En la actualidad, casi todo cuanto nos rodea: trabajo, familia, circunstancias personales, etc., nos pueden generar grandes dosis de tensión, malestar, estrés o ansiedad. Pero ¿es lo mismo sufrir estrés que ansiedad?

¿Cuál es el origen del estrés y la ansiedad?

El origen del estrés es claramente identificable. Ante una determinada situación, la persona siente que no tiene los recursos necesarios para hacerle frente, se siente superada, y se desencadenan las respuestas de estrés.

En cambio, el origen de la ansiedad es mucho más difuso, la persona se siente amenazada o experimenta miedo, pero no es necesario que sepa de donde provienen esas emociones, no tiene por qué identificar el origen de su malestar.

Desencadenantes

Los factores que desencadenan el estrés son externos, las circunstancias sobrepasan a la persona. Por el contrario, los factores que desencadenan la ansiedad son internos, pensamientos catastróficos que vaticinan lo peor, preocupación y anticipación de eventos improbables, angustia y miedo. Es decir, en la ansiedad, todos los aspectos de nuestra vida pueden ir muy bien, pero nuestro mundo interno nos impide sentirnos en consonancia.

Emociones

En el estrés, la emoción predominante es la preocupación en torno al estímulo que ha contribuido al desbordamiento de la persona, por ejemplo, la preocupación por los exámenes desencadena irritabilidad, sentimientos de tristeza, nerviosismo y sensaciones de frustración.

En cambio, en la ansiedad, la emoción predominante es el miedo a que algo malo pueda suceder, lo cual conduce a la persona a estar constantemente anticipando posibles situaciones catastróficas o negativas que se puedan desarrollar.

Duración de los síntomas

El estrés finaliza cuando la situación estresante desaparece o se ha superado, es decir, el estrés por los exámenes finaliza al terminar el último examen, volviendo la persona al estado fisiológico y psicológico anterior a las pruebas. Por el contrario, la duración en la ansiedad tiende a perpetuarse en el tiempo porque está asociada a una construcción interna propia, y a pensamientos irracionales en torno a una idea.

En el caso de los exámenes, la persona seguiría ansiosa una vez finalizados los exámenes por continuar pensando que lo podría haber hecho mucho mejor, qué notas va a sacar, cómo va a afrontar la siguiente tanda de exámenes, manteniendo así los niveles de ansiedad.

Espacio temporal

El estrés se atasca en el presente. Cuando la persona está estresada el tiempo pasa muy lento, se le hacen interminables las horas, y piensa que no va a encontrar alternativas para superar la situación. En cambio, la ansiedad se sitúa en el futuro, en la anticipación del pensamiento catastrófico.

Intensidad

En el estrés, la intensidad de los síntomas va acorde a la importancia de la situación. En cambio, en la ansiedad, la intensidad es completamente irracional ya que está relacionada con factores subjetivos.

Influencia mutua

El estrés produce ansiedad, pero el individuo que padece ansiedad no necesariamente padece estrés. La ansiedad es considerada una manifestación del estrés.

Gravedad

Aunque tanto el estrés como la ansiedad son dos respuestas adaptativas, normales y saludables, cuando éstas se presentan en exceso pueden causar grandes problemas de salud. No obstante, la gravedad de la ansiedad es mayor debido a que puede causar trastornos psicológicos como: ansiedad generalizada, ataques de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, fobias, hipocondrías, etc. En cambio, la severidad del estrés no es tan intensa, pero el exceso puede causar o agravar determinadas enfermedades orgánicas.

¿Cuáles son las diferencias en el tratamiento?

Por todos estos motivos es fácil concluir que el estrés y la ansiedad necesitan tratamientos muy diferentes.

  • En el caso del estrés, normalmente es suficiente con lidiar con el factor estresante que lo causa: la situación laboral, el periodo de exámenes, una relación de pareja difícil, etc. y desarrollar estrategias para hacerles frente, como compensar ese estrés con actividades que nos ayuden a relajarnos, irnos de vacaciones, hacer yoga, etc. o aprender a convertir el estrés en una sensación motivante, lo que se conoce como eustrés o estrés positivo.

  • La ansiedad, en cambio, es una patología mental más grave y normalmente más persistente que requiere de terapia, y en muchas ocasiones también medicación. Eso no quiere decir que las personas que padecen ansiedad no puedan beneficiarse de actividades relajantes, hacer ejercicio físico o reducir el consumo de sustancias estimulantes como la cafeína.

Diferencias estrés y ansiedad

ESTRÉS

ANSIEDAD

Origen

Identificable

Dudoso

Desencadenantes

Externas

Internas

Emociones

Preocupación

Miedo

Duración de los síntomas

Acaba cuando desaparece la situación estresante

Se alarga indefinidamente en el tiempo

Espacio temporal

Presente

Futuro

Intensidad

Acorde a la importancia de la situación

Irracional

Influencia mutua

Produce ansiedad

No tiene por qué haber estrés

Gravedad

Menor

Mayor

Tratamiento

Estrategias de gestión del estrés

Terapia psicológica y/o fármacos

En conclusión, entender las diferencias entre el estrés y la ansiedad es esencial para mantener una buena salud mental. Si experimentas síntomas de estrés o ansiedad, busca ayuda de un profesional de la salud mental para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento efectivo. Al hacerlo, puedes tomar medidas para mejorar tu bienestar mental y reducir los efectos negativos de estas condiciones en tu vida.

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Lo que debes saber…

  • En el estrés, la emoción predominante es la preocupación en torno al estímulo que ha contribuido al desbordamiento de la persona, mientras que en la ansiedad, la emoción predominante es el miedo.

  • El estrés se atasca en el presente. En cambio, la ansiedad se sitúa en el futuro, en la anticipación del pensamiento catastrófico.

  • El estrés y la ansiedad necesitan tratamientos muy diferentes, siendo la ansiedad una patología mental más grave y normalmente más persistente que requiere de terapia, y en muchas ocasiones también medicación.