Ecoansiedad ¿qué es y cómo gestionarla?
Resumen del contenido
Médico cirujana especialista en medicina familiar y comunitaria. Además, es graduada en Psicología y trabaja como médico del Dispositivo de Apoyo en el Distrito Metropolitano de Granada. Compagina su labor profesional con la divulgativa escribiendo artículos médicos.
Aunque desde hace décadas se viene hablando del cambio climático, en los últimos años se ha hecho más acusado. Ponemos la televisión o navegamos por Internet y vemos cómo las sequías nos afectan (especialmente al cuerno de África), los glaciares se derriten (a pasos agigantados), un sifón azota la costa (al otro lado del charco), nos abordan noticias sobre los mares de plásticos…
Lo cierto es que el cambio climático es una realidad y amenaza nuestro futuro a medio y largo plazo en la Tierra. Esta problemática, imparable, está teniendo gran impacto en la población, sobre todo en los jóvenes, lo que genera una sensación de angustia e impotencia por los cambios actuales y venideros. Y ha dado lugar a la aparición de un trastorno relacionado, la ecoansiedad, que se manifiesta con aceleración del pulso, sudoración, sensación de miedo emergente…
¿Cuáles son las causas de la ecoansiedad?
Podemos definir la ecoansiedad como el trastorno adaptativo que aparece al observar y vivir el deterioro del planeta a causa de la intervención humana y debido al cambio climático.
La American Phsycologist of America (APA) describe la ecoansiedad como el temor crónico a un cataclismo ambiental al observar el impacto aparentemente irrevocable del cambio climático y la preocupación asociada por el futuro.
Generalmente, este tipo de ansiedad es más frecuente en jóvenes, activistas y concienciados con el medio ambiente.
Relacionado con este concepto, se encuentra el de solastalgia, definida como los trastornos psicológicos que aparecen en una población nativa, como consecuencia de cambios destructivos en su territorio. La diferencia entre ambos conceptos (ecoansiedad y solastalgia) estriba en si se ha vivido o no el desastre natural.
¿Cuáles son los principales síntomas y cómo podemos identificarla?
Detrás de la ecoansiedad se esconden emociones muy diversas:
- Miedo al deterioro del planeta y a sus consecuencias en un futuro próximo, en nosotros y en generaciones venideras.
- Tristeza por observar y vivir los cambios negativos en nuestro planeta.
- Frustración por no poder abarcar un gran radio de acción, pues no podemos hacer más que lo que está en nuestras manos.
- Ira y enfado por no poder controlar los cambios, ya que no dependen de nosotros.
Los principales síntomas son, por tanto, ansiedad, nerviosismo, miedo y tristeza. Pueden aparecer sudoración, taquicardias, incluso insomnio… En casos más graves, depresión, frustración e ira, así como dificultad para relacionarnos con otras personas, e incluso enfado con aquellas que pensamos que no le dan la importancia que merece.
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¿Qué podemos hacer cuando aparece?
Pautas para afrontar la ansiedad y paliar los síntomas:
- Fomentar la resiliencia: que es la capacidad para superar un evento adverso. Lo que mejora el estrés postraumático y la depresión tras sufrir un desastre natural. Podemos aumentar nuestra resiliencia mejorando las relaciones con familiares y amigos, aceptando ayuda, viendo los aspectos menos negativos, confiando en nuestra capacidad para resurgir…
- Fomentar una visión positiva: las personas positivas tienden a sentirse mejor que aquellas que se quedan enfrascadas en los aspectos negativos, pues suelen gestionar mejor los pensamientos, emociones y conductas. Sacar lo positivo nos ayuda a no permanecer en la queja, el sufrimiento y la frustración.
- Promover el afrontamiento activo y mejorar la autorregulación: buscar ayuda de un profesional cuando sea necesario, ya que nos puede dar pautas para mejorar nuestra autorregulación de emociones.
- Impulsar la preparación física y mental para los desastres que pudieran acontecer.
- Mejorar nuestra red de apoyo psicosocial: mantener y mejorar nuestras relaciones con familiares, amigos, y otros iguales, mejora la capacidad para superar traumas.
- Cuando sea posible, mantener la conexión con el lugar: sentirse conectado nos hace ser más adaptables y mejora nuestra capacidad de recuperación.
- Poner nuestro granito de arena contra el cambio climático: esto hace que disminuya el sentimiento de culpa. Llevar y fomentar una vida más saludable y un estilo ecosostenible, como por ejemplo, apostar por medios de transporte sostenibles como la bicicleta, no utilizar envases de plástico, evitar acciones que contaminen o hacer un uso responsable del agua.
Lo que debes saber…
- Podemos definir la ecoansiedad como la ansiedad que aparece al observar y vivir el deterioro del planeta a causa de la intervención humana y debido al cambio climático.
- Los principales síntomas son ansiedad, nerviosismo, miedo, tristeza… Podemos tener sudoración, taquicardias, insomnio… En casos más graves puede aparecer depresión, frustración e ira, así como dificultad para relacionarnos con otras personas, e incluso enfado con aquellas que pensamos que no le dan la importancia que merece.
- Fomentar nuestra resiliencia, así como una actitud positiva, e intentar aportar nuestro granito de arena hacia un estilo de vida más sostenible y saludable… pueden contribuir a gestionar mejor este trastorno y paliar sus síntomas.
Dra. Cristina Jaraba
Graduada en Psicología, y especialista en Medicina de Familia y Comunitaria de Teladoc Health
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