El llantén (plantago major L.) es una planta perenne de la familia de las plantagináceas, que crece de forma espontánea en toda clase de tierras, especialmente de forma silvestre en ambientes húmedos. La encontramos en países de Europa, Norteamérica, el norte de África y Asia occidental.

De él se aprovechan las hojas, las inflorescencias y semillas, que son muy ricas en mucílagos y sales minerales. Las hojas se pueden recoger durante todo el año, solamente las tiernas o jóvenes y se pueden secar o bien utilizar frescas.

Por su riqueza nutricional, el llantén puede utilizarse como alimento y tomar como verdura, ensalada… incluso las semillas pueden añadirse para espesar sopas o cremas. También es utilizado como forraje formando parte de los pastos de animales y como planta medicinal, como veremos a continuación.

Cuál es su acción terapéutica

Las propiedades medicinales del llantén son conocidas desde hace siglos.

  • Propiedad de promover la expulsión de las secreciones bronquiales acumuladas por su acción broncodilatadora. Es un remedio muy adecuado para afecciones del aparato respiratorio en general, principalmente por su contenido en mucílagos, silicio, taninos, acubina y flavonoides que contiene. La acubina ofrece propiedades antiespasmódicas y antiinflamatorias que ayudan a calmar la tos, pero también puede ser útil en otras afecciones como: bronquitis, asma, resfriado común, afonía, faringitis, laringitis, voz ronca.
  • Por su riqueza en taninos, las hojas de llantén tienen propiedades astringentes adecuadas para detener la diarrea. También es adecuada para la gastritis o afecciones intestinales inflamatorias por su contenido en mucílagos y principios antiinflamatorios y demulcentes. En el caso del estreñimiento está más indicado el consumo del extracto de las semillas que el de sus hojas, puesto que la cantidad de mucílagos es mayor y más efectiva.
  • La acubina de nuevo parece tener un efecto protector del hígado que ayudaría a regenerar dicho órgano. La concentración en antioxidantes y fibra refuerza en sus procesos de desintoxicación y también se le han asociado propiedades contra el virus de la hepatitis.
  • Emoliente y cicatrizante. Tiene la capacidad de suavizar, ablandar y aumentar el grado de humedad de la piel y mucosas en afecciones cutáneas como heridas, hemorragias o cicatrices de forma tópica. También por sus propiedades astringentes, antisépticas y antibacteriana es adecuado para desinflamar y desinfectar heridas, llagas, ampollas, raspones, acné y dermatitis. Para dichos usos son válidas tanto las hojas como las semillas.

Se pueden utilizar las hojas frescas directamente en la zona afectada escaldándolas o hirviéndolas un poco. En cambio, si queremos aprovechar sus propiedades a nivel interno se aconseja tomarla en infusión.

Remedios con llantén

Existen diversas maneras de utilizarlo en función de la utilidad que le queramos dar. Lo podemos encontrar para tomar de forma interna en las siguientes presentaciones:

  • Extracto fluido: tomar 40 gotas/día.
  • Tintura madre: 30 gotas tres veces al día.
  • Jarabe pectoral combinado con otras plantas, en función del laboratorio.
  • Infusiones o decocciones para hacer en casa: tomar tres tazas al día durante una a dos semanas.
  • Cataplasmas caseras mediante la hoja fresca para aplicar localmente.

Infusión de llantén

Se utilizarán 24 gramos de hojas secas por taza de té (taza pequeña). Poner a hervir agua y cuando llegue al punto de ebullición añadir las hojas secas o frescas. Dejarlas hervir entre 5-10 minutos, colar y dejar enfriar para poder tomarla. Se aconseja tomar tres tazas al día durante una o dos semanas en función a la evolución.

Cataplasma para desinflamar

Se trata de una técnica para aplicar de forma local en la zona afectada o lesionada como uso antiinflamatorio. Lavar las hojas de llantén frescas y escaldarlas en agua hirviendo. Escurrirlas y molerlas en un mortero, la pasta resultante se aplica directamente sobre la zona a tratar, dejar actuar unos 30 minutos y en función del caso repetir tres veces al día.
Otra opción sería hacer la cataplasma con arcilla verde y en este caso utilizar infusión de llantén para mezclar con la arcilla hasta conseguir una textura espesa que se pueda aplicar en la zona afectada. De nuevo dejar 30 minutos y limpiar la zona con abundante agua. Se puede repetir tres veces al día.

Jarabe de llantén

Es un remedio tradicional para las afecciones respiratorias. Si bien en el mercado existen muchos preparados en formato jarabe, también se puede preparar de forma casera de la siguiente manera: machacar las hojas frescas con un poco de agua y dejar reposar unas dos horas. Los mucílagos al ser solubles en agua migrarán a ella. Filtrar el líquido y mezclar a partes iguales con azúcar panela o bien miel artesanal, poner al baño maría para ayudar a fusionar la mezcla. Tomar una cucharada sopera tres veces al día.

Otras aplicaciones

  • Encías sangrantes: masticar una hoja fresca durante unos minutos sin tragar ayuda a desinflamar y desinfectar la zona.
  • Picadura de insectos: el jugo de la planta fresca ayuda a disminuir la hinchazón de picaduras de abejas, avispas, mosquitos, pulgas y otros.
  • Ojos: con el líquido resultante de la decocción de llantén realizar baños oculares para aliviar los ojos cansados, enrojecidos o bien inflamados por alguna infección.

Contraindicaciones

En general, no hay registros de efectos secundarios del llantén administrado por vía oral en cantidades moderadas. Pese a esto, está desaconsejado su consumo en caso de embarazo o en periodo de lactancia. Tampoco debe administrarse en niños pequeños. De igual forma, en caso de enfermedades o de estar bajo otro tratamiento, es mejor consultar con nuestro médico tratante.

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Lo que debes saber…

  • Las propiedades medicinales del llantén son conocidas desde hace siglos. Además, por su riqueza nutricional, también puede utilizarse como alimento y tomar como verdura, ensalada…
  • Se le atribuyen propiedades expectorantes, digestivas, hepatoprotectoras y emolientes/cicatrizantes.
  • Se puede utilizar por vía interna (tisanas, jarabe, tintura…) o externa (con la aplicación de cataplasmas).

 

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