Cómo tratar quemaduras de segundo grado
Resumen del contenido
Licenciada en Medicina y Cirugía Universidad de Salamanca. Suficiencia investigadora en Medicina y Cirugía Universidad de Salamanca. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Universidad de Barcelona. Telehealth, as a tool in Chronic Disease Management por la Harvard Medical School, Boston, EE.UU.
¿Qué es una quemadura?
La quemadura es un deterioro o pérdida de la integridad cutánea y/o tisular, relacionado con la exposición a un agente causal y con el tiempo de exposición con ese agente.
Las quemaduras pueden afectar a la piel y/o a los tejidos internos. Pueden ser térmicas, por congelaciones, por sustancias químicas, por electricidad, por exposición al sol o a diferentes tipos de radiación, escaldaduras por líquidos calientes y vapor. Otro tipo de quemadura es la causada por inhalación de humo o de partículas tóxicas o gases inflamables o por ingesta de agentes tóxicos.
Las quemaduras se clasifican en tres grados en función de su gravedad, siendo las quemaduras de segundo grado aquellas que dañan la capa externa de la piel y la que se encuentra justo por debajo de ella.
¿Cuáles son los síntomas de una quemadura de segundo grado?
La quemadura de segundo grado puede ser superficial, afectando a la dermis, o profunda, con afectación de la unión dermo-epidérmica.
- Las quemaduras superficiales pueden producir ampollas, que son muy dolorosas, rosadas y que palidecen al presionarlas. Cicatrizan en 10-15 días y, bien tratadas, no dejan secuelas.
- Las quemaduras profundas presentan un aspecto rojo, húmedo y con zonas blanquecinas. No palidecen a la presión y provocan dolor intenso. Cicatrizan a los 21 días aproximadamente.
Las quemaduras de segundo grado en tejido tisular interno por inhalación o ingesta cursan con dolor que puede ser intenso y puede acompañarse de dificultad para el paso del aire o la deglución.
Primeros cuidados de una quemadura de segundo grado
- En primer lugar, mantener la calma y tranquilizar a la persona afectada.
- Si hay ropa y no está pegada a la quemadura, debe retirarse con cuidado. De lo contrario, no hay que tocarla.
- Si la quemadura está causada por agentes químicos, retirar toda la ropa que contenga dicho agente.
- Posteriormente, enfriar la quemadura con agua fría, no hielo, el frío extremo del hielo puede lesionar aún más el tejido. Si es posible, especialmente si la quemadura es causada por productos químicos, mantener la piel quemada bajo agua corriente y fría durante 10 a 15 minutos hasta que no duela tanto. Si esto no es posible, colocar un paño húmedo limpio y fresco sobre la quemadura, o sumergirla en un baño de agua fría durante 5 minutos.
- Posteriormente, mantener cubierta la zona lesionada preferiblemente con un apósito limpio vaselinado o con uno específico para quemaduras.
- Uno de los errores más comunes es tocar o pinchar las posibles ampollas que salen en nuestra piel como consecuencia de la quemadura. Las ampollas más pequeñas no se deben tocar, curan por sí solas en unos días y sirven de barrera protectora; si se rompe de manera espontánea, lavar la zona con agua y jabón de forma suave y colocar un apósito vaselinado o específico para quemaduras durante unos días, cambiarlo a diario. En las ampollas de mayor tamaño, será el profesional sanitario el encargado de decidir el mejor tratamiento posible.
- Una vez finalizados los primeros auxilios, la persona quemada debe acudir a un centro sanitario para recibir asistencia médica inmediata.
¿La quemadura de segundo grado, dejará cicatriz?
La evolución y el tiempo de curación de una quemadura de segundo grado están determinados por muchos factores entre los que destacan la extensión de la quemadura, el periodo de exposición al agente térmico y la temperatura del mismo y la rapidez en recibir asistencia médica.
Cuanto mayor sea la profundidad de la quemadura, mayor es la probabilidad de que deje cicatriz. Las quemaduras de segundo grado pueden dejar una cicatriz o pueden sanar dejando la piel con un tono diferente al resto.
Para minimizar el riesgo de la aparición de una cicatriz o de una alteración del color en la zona de la quemadura, una vez curada la quemadura es recomendable realizar un tratamiento en la zona mediante la aplicación de aceite de rosa mosqueta, aloe vera o geles de silicona durante los primeros 6-12 meses tras la quemadura. La clave para un buen resultado es ser constantes.
La zona de la quemadura deberá permanecer protegida de la radiación solar durante los primeros 12 meses, evitando su exposición mediante el uso de tejidos o de cremas solares de protección total.
Falsos mitos
Existen muchos falsos mitos y remedios caseros en torno al tratamiento de las quemaduras, que no sólo no funcionan sino que pueden perjudicar la correcta evolución de una quemadura. Los más comunes son:
- Uso de pasta de dientes: aunque proporciona un efecto refrescante al principio, no aporta ningún beneficio terapéutico real sobre la quemadura, es difícil de retirar, reseca la piel e impide el enfriamiento de las capas más profundas de la piel afectada.
- Aplicación de hielo: aumenta el daño sobre la piel quemada empeorando la quemadura. En caso de no disponer de una alternativa, puede aplicarse envuelto en un paño para refrescar la zona, pero nunca aplicando el hielo directamente sobre la piel.
- Aplicación de crema hidratante: se debe evitar aplicar cremas o pomadas en el momento en el que se produce la quemadura y sin una previa valoración por parte de un profesional ya que sus diferentes componentes podrían empeorarla.
Consejos para prevenir las quemaduras
La mayor parte de las quemaduras ocurren de forma accidental en nuestra casa o como consecuencia de la exposición a la radiación solar, por lo que es importante prestar atención a posibles accidentes y prevenir que sucedan.
- En la cocina: no dejar desatendido el fuego de la cocina. Si se produjera una llamarada en una olla o sartén, apagar el fuego, cubrir la sartén con una tapa o un trapo algo humedecido o usar extintor si se tiene. No echar agua o abanicar el fuego. Los mangos de las sartenes o cazuelas deben estar por dentro de la encimera y nunca sobresaliendo de la misma. Presta especial atención al trasladar una olla, cafetera o sopera de un lugar a otro. Las fondues se deben manipular con mucho cuidado, ya que utilizan productos inflamables para encenderlas. La olla exprés o cualquier aparato de vapor como vaporetas, hornos, planchas, etc. pueden quemar y deben ser manejadas con cuidado.
- Especial cuidado con los niños: evitar el acceso de los niños a la cocina mientras se esté haciendo uso de ella. Dejar fuera de su alcance productos corrosivos como lejías, amoníaco, desatascadores, etcétera, que pueden causar quemaduras graves. Proteger los enchufes para evitar posibles quemaduras por electrocución. Comprobar la temperatura del biberón, papillas o cualquier alimento.
- En el baño y zonas húmedas de la casa: si es posible configurar la temperatura del termostato del calentador de agua a menos de 50ºC. Comprobar la temperatura del agua antes de bañar a un niño o bebé. Los aparatos eléctricos no se deben enchufar cerca de un recipiente con agua o de la bañera.
- Evitar fumar en la cama.
- Vigilar el uso de velas.
- La radiación solar es una causa frecuente de quemaduras, incluso si el día está nublado. Debemos utilizar protección solar adecuada siempre que nos expongamos a él y no solo en verano.
Lo que debes saber…
- La evolución y el tiempo de curación de una quemadura de segundo grado están determinados por muchos factores entre los que destacan la extensión de la quemadura, el periodo de exposición al agente térmico y la temperatura del mismo y la rapidez en recibir asistencia médica.
- Ante una quemadura nunca debemos aplicar pasta de dientes, ni hielo directamente sobre la piel afectada, así como tampoco crema hidratante.
- Para minimizar el riesgo de la aparición de una cicatriz o de una alteración del color en la zona de la quemadura, una vez curada se aconseja aplicar aceite de rosa mosqueta, aloe vera o geles de silicona los primeros 6-12 meses, y protegerla de la radiación solar un año.
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