Los celos en la pareja: cómo tratarlos
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Sin embargo, los celos esporádicos o en dosis moderadas pueden considerarse naturales y adaptativos, ya que suelen llevar a cuidar y valorar la relación que se tiene. Pero si éstos se presentan de una manera exagerada y descontrolada se convertirán en una reacción enfermiza que nublará la razón de quien los posee.
De esta forma, una persona demasiado celosa tenderá a basar sus sospechas en hechos infundados o a detectar continuamente señales de que se están cumpliendo sus temores e intentará solucionar su problema ejerciendo un estricto control sobre su pareja.
Es importante diferenciar los celos de la envidia. Mientras que en esta última la persona desea lo que no tiene, en los celos uno teme perder lo que posee.
Se pueden considerar celos patológicos cuando se trata de una reacción intensa, duradera e infundada, causando sufrimiento en la persona que los posee, pensamientos recurrentes sobre dichos miedos y una conducta muchas veces dirigida por ese sentimiento.
¿Por qué aparecen?
En los celos existen dos componentes principales: la posesión y la inseguridad. Quien los posee tiene el convencimiento de que la persona amada es de su propiedad, y la posibilidad de perder esa valiosa posesión que le proporciona seguridad, le genera una gran angustia, problemas con su autoestima y ansiedad.
Una persona muy celosa se siente incapaz de rechazar los pensamientos relacionados con la infidelidad de su pareja, aunque no cuente con ninguna evidencia o prueba objetiva.
Pero… ¿cuáles son las posibles claves que pueden originar la aparición de los celos?
- Determinadas experiencias infantiles de la persona que los sufre. El aprendizaje de ese tipo de reacciones celosas en la familia o en entornos próximos. Por ejemplo, una persona que ha presenciado escenas de celos en sus padres puede ser más propensa a ser celosa que una persona cuyos padres se sentían seguros el uno del otro.
- El contexto sociocultural en el que la persona está inmersa. Determinadas experiencias vividas anteriormente. Una persona que ha sido traicionada por alguien en quien confiaba es más probable que posteriormente desarrolle una personalidad celosa.
- El tipo de relación que se establece entre una persona celosa y su pareja y los patrones destructivos que provocan y mantienen los celos.
¿Cuáles son las características de la personalidad celosa?
Los celos son un sentimiento innato, pero es necesario el desencadenante del entorno para que éstos se manifiesten. Los rasgos de personalidad de la persona celosa son:
- Inseguridad y dependencia emocional.
- Desconfianza ante los demás.
- Baja autoestima. Los sentimientos de inseguridad conllevan fácilmente a pensar que los demás valen más que ellos.
- Introversión y carencia de recursos y habilidades sociales.
También hay que tener en cuenta que los celos suelen aparecer con más facilidad en determinados momentos de la vida de la pareja, como al inicio de la convivencia, con el nacimiento de un hijo, ante el comienzo de un nuevo trabajo, en situaciones de viajes profesionales o de éxito profesional, entre muchas otras situaciones.
También hay otros contextos específicos que aumentan la probabilidad de que se desencadenen y desarrollen los celos como, por ejemplo, cuando el otro miembro de la pareja muestra mucho interés por otra persona o ante el desconocimiento de su paradero.
¿Cómo solucionarlo?
En líneas generales, si se trata de una reacción moderada, se pueden tener en cuenta las siguientes indicaciones:
- Tratar de ser objetivo, diferenciando los hechos reales de los imaginados o temidos.
- Ser consciente que es saludable dejar a la pareja un espacio propio.
- Evitar el impulso de culpar al otro, teniendo en cuenta que es un sentimiento propio y que uno mismo es el único responsable de la situación y de su superación.
- Evitar controlar constantemente lo que hace el otro, provocando que se sienta cada vez más atrapado y agobiado.
- Evitar a la vez el uso de amenazas o las conductas violentas, que solamente ampliarán el problema.
- Contrastar esos temores y sospechas y expresar el sufrimiento y la angustia con personas de confianza. Los puntos de vista de los demás pueden ser útiles a la hora de analizar lo que está ocurriendo de forma objetiva y de encontrar nuevos enfoques o soluciones.
- Aprovechar esta reacción emocional para conocerse más a uno mismo y detectar las propias necesidades.
- Ante un problema de celos patológicos, es necesaria la ayuda de un profesional de la psicología, especializado en terapia de pareja.
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- Esporádicos o en dosis moderadas, los celos suelen llevar a cuidar y valorar la relación que se tiene.
- Se pueden considerar celos patológicos cuando causan sufrimiento en la persona que los posee, pensamientos recurrentes y una conducta bastante dirigida por ese sentimiento.
- Hay que intentar ser objetivos, evitar culpar al otro, expresar la angustia con gente de confianza… En caso de celos patológicos, puede ser necesario acudir a terapia de pareja.
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