Una herida es una lesión provocada por rotura de la piel u otros tejidos. Las pequeñas heridas en general, como cortes y rasguños menores, son fácilmente tratables en casa siguiendo una serie de consejos. Es importante lograr una cicatrización rápida y evitar las infecciones hasta que sanen por completo. ¡Te damos todos los detalles para curar una herida!

Pasos para tratar una herida

  1. Limpiar la herida para evitar infecciones: para ello debemos arrastrar la suciedad, las bacterias o partículas de polvo o tierra, etc. La herida se debe lavar con agua a temperatura ambiente y jabón neutro. No debe utilizarse nunca agua fría. Después de asegurarnos que la herida está bien limpia se puede aplicar algún antiséptico.
  2. El segundo paso sería proteger la herida de la suciedad y las bacterias mediante apósitos.
  3. El tercer paso sería la curación. Hace años se pensaba que era mejor dejar que las heridas se curaran al aire pero esto parece que retrasa la cicatrización y por eso en la actualidad se prefiere utilizar apósitos que confieren un estado de humedad que evite roces de la herida, permite que nos podámos duchar y nos protege de microorganismos externos.

Fármacos para curar una herida

Antisépticos

Son sustancias que aplicadas de manera tópica evitan la infección de la herida destruyendo microorganismo o evitando que estos se reproduzcan. No hay unos mejores que otros. Hay diferentes tipos:

  • Alcohol 70º: actúa frente a bacterias y virus, pero no debe utilizarse en heridas abiertas
  • Clorhexidina: actúa frente a bacterias, virus, hongos, esporas, etc., hoy se considera el más eficaz y es el más utilizado. Ojo ya que si está en concentraciones muy elevadas (>4%) puede dañar los tejidos.
  • Mercurocromo: actúa sobre bacterias y hongos. Ojo porque algunos pacientes son alérgicos al mismo
  • Povidona yodada: actúa sobre bacterias, virus y hongos. No debe utilizarse en embarazadas, ni en el cordón umbilical, ni en lactantes o personas con afectación tiroidea, ya que puede haber absorción del yodo a nivel sistémico. En ocasiones puede provocar irritación cutánea.

Los apósitos

Son productos empleados para cubrir y proteger una herida. Alivian el dolor y actúan de barrera frente las infecciones absorbiendo el exudado de la herida, favoreciendo la circulación sanguínea lo que acelera la cicatrización. Los más utilizados son los parches de gel de silicona que son suaves, elásticos y flexibles y se adhiere fácilmente a la piel.

Últimamente han aparecido apósitos en aerosol y líquidos que en contacto con la piel forman una película protectora y son muy fácil de utilizar.

Tener en cuenta…

  • Antes de tratar una herida leve debemos lavarnos bien las manos con agua y jabón para evitar infecciones. Usar guantes protectores y, con ellos, procederemos a lavar completamente la herida con agua y un jabón neutro, siempre de manera suave y después irrigar con suero fisiológico. No debe utilizarse agua fría ya que podría actuar retardando la cicatrización de la herida. Después aplicaremos un antiséptico.
  • En caso de sangrado de la herida debemos presionar con un apósito seco o empapado en agua oxigenada unos minutos con el fin de detener el sangrado. Si el sangrado no se detiene hay que acudir a un servicio de urgencias.
  • Si existe la posibilidad de que la herida se contamine o se vuelva a abrir por fricción, se debe cubrir con un apósito, una vez que se haya detenido el sangrado. Los apósitos recomendados son los hidrocoloides.

Cómo actuar según el tipo de herida

  • En caso de pincharnos o clavarnos un objeto debemos como siempre lavarnos las manos y usar guantes. Después aplicaremos un chorro de agua durante unos minutos para enjuagar el sitio de la punción y posteriormente procederemos a lavar con jabón neutro. Hay que asegurarse de que no queda ninguna astilla, o material dentro de la herida y, si encontramos algo o tenemos duda se aconseja acudir al médico.
    Es importante asegurarnos que el paciente esta vacunado frente al tétanos y ha ido recibiendo la dosis de recuerdo que debe realizarse cada 10 años
  • Úlcera por presión, una vez que nos hemos lavado las manos y colocado guantes procederemos a limpiar las lesiones inicialmente y en cada cura con suero fisiológico pero de manera muy suave con el fin de arrastrar bacterias o restos de curas anteriores pero no friccionar la zona para no originar más daño. En este caso no se debe aplicar antisépticos. Posteriormente una vez secada la zona se debe cubrir con apósitos especiales para úlceras que se consiguen en farmacia.
  • Quemadura leve producida generalmente por tocar agua caliente o con la llama de fuego o en la cocina, etc., debemos enfriar la zona con chorros suave de agua fría durante 10-15 min. Después lavamos la zona con suero fisiológico o con agua y jabón neutro. Aplicaremos un antiséptico y cubriremos la zona con un apósito hidrocoloide.

Remedios caseros

Hay diferentes plantas y sustancias naturales con propiedades antiinflamatorias y que favorecen la cicatrización de heridas como son el aloe vera o el romero.

  • Con el aloe vera podemos cortar la hoja de la planta directamente, abrirla por la mitad, lavar la pulpa con agua y utilizar el gel que sale directamente sobre heridas, quemaduras, pieles secas o eccemas, también se encuentra cremas y geles formulados para uso cutáneo
  • El romero se considera una hierba balsámica con potente poder antiinflamatorio y antiséptico sobre las heridas y su aceite esencial es un poderoso antibacteriano y fungicida

Si una herida se infecta se puede entorpecer el proceso de curación. Podemos sospechar que la herida está infectada porque la piel aparecerá caliente alrededor de la herida y/o con una secreción amarillenta o verde y/o un olor muy desagradable, también podremos ver marcas rojas alrededor de la herida y siempre debemos estar atentos a la aparición de fiebre o dolor. En estos casos debemos acudir al médico y no seguir intentando medidas conservadoras en el domicilio.

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Lo que debes saber…

  • Hace años se creía que era mejor dejar que las heridas se curaran al aire pero parece que retrasa la cicatrización y por eso ahora se prefiere usar apósitos que confieren un estado de humedad que evita roces, permite que nos podamos duchar y protege de microorganismos externos.
  • Si existe la posibilidad de que la herida se contamine o se vuelva a abrir por fricción, se debe cubrir con un apósito, una vez que se haya detenido el sangrado. Los apósitos recomendados son los hidrocoloides.
  • Podemos sospechar que la herida está infectada porque la piel aparecerá caliente alrededor de la herida y/o con una secreción amarillenta o verde y/o un olor muy desagradable. También podremos ver marcas rojas alrededor de la herida y siempre debemos estar atentos a la aparición de fiebre o dolor.

Bibliografía