Resumen del contenido
No existe una pauta clara sobre cuál es el momento adecuado para pedir la ayuda profesional de un psicólogo. Se trata de una necesidad subjetiva, que no depende tanto del problema o situación por la que está pasando la persona, sino de la afectación que le supone o del grado de competencia que siente para hacerle frente.
Se aconseja si…
A grandes rasgos, una persona puede hallarse en situación de necesitar ayuda psicológica cuando existen una o varias de las siguientes condiciones:
- Aparecen determinados síntomas que indican que algún tema no está funcionando adecuadamente en la vida de la persona o se ha planteado erróneamente. Algunos de estos síntomas son, por ejemplo, una excesiva inquietud, el insomnio, la apatía, las dificultades de concentración, una tristeza generalizada, miedo o inseguridad, entre otros.
- Experimenta un fuerte obstáculo o dificultad en su vida y no sabe o no posee los recursos necesarios para hacerle frente.
- Se presentan determinados problemas significativos en la relación con otras personas, como discusiones frecuentes, agresividad o problemas de comunicación.
- Se halla frente a circunstancias difíciles de la vida, como, por ejemplo, el diagnóstico de una enfermedad grave, la muerte de un ser querido o la ruptura de una relación amorosa, entre otras.
- Se desencadenan emociones o estados intensos y difíciles de manejar, como la tristeza, la irritabilidad, la soledad o incluso pensamientos de suicidio.
- Ha empezado a abusar de determinadas sustancias como el alcohol o las drogas y no se siente capaz de controlar la situación.
- Existe un deseo de profundizar y mejorar en algunos aspectos de uno mismo, para llevar una vida más plena y satisfactoria.
Y también puede ayudar en…
Además de las situaciones anteriormente descritas, se aconseja y suele ser beneficioso acudir al psicólogo en los siguientes casos:
- La persona ya ha intentado solucionar el problema por los propios medios o ha solicitado la ayuda a familiares y otras personas próximas, pero ésta no ha sido suficiente para lidiar con el problema.
- Esta dificultad supone un impedimento para continuar con el ritmo habitual de vida, afectando diferentes áreas de la misma e impidiendo que ésta sea satisfactoria.
- Se empieza a incurrir en un estado de desesperanza, pensando que las cosas no van a cambiar o asumiendo una incapacidad para solucionarlas.
- Ha pasado el suficiente tiempo como para no considerarlo un hecho puntual o pasajero, es decir, que esa situación vital y difícil se mantiene en el tiempo.
Cuando ya hemos tomado la decisión
Si ante cualquiera de éstas u otras situaciones se desea recurrir a la ayuda psicológica, se deben seguir los siguientes pasos necesarios:
Ante todo, la persona debe admitir que se encuentra ante un problema o dificultad y que no sabe cómo solucionarlo por sus propios medios. Es imprescindible, a la vez, hacerse responsable de la situación y tener un firme deseo de querer cambiar.
Finalmente, es importante tener en cuenta las siguientes premisas:
- Las sesiones con un psicólogo son absolutamente confidenciales.
- Es necesario que se cree un clima de confianza, seguridad y comprensión con el profesional.
- El psicólogo ofrece asesoramiento y apoyo, e intenta que la persona que demanda la ayuda consiga, por sí misma y desde sí misma, el objetivo que se ha propuesto. Para ello, trabaja proporcionando recursos o utilizando determinadas técnicas y estrategias adecuadas a cada situación.
- Consultar con un psicólogo no significa “estar loco” o necesitar esa ayuda para siempre. El acompañamiento del profesional tiene un inicio y un final.
- En ocasiones, la persona duda sobre si la ayuda que necesita se la puede proporcionar un psicólogo. Ante esta situación, es necesaria una valoración por parte del especialista para confirmar si puede ayudarle o si necesita asistir a algún otro profesional de otra disciplina.
- También es importante “no hacer un problema donde no lo hay”, asistiendo a consulta si no es necesario.
- La terapia es un proceso que requiere tiempo, compromiso y dedicación para conseguir resultados satisfactorios.