¿Se puede volar estando embarazada?
Resumen del contenido
Médico especializada en ginecología y obstetricia. Con más de dos décadas de experiencia en la profesión, es una experta en ecografía de 20 semanas, diagnóstico prenatal, parto, histeroscopia quirúrgica y laparoscopia, entre otras. Compagina su trabajo en diferentes centros con la docencia y la redacción de artículos.
Cada vez con mayor frecuencia las pacientes embarazadas consultan por si hay alguna contraindicación para volar en avión y, en general, no la hay. Sin embargo, sí podemos hacer algunas consideraciones al respecto.
¿Qué restricciones hay para pasajeras embarazadas?
Al referirnos a un viaje ocasional durante el embarazo, debemos generalizar que volar en sí no afecta el desarrollo del embarazo, no implica riesgos para la madre ni para el feto, y no influye en el inicio del parto. Sin embargo, las aerolíneas, algunas con políticas más estrictas que otras, imponen restricciones para admitir a mujeres embarazadas en las últimas semanas de gestación entre sus pasajeros. Esto es únicamente una medida de seguridad para evitar el riesgo de tener que atender un parto en pleno vuelo, lo que representaría un grave compromiso para la tripulación y la empresa. De acuerdo con esto, la regla general es permitir a las mujeres con embarazos que transcurren con normalidad y etiquetadas de bajo riesgo viajar sin restricciones hasta la semana 28, aunque se puede requerir un documento firmado por el obstetra que certifique las semanas de embarazo y que no hay contraindicaciones para volar a partir de la semana 28 o 32, según la aerolínea. No se permite volar a partir de la semana 36, que es aproximadamente un mes antes de la fecha probable de parto en embarazos únicos, y desde la semana 32 en los embarazos múltiples.
¿Y para las miembros de la tripulación embarazadas?
Otra cuestión es formar parte de la tripulación y realizar varios vuelos a la semana a lo largo del embarazo; en este caso, debemos considerar los posibles efectos de la radiación cósmica. Los rayos cósmicos son partículas energéticas que se desplazan por la atmósfera, con una densidad mucho mayor a la altitud en la que vuelan los aviones que en el suelo terrestre. La exposición a estos rayos durante un viaje específico es mínima y no se conocen repercusiones sobre el desarrollo del embarazo; sin embargo, su efecto acumulativo podría afectar al embrión o feto, lo cual es importante considerar en el personal de vuelo.
Otro factor para considerar es el impacto de las variaciones de presión y de concentración de oxígeno que pueden ocurrir durante el vuelo, las cuales en situaciones normales son compensadas sin afectar el embarazo.
Riesgo de trombosis
La principal preocupación es el riesgo de trombosis venosa derivado de la inmovilidad durante viajes prolongados, ya sea en avión, en otros medios de transporte o por cualquier otra razón. La gestación aumenta la probabilidad de estos eventos trombóticos, al igual que la falta de movimiento, por lo que es altamente recomendable, en caso de hacer viajes prolongados, levantarse para caminar un poco cada dos horas como máximo, además de ejecutar ejercicios de flexión o rotación de los tobillos durante el trayecto y usar medias compresivas por debajo de las rodillas para reducir este riesgo. No se aconseja de manera general el uso de aspirina o heparina, quedando su aplicación al juicio médico en situaciones muy específicas.
Otras preocupaciones relacionadas
Un tema relacionado con los vuelos, y que genera consultas de las gestantes, son los arcos de seguridad en los aeropuertos. Estos emplean, para identificar metales, radiación electromagnética de baja frecuencia, la cual no tiene efectos perjudiciales conocidos sobre el embarazo; es la misma que emiten los teléfonos móviles, los ordenadores y numerosos electrodomésticos de uso habitual. Por lo tanto, si estás embarazada, puedes atravesar sin reservas los arcos de seguridad típicos de los aeropuertos y de muchos edificios gubernamentales.
¿Qué medidas tomar al volar?
Si tenemos en cuenta todas estas consideraciones, no hay objeción para volar en avión si estás en estado de gestación. Eso sí…
- Considera que el momento óptimo para viajar es durante el segundo trimestre, pues la mayoría de las embarazadas ya han superado la etapa de náuseas, fatiga y falta de energía típicas del primer trimestre, y nos alejamos del tiempo de mayor riesgo de aborto, cuando indudablemente preferiremos estar cerca de nuestro centro médico. Y también antes del tercer trimestre, cuando se vuelven a experimentar molestias relacionadas con el estado avanzado del embarazo y cuando soportar largas horas de viaje sentadas será mucho más incómodo.
- Recuerda usar prendas cómodas que no ajusten en la cintura; dependiendo del tiempo de viaje, considera unas medias compresivas debajo de la rodilla.
- Si puedes, elige un asiento de pasillo para que puedas levantarte con frecuencia y estirar las piernas o ir al baño.
- Evita ciertos alimentos y bebidas gaseosas que puedan provocar molestos gases que arruinen tu viaje.
- Bebe agua en abundancia ya que la humedad dentro de la cabina es bastante baja y es común experimentar deshidratación en la piel y mucosas.
Con todos estos consejos puedes viajar tranquila y disfrutar del vuelo. De todas formas, si consideras que es mejor no tomar ese vuelo, con los seguros de viaje MAPFRE tienes la cobertura de cancelación de viaje, con la cual recibirás el reembolso de gastos por numerosas razones de anulación de viaje.
Lo que debes saber…
- Es muy recomendable, en viajes prolongados, levantarse para caminar un poco cada dos horas como máximo, realizar ejercicios de flexión o rotación de los tobillos durante el trayecto y usar medias compresivas por debajo de las rodillas para reducir el riesgo de trombosis.
- El momento óptimo para viajar es durante el segundo trimestre, pues se ha superado la etapa de náuseas, fatiga y falta de energía típicas del primer trimestre, y nos alejamos del tiempo de mayor riesgo de aborto, cuando sin duda es preferible estar cerca de nuestro centro médico.
- No se permite volar a partir de la semana 36, que es aproximadamente un mes antes de la fecha probable de parto en embarazos únicos, y desde la 32 en los embarazos múltiples.
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