Es frecuente que, una vez mediados los cuarenta, la próstata se agrande. Dado que la próstata (glándula reproductiva masculina que produce el líquido que transporta los espermatozoides durante la eyaculación) rodea la uretra (el tubo a través del cual sale la orina del cuerpo), su agrandamiento puede oprimirla y ocasionar problemas.

Al agrandamiento de la próstata se le llama hipertrofia o hiperplasia prostática benigna (HPB). Cuando se presenta el problema suele asustar a quien lo padece, sin embargo no es un cáncer y tampoco aumenta, en sí mismo, la predisposición a sufrirlo, aunque conviene vigilar y pasar los correspondientes controles médicos.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Goteo al final de la micción
  • Dificultades para orinar
  • Vaciado incompleto de la vejiga
  • Caudal o chorro de orina más débil
  • Necesidad de orinar durante la noche
  • Micción dolorosa (en algunos casos)
  • Orina con sangre (en algunos casos que puede indicar una infección)
  • Incontinencia

Remedios naturales para la próstata

Históricamente, para aliviar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata, se han venido utilizando extractos de plantas medicinales. De hecho, aún hoy en día muchos de los medicamentos de prescripción médica de los que se dispone para su tratamiento son fabricados a partir de extractos vegetales. Las principales plantas utilizadas son:

Sabal

Es una palma enana americana que los indios utilizaron desde hace cientos de años para tratar los problemas específicos de los varones, y se describe su uso en el tratamiento del agrandamiento de la próstata desde 1800. La parte utilizada es el fruto, del que se extrae un extracto graso conocido como “extracto lípido-esterólico”, rico en ácidos grasos libres (ácidos: oleico, láurico, mirístico, linoleico y linolénico) y otras sustancias como esteroles y triglicéridos.

Tiene sobre la próstata un efecto antiandrogénico (es capaz de inhibir los efectos biológicos de los andrógenos u hormonas sexuales masculinas), antiinflamatorio, antiedematoso (reduce la acumulación de líquido) y antitumoral. Se indica para el adenoma benigno de próstata y para aliviar los síntomas urinarios asociados. Algo importante es que no produce cambios en los niveles hormonales de testosterona ni de otras hormonas.

Ciruelo africano o pígeum

Ciertas tribus africanas ya utilizaban el polvo de su corteza para mejorar las micciones difíciles en las personas de edad avanzada. En base a estas observaciones, a mediados del siglo pasado se desarrolló el método que permitió obtener, como en el caso de la serenoa, un extracto que contiene un complejo lípido-esterólico. Su efecto es también parecido al de la serenoa y de hecho, a menudo se combinan ambos extractos.

Ortiga mayor

Se emplea la raíz, que contiene entre otros componentes polisacáridos, una lectina (UDA) y ácidos grasos y compuestos lipofílicos de tipo esteroide. Entre los ácidos grasos, el ácido 9-Hidroxi-octadecadienoico, ha demostrado inhibir la actividad de la enzima aromatasa, que es una enzima que juega un papel muy importante en la síntesis de los estrógenos. Tiene por lo tanto una acción a nivel de las hormonas, ayuda a inhibir el crecimiento de la próstata y tiene efecto antiinflamatorio.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) en la monografía de la ortiga mayor, indica la raíz para el “alivio de los síntomas del tracto urinario inferior asociados a la hiperplasia benigna de próstata (HBP)”. Se puede utilizar como tratamiento coadyuvante, o en los casos más leves o de inicio, en que aún no está indicado un tratamiento farmacológico, como único tratamiento para aliviar los síntomas. De estas tres plantas, lo más aconsejable es utilizar preparados farmacéuticos estandarizados en principios activos para garantizar su eficacia.

Calabaza

Se emplean sus semillas, las cuales son ricas en lípidos especialmente en ácido linoleico que representa la mitad de éstos. Además contiene vitamina E, esteroles y proteínas. Estos lípidos han demostrado que disminuyen de manera significativa los niveles de dihidrotestosterona en el tejido de la próstata y también la presión de la vejiga y de la uretra.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba el uso tradicional de las semillas de calabaza para tratar las molestias a la hora de orinar asociadas a la hiperplasia benigna de próstata y a la vejiga inestable. Esta planta también se puede utilizar como tratamiento coadyuvante, o en los casos más leves o de inicio como único tratamiento, sobre todo para aliviar los síntomas nocturnos.

Recuerda consultar previamente a tu médico antes de recurrir a estas plantas medicinales, incluso en caso de hiperplasia benigna de próstata .

Los seguros de MAPFRE Salud cuentan con un programa de diagnóstico precoz de enfermedades de la próstata dirigido fundamentalmente a varones mayores de 50 años. El programa incluye:

  • Análisis del riesgo del Asegurado a partir del cuestionario establecido al efecto.
  • Consulta y exploración por el médico especialista.
  • Ecografía urológica.
  • Analítica específica.
  • Informe clínico con diagnóstico, valoración del riesgo y recomendaciones.

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Lo que debes saber…

  • Algunas plantas se vienen utilizando desde hace mucho para aliviar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata.
  • El sabal, la ortiga mayor, la calabaza y el ciruelo africano son las principales utilizadas para este fin.
  • De las tres primeras, lo más aconsejable es usar preparados farmacéuticos estandarizados en principios activos para garantizar su eficacia. De la calabaza, se emplean las semillas.