Viajar en avión con problemas de oído

Resumen del contenido
Licenciada en Medicina y Cirugía, por la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia. Especialista en Reumatología. Doctorado en Psicopatología y Psicología social. Actualmente (desde 2002) es Médico consultor del departamento de Segunda Opinión Médica, en Teladoc Health. Médico colaborador con grupo de Traumatología, especialista en Reumatología, en la Clínica Teknon de Barcelona (desde 2010). Y Médico Colaborador Especialista en Reumatología en el Instituto Poal de Reumatología desde 1990.
Al viajar en avión, se producen cambios de presión en cabina debido a las diferentes altitudes lo que hace que nuestros oídos reaccionan a este cambios de presión a través de la trompa de Eustaquio, tratando de igualar la presión en el oído medio abriéndose para dejar entrar o salir el aire. Para entender lo que pasa, repasemos las tres partes del oído:
- Oído externo: formado por el pabellón auricular (oreja) y el conducto auditivo externo, un estrecho canal que llega hasta el tímpano.
- Oído medio: es una pequeña cavidad rellena de aire, en la que se encuentran la membrana timpánica, la cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo) y la trompa de Eustaquio que comunica el oído medio con la faringe y que se encarga de equilibrar la presión exterior y la del oído medio.
- Oído interno: formado por el sistema vestibular y la cóclea. Es la responsable de la audición, tiene forma de caracol, contiene fluido y las células ciliadas y de ella parte el nervio auditivo, que conecta el oído con el cerebro.
¿Qué sucede?
Son estos desequilibrios entre la presión entre el oído medio y el ambiente exterior los que pueden provocar molestias o dolor moderado de uno o ambos oídos o sensación de opresión o congestión pérdida auditiva o amortiguación de la audición. En casos graves puede producirse una pérdida de audición importante, dolor intenso, zumbidos, vértigos o incluso sangrado de oído. Puede ocurrir en cualquier momento de éste, pero son más frecuentes en el aterrizaje y despegue donde los cambios de presión son más acusados.
¿Cómo se puede evitar?
Para evitarlo, la técnica más eficaz es la conocida como “maniobra de Valsalva”, que consiste en taparse la nariz con los dedos y, a continuación, tratar de expulsar el aire por la boca manteniéndola cerrada, así se aumenta la presión en la trompa de Eustaquio y el oído medio.
También puede utilizarse la “maniobra de Toynbee”, que consiste en deglutir saliva mientras se mantiene pinzada la nariz, con la que conseguimos un descenso de presión en la rinofaringe y en el oído medio.
Algunos trucos que pueden aliviar la presión en los oídos durante el vuelo son masticar chicle, provocarnos un bostezo, tragar o evitar dormir durante la última parte del vuelo.
Los tapones EarPlanes también son útiles. Deben colocarse en ambos oídos antes del despegue y quitarlos después de aterrizar y una vez que se haya abierto la puerta de la cabina. Si es un vuelo muy largo se puede quitar cuando está el avión en máxima altitud de crucero y colocarlos una horas antes del aterrizaje.
¿Qué pasa en caso de infección o resfriado?
En caso de infección activa de oídos o resfriado severo se puede producir un bloqueo de la trompa de Eustaquio por el exceso de líquido, lo que dificulta el proceso de compensación de las presiones. Esto es más frecuente que se produzca en los niños, ya que sus trompas son más pequeñas. Si es posible se recomienda no volar en caso de infección activa, pero si esto no es posible, se aconseja tomar un antiinflamatorio para reducir el dolor o un descongestionante nasal o antihistamínico, siempre bajo la supervisión de un médico y nunca automedicarse; beber muchos líquidos durante el vuelo, evitar dormirse y masticar chicle o chupar caramelos, sobre todo en el despegue y aterrizaje.
Las afecciones de oído atribuidas al vuelo suelen ser leves y curarse por sí solas en poco tiempo, pero en caso de gravedad (pérdida sostenida o completa de la audición, dolor intenso o hemorragia por el oído) debe consultarse rápidamente con el médico, recuerda que con los Seguros de Salud de MAPFRE cuentas con asistencia médica para tratar esta y otras dolencias que puedan surgirte durante o después del viaje.
Lo que debes saber…
- Los desequilibrios entre la presión entre el oído medio y el ambiente exterior los que pueden provocar molestias o dolor moderado de uno o ambos oídos o sensación de opresión o congestión pérdida auditiva o amortiguación de la audición.
- Para evitarlo, la técnica más eficaz es la conocida como “maniobra de Valsalva”, que consiste en taparse la nariz con los dedos y, a continuación, tratar de expulsar el aire por la boca manteniéndola cerrada, así se aumenta la presión en la trompa de Eustaquio y el oído medio.
- Si es posible se recomienda no volar en caso de infección activa, de oídos o resfriado severo, ya que se puede producir un bloqueo en la trompa de Eustaquio por el exceso de líquidos, lo que dificulta la compensación de las presiones.
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