Miedo a las agujas o Belonefobia, ¿Cómo tratarla?
Resumen del contenido
Psicóloga sanitaria y psicoterapeuta, con máster en Terapia Cognitivo-Social y en Programación Neurolingüística. Especializada en psicopatología clínica, terapia cognitiva, terapia breve y PNL. Con más de 15 años de experiencia profesional en diferentes centros y teleconsulta.
La belonefobia es un subtipo de una fobia más global que se llama aicnofobia o tripanofobia, que se refiere al miedo a los objetos punzantes o afilados de todo tipo, que pueden pichar o taladrar. En concreto, la belenefobia se caracteriza por un miedo intenso, irracional y persistente a las agujas y que genera conductas de evitación ante de situación de recibir una inyección.
Suele confundirse con la hematofobia o miedo a la sangre (aunque la sangre puede producirse de otras maneras, no únicamente con un pinchazo), y de hecho el tratamiento es muy similar.
Es una de las fobias más habituales, alrededor de un 12% de la población la padece. Es común en los niños, pero también en los adultos. Las causas para desarrollar esta fobia son diversas:
- Por condicionamiento clásico o aprendizaje asociativo. Si una vez has tenido una mala experiencia con las agujas, puedes tender a temer que vuelva a repetirse.
- Por condicionamiento vicario o aprendizaje por observación. Si ves el sufrimiento de alguien relacionado con las agujas, puedes tender a incorporar ese miedo en primera persona.
- Por componente hereditario. El mecanismo de sobrecompensación fisiológica puede transmitirse de una generación a otra.
¿Cómo reacciona el cuerpo?
La sintomatología que caracteriza la belonefobia se manifiesta en tres planos diferentes:
- Físico: sudores fríos, temblores, sensación de falta de aire, mareo, sudoración, taquicardia, desmayo…
- Cognitivo: interpretación de síntomas somáticos como peligrosos, pensamientos irracionales, confusión, falta de concentración…
- Conductual: conductas de evitación y de escape.
Es importante tener en cuenta que este tipo de fobia está muy marcado por la ansiedad anticipatoria, que es la que bloquea que se lleve a cabo la conducta temida (la inyección en sí). Sólo pensar en una inyección puede generar sintomatología en los casos más graves.
Síntomas del miedo a las agujas
Es una de las fobias menos estudiadas, a pesar de que tiene ciertas características que la hacen particular.
Normalmente, las fobias nos programan para huir de la situación temida, aumentando la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria y creando vasoconstricción de los vasos periféricos, lo que nos prepara fisiológicamente para correr.
La belonefobia, produce:
- Disminución de la circulación sanguínea
- Disminución de la frecuencia cardíaca
- Dilatación de los vasos sanguíneos, lo que en los casos más graves lleva al desmayo (íncope vasovagal) porque no llega suficiente sangre al cerebro.
Consecuencias de tener miedo a las agujas
Lo que la convierte en una fobia potencialmente dañina es que puede hacer que se eviten acciones preventivas para la salud como:
- Analíticas
- Vacunas
- Pruebas de detección de enfermedades
De forma paralela también puede afectar a la concepción. Muchas mujeres que evitan tener un embarazo es debido al miedo que suponen diversas pruebas médicas que implican agujas.
También puede hacer que se evite el dentista y en los casos más graves, donde la fobia se va ampliando, puede haber miedo a entrar en cualquier centro médico, incluso como acompañante de un enfermo.
¿Cómo tratar esta fobia?
- Aprende a manejar la ansiedad anticipatoria que comienza sólo al imaginar la aguja. Reajusta las cadenas de pensamientos: lo que te asusta no es la aguja en sí (es un objeto), sino los pensamientos que has asociado a ella (por ejemplo, “me voy a desmayar”). De la misma manera que has asociado un tipo de pensamientos ansiosos, también puedes reentrenar y aprender a asociarlos con estímulos neutros.
- Conoce los mecanismos fisiológicos por los que se producen los desmayos y qué aumenta su probabilidad (por ejemplo, hambre, calor, cambio súbito de posición, estar de pie mucho tiempo, etc.).
- Entrena tu miedo en la imaginación: imagina situaciones temidas mientras practicas técnicas de respiración hasta reducir la ansiedad. Ves aumentando en intensidad, empieza por miedos menos potentes (como estar en la sala de espera) y aumenta hasta el momento más temido (como cuando notas el frío de la aguja en la piel).
- Enriquece las técnicas de imaginación con otros estímulos sensoriales. Se trata de evocar de la forma más realista posible las sensaciones de la situación temida, por ejemplo, olor a alcohol, presión de una goma alrededor del brazo, notar el frío con otros objetos metálicos que no sean una aguja…
- Exponte al miedo de manera progresiva: una vez hayas trabajado el miedo en tu imaginación y ya no te resulte amenazante, empieza a en practicar situaciones “en vivo”. Por ejemplo, estar en una sala de espera real, acompañar a alguien a donar sangre, etc.
- Si el miedo te resulta incontrolable, consulta a un psicoterapeuta. Los Seguros de MAPFRE Salud cuentan con un amplio cuadro médico de especialistas en psicología que te pueden ayudar a tratar este tipio de fobia.
Lo que debes saber…
- La belonefobia forma parte de un tipo de fobia más global que se llama aicnofobia o tripanofobia, que se refiere al miedo a los objetos punzantes o afilados de todo tipo, que pueden pinchar o taladrar.
- Es una de las fobias menos estudiadas, a pesar de que tiene ciertas características que la hacen particular.
- Hay técnicas que pueden ayudar a superarlo, pero si esta fobia resulta incontrolable es conveniente consultar con un psicoterapeuta.
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