Traducido al español como “atención plena”, el término mindfulness se utiliza precisamente para describir un estado de la mente, de atención y conciencia plena, atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento presente, que se alcanza al practicar la meditación.

De dónde sale

Esta técnica es una adaptación de varias tradiciones budistas a la cultura occidental, despojándola de cualquier contenido «espiritual» o «religioso». Durante este tiempo miles de personas han aprendido a practicarla a partir de un programa estandarizado y se ha comprobado científicamente que es capaz de mejorar no sólo los niveles de bienestar y ansiedad, sino también trastornos médicos que van desde el dolor, a la obesidad, pasando por el insomnio, problemas digestivos o depresión.

En qué consiste

Mediante la práctica del mindfulness se pretende que la persona se centre únicamente en el momento actual de forma activa, evitando los juicios de valor, la crítica u otras interferencias en lo que percibe o siente. Consiste, por tanto, en una experiencia contemplativa que trata de observar de forma abierta la realidad, aceptando las situaciones tal como se presentan, sin intentar modificarlas, evitarlas, ni controlarlas.

Cuando una persona es consciente de lo que está haciendo, pensando o sintiendo momento a momento está practicando mindfulness. Su ejercicio significa, entre otras cosas:

  • Centrar la atención donde uno quiere, evitando que sensaciones, preocupaciones o pensamientos le aparten del presente.
  • Cultivar la aceptación, es decir, ver las cosas tal como se presentan en cada momento, sin negar evidencias o resistirse a lo que ya constituyen hechos en la vida de una persona.
  • No permitir que la mente se encuentre divagando, de un lado a otro, sin orientación, saltando de unas imágenes a otras y dejándose llevar por multitud de pensamientos que pueden asaltarla constantemente.
  • No reeditar continuamente experiencias del pasado o no anticiparse a situaciones futuras, ya que de esta forma el momento presente pasa prácticamente inadvertido.
  • Aunque la práctica del mindfulness tiene interés y connotaciones claramente psicológicas, trasciende lo meramente psicológico y se impregna de un sentido más amplio. Algo así como una filosofía de vida y una forma de estar en el mundo y de conducirse por situaciones y momentos concretos.

¿Cómo se practica?

Para comprender realmente lo que significa el mindfulness y cultivar esta habilidad de la mente es necesario un entrenamiento con una persona que nos oriente y la dedicación de tiempo, constancia, energía y disciplina. Por lo tanto, no se trata de un proceso pasivo.

Cada vez más hay clases donde se enseña esta técnica, primero para sentir los beneficios del mindfulness, y segundo para ir profundizando en la práctica por nuestra cuenta. Normalmente se realizan en grupo y duran unas ocho semanas.

El entrenamiento en mindfulness consiste en observar expresamente cuerpo y mente, y permitir que las experiencias se vayan desplegando momento a momento, aceptándolas como son.

Su práctica se puede realizar en muy distintos niveles y por eso existe también la posibilidad de entrenarse estando inmerso en la agitada vida diaria, mientras se realizan actividades como caminar, comer o respirar conscientemente.

Se puede ejercitar simplemente preguntándose a uno mismo: “¿Qué estoy sintiendo justo ahora?”, “¿Estoy en este momento presente?”, “¿Estoy realmente atento?”. El objetivo es conducirse por la dinámica diaria prestando plena atención a la realidad en su conjunto, es decir, a las personas con las que interactuamos, a la forma en que comemos, a cómo nos sentimos, cómo hablamos, cómo escuchamos, entre otros aspectos.

El primer objetivo de la práctica de mindfulness es aquietar la mente, calmarla, volverla serena y tranquila. Para ello, se debe entrenar la mente para que permanezca centrada en un único punto, de forma constante e ininterrumpida, por ejemplo, en la propia respiración.

Beneficios

La práctica de mindfulness puede generar efectos positivos en la dinámica diaria de la persona que lo ejercita. Algunos son:

  • Mejora en el bienestar general de la persona.
  • Ayuda a recuperar el equilibrio interno. Aumenta el nivel de calma y serenidad.
  • Favorece la conexión con uno mismo, con los demás y con el mundo que nos rodea.
  • Estimula el reconocimiento de los constantes cambios en los pensamientos, emociones y sensaciones de la persona.
  • Aumenta la capacidad de concentración.
  • Enseña a respirar y a relajarse.
  • Mejora la calidad del sueño y los hábitos alimentarios.
  • Induce a aceptar la realidad tal como es, disfrutando del momento presente y reduciendo el sufrimiento.
  • Potencia la autoconciencia y el autoconocimiento.
  • Baja el nivel de impulsividad.
  • También puede utilizarse el mindfulness como método complementario en el tratamiento psicológico de determinados problemas como la ansiedad, el estrés, la depresión, el dolor agudo o crónico o el insomnio.

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Lo que debes saber…

  • Significa: atención plena a lo que sucede aquí y ahora.
  • Se puede aprender en: clases de grupo de unas ocho semanas.
  • Beneficios: mejora el bienestar, enseña a respirar, favorece el sueño, equilibrio…