudar a tranquilizar. Tomar 30 gotas de tintura madre diluida en agua o zumo tres veces al día.
- Hipertensión: ayuda a disminuir levemente la hipertensión cuando se debe a problemas nerviosos y no orgánicos. Además, posee propiedades ligeramente diuréticas lo que acentúa la bajada de tensión. Tomar dos tazas de infusión al día.
- Enfermedades respiratorias como bronquitis, gripes o resfriados. Ayuda a disminuir la inflamación y resulta eficaz para la tos, eliminar virus y favorecer la curación. Hervir durante 15 minutos una cucharada de flores secas por vaso de agua, tomar caliente y endulzado con miel cruda.
- Ambientador natural. Recopilar ramilletes de lavanda florida se puede utilizar para aromatizar habitaciones, armarios de ropa y ahuyentar insectos.
- Antiinflamatorio. Útil para tratar dolores musculares, de espalda o traumatismos leves aplicándolo en un masaje proporciona un alivio progresivo. Emulsionar 50 gotas de aceite esencial de lavanda en 100ml de aceite de almendras dulces, guardar en una botella de vidrio translucido. Aplicar con un masaje suave sobre la zona afectada.
Contraindicaciones y efectos secundarios
Han de tener especial atención aquellas personas que:
- Sean alérgicas a algún principio activo mencionado en su composición.
- Que tengan la tensión baja por su efecto hipotensor, pudiendo dar mareos y náuseas.
- Consumida por vía oral puede causar estreñimiento y aumento de apetito, por lo que hay que monitorear su posible efecto individual la primera vez de su uso.
- Si se emplea el aceite esencial sin diluir directamente tomado o en la piel puede causar dermatitis e irritación.
Lo que debes saber…
- Se utilizan las sumidades floridas y las hojas para obtener sus propiedades medicinales.
- En el insomnio debido a problemas de nervios, los preparados de lavanda pueden ayudar a conciliar el sueño.
- En estados emocionales turbados, nerviosismo, mal humor o irritabilidad la lavanda puede ayudar a tranquilizar.
“Nota informativa: los contenidos incluidos en esta sección ofrecen información relativa a terapias existentes explicadas por especialistas con experiencia en la materia con un objetivo divulgativo. MAPFRE no pretende en ningún caso posicionarse sobre su idoneidad ni promover expresamente su uso”. Antes de tomar cualquier planta medicinal consultar primero con su médico.