Bien es cierto que, aunque físicamente nos encontremos siempre en el momento presente, a nivel mental y emocional podemos viajar al pasado o transportarnos al futuro. De uno mismo depende. Sin embargo, lo ideal es vivir el presente y disfrutar de él.

Dificultades

Vivir el presente a veces puede resultar complicado. De hecho, las principales dificultades aparecen cuando no nos podemos deshacer del pasado y le damos demasiada importancia, o cuando pensamos continuamente en un hipotético futuro, olvidándonos de vivir la realidad. Concretamente, las dificultades que hay que afrontar son las siguientes:

  • Los recuerdos del pasado: recordar y dar vueltas a algo negativo que sucedió o que se realizó.
  • Situaciones felices vividas en un pasado: pensar con nostalgia en determinadas situaciones vividas deseando volver a él.
  • Los miedos o las preocupaciones por el futuro: la anticipación con connotaciones negativas normalmente comporta previsiones catastrofistas sobre lo que puede ocurrir.
  • Las ensoñaciones con deseos sobre lo que se quiere conseguir: el tiempo presente se consume ante la espera y el deseo de alcanzar una determinada situación futura, siendo utilizado únicamente como el vehículo para llegar a la misma.

Recomendaciones

Se debe tener en cuenta que:

  • La única situación que realmente se necesita afrontar en cualquier etapa de la vida es el momento presente. Siempre se puede afrontar y resolver cualquier situación en el presente. Las respuestas, las fortalezas, las acciones, los recursos, estarán allí en el momento justo en que se necesiten, no antes ni después, pero sí en el instante preciso en que formen parte del presente.
  • Cuando se está pensando negativamente en el pasado o el futuro, se sufre emocionalmente, como si esa situación fuera parte del presente, causando un desgaste emocional innecesario por una realidad imaginada o recordada.
  • Pensar en un momento distinto al presente no necesariamente supone un problema y, en muchos aspectos, puede resultar muy enriquecedor. Lo que sí es realmente importante es la libertad para ello, es decir, debe ser uno mismo quien, de forma voluntaria y en momentos acotados, recuerde una situación pasada o se proyecte hacia una situación futura.
  • Sólo uno mismo tiene la capacidad de decidir qué pensar, qué sentir y en qué centrar su atención.

Entrenar la capacidad de vivir el presente

La capacidad de vivir el presente se puede practicar y entrenar de la siguiente manera:

  • Aprender a observarse a uno mismo: debemos ser capaces de analizarnos y cuestionarnos una serie de hechos como ¿nos estamos centrando exclusivamente en el momento presente? ¿Cuál suele ser nuestro estado emocional? ¿Nos solemos preocupar con angustia, miedo o ansiedad? ¿Nos lamentamos por hechos o acciones del pasado, alcanzando un estado de culpabilidad? ¿Qué problema existe aquí y ahora, en este mismo instante? ¿Hay algo que no funcione en este momento?
  • Cultivar el sentimiento de gratitud por el momento presente y por lo que tenemos en este momento de la vida: debemos valorar de forma positiva y prestando especial atención a aquello que realmente funciona.
  • Reconocer la singularidad irrepetible de cada momento.
  • Reflexionar acerca de lo que se puede agradecer de una situación complicada o difícil: pensar que incluso los momentos difíciles ocurren por algún motivo y aportan enseñanzas positivas que pueden ser de gran utilidad.
  • Agradecer y aprender del pasado: para hacerlo debemos reconciliarnos con él.
  • Proyectar el futuro que realmente deseamos construir.

Resultados

Algunas de las ventajas que podemos llegar a conseguir si practicamos la capacidad son las siguientes:

  • Mayor concentración en aquello que está sucediendo alrededor nuestro o sobre lo que estamos realizando.
  • Mayor conciencia que lleva a un mayor disfrute.
  • Hacer las cosas mejor: no tener la mente ocupada con otras cosas permite que toda la capacidad y concentración estén dedicadas a la acción del presente.
  • Poseer mejor memoria al haber estado más concentrado.
  • Mayor felicidad y productividad ya que conseguiremos vivir el presente sin preocupaciones.

En general, lograremos una vida más armoniosa y positiva o, mejor dicho, aprenderemos a valorar y disfrutar nuestro presente de manera que tendremos la sensación de haber conseguido una vida más positiva.

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Lo que debes saber…

  • Lo único real es el momento presente, donde se encarnan las vivencias.
  • Vivir el presente puede resultar complicado tanto si no dejamos el pasado a un lado como si pensamos continuamente en un hipotético futuro, olvidándonos de vivir la realidad.
  • La capacidad de vivir el presente se puede practicar mediante ejercicios de auto observación y de reflexión, entre otros.