¿Qué es ser una persona dependiente?
Resumen del contenido
Según el Manual Oficial de los Trastornos Mentales de la American Psychiatric Association, la dependencia se considera una enfermedad cuando hay una necesidad dominante y excesiva de ser cuidado, que conlleva un comportamiento sumiso y de apego exagerado, así como miedo a la separación.
¿Cómo es una persona dependiente?
Esta forma de ser suele comenzar en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos. Para poder ser diagnosticado es necesario que se den 5 o más de los siguientes hechos o signos:
- Dificultad para tomar decisiones cotidianas sin el consejo de otras personas.
- Necesidad de contar con otras personas para asumir responsabilidades en la mayoría de los ámbitos de su vida.
- Dificultad para expresar desacuerdo por miedo a perder el apoyo o aprobación de los demás.
- Dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por sí mismo (falta de confianza, motivación o energía).
- Ser capaz de ir demasiado lejos para obtener la aceptación y apoyo de los demás, hasta el punto de hacer voluntariamente cosas que le desagradan.
- Sentirse incómodo o indefenso cuando la persona se encuentra sola.
- La persona busca con urgencia una nueva relación nada más haber terminado otra relación estrecha con alguna persona. Esto ocurre en relaciones de pareja dependientes.
- Sentir preocupación no realista por miedo a que lo abandonen y tener que cuidar de sí mismo.
¿Por qué somos dependientes?
Suele ocurrir en niños cuyos padres son sobreprotectores o autoritarios. Este caso los padres evitan que el niño se exponga a situaciones difíciles de la vida, por lo que no aprende a afrontarlos por sí mismo.
También puede presentarse en niños con baja autoestima debido a que sus padres son los que asumen todas las responsabilidades y dificultades. Por lo que estos niños, reciben el mensaje de que no son capaces de enfrentarse por sí mismos a los problemas, y esto repercute en su autoeficacia.
La falta de apego seguro puede generar en la madurez sensaciones de vacío o desajuste en las relaciones sociales, habitualmente complaciendo los deseos del otro a toda costa y olvidando las propias necesidades para no perder la relación. Esto hace a estas personas más vulnerables a relaciones tóxicas o incluso maltrato.
Por último, puede ocurrir que los padres sean personas dependientes y les transmitan a sus hijos ese modelo de dependencia.
¿Tipos de dependencia?
La independencia es una cualidad sobrevalorada en el mundo actual, está bien vista ya que se asocia a fortaleza y valentía. Sin embargo, si un adulto fuera absolutamente independiente en todo sería algo patológico, ya que supondría estar fuera de la sociedad.
El objetivo no es progresar de la dependencia a la independencia, sino cambiar el tipo de dependencia. Existen dos tipos de dependencia:
- Dependencia vertical: es la que se da en infancia (un ser provee y otro recibe, es decir, uno es cuidador y otro es cuidado).
- Dependencia horizontal: ambos dan y ambos reciben. Este tipo de dependencia es el que crea relaciones sanas en la adultez, pero para que pueda existir se necesitan dos elementos: Intimidad y autonomía.
¿Cómo ser una persona independiente?
Para lograr autonomía e intimidad tenemos que hablar de dos variables importantes. Por un lado, la seguridad relacional que se refiere a cómo una persona se siente segura (estando sola o acompañada). Por otro lado, la regulación emocional que es la forma en la que una persona consigue estar bien. Se puede conseguir por medio de dos tipos de estrategias
- La autorregulación (lo que haces por ti mismo)
- La corregulación (lo que haces con otra persona para encontrarte mejor)
Lo ideal es que la persona sea capaz de autorregularse y corregularse correctamente y que pueda a la vez sentirse bien tanto solo como acompañado. Si una persona se autorregula bien y está bien cuando está sola, tiene autonomía. Y si una persona se sabe corregular y está bien con los demás, entonces tiene intimidad.
Ambos aspectos son fundamentales para el bienestar emocional. Las personas dependientes deberían reforzar su capacidad de autorregulación y su seguridad en soledad. Para ello es importante:
- Cultivas la propia autoestima.
- Identificar los propios valores y aprender a defenderlos.
- Descomponer las emociones, diferenciando el miedo al abandono de otras como rabia, vergüenza, etc.
- Ampliando estilos de afrontamiento de problemas al margen de la sumisión.
- Poniendo límites claros que es importante no sobrepasar a nivel relacional.
Lo que debes saber…
- La dependencia se considera enfermedad cuando hay una necesidad dominante y excesiva de ser cuidado, que conlleva un comportamiento sumiso y de apego exagerado, así como miedo a la separación.
- El objetivo no es progresar de la dependencia a la independencia, sino cambiar el tipo de dependencia.
- Lo ideal es que la persona pueda autorregularse y corregularse correctamente y que pueda a la vez sentirse bien tanto sólo como acompañado.
Muy bueno.Dificil de llevar a la práctica