De todos los pacientes infectados por Coronavirus el 40% es asintomático frente al 60% sintomático (el 28% de éstos requiere ingreso en áreas de cuidados intensivos) y muchos de ellos fallecen, sobre todo pacientes con patologías previas o ancianos. Los síntomas principales de SARS-CoV2 son fiebre, tos y dificultad para respirar y otros síntomas menos comunes.

Las enfermedades cardiovasculares, como la insuficiencia cardiaca o las arritmias, son la comorbilidad más frecuente en los pacientes afectados por el Covid-19. Están presentes en todas las fases de la enfermedad y condicionan la mortalidad.

Coagulación, formación de trombos e insuficiencia cardíaca

El mecanismo fisiopatológico por el cual el virus afecta al sistema cardiovascular no está del todo establecido, pero se ha descrito que el virus genera alteración de la coagulación, lo cual condiciona la formación de trombos, con agregación plaquetaria, provocando un aumento de ictus, infarto de miocardio o trombosis periféricas.

El virus también produce daño directo afectando a las arterias y al músculo cardíaco, aumentando la posibilidad de infarto agudo de miocardio, arritmias o insuficiencia cardíaca, incluso en pacientes sin patología cardíaca previa.  Los infartos no son tan habituales como los ictus, pero se ha visto que mata cinco veces más a pacientes con SARS-CoV2.

Por este motivo, los pacientes afectados por el virus en estadios avanzados o con riesgo aumentado de trombosis deben ser anticoagulados para prevenir las complicaciones. Mientras que, los pacientes con insuficiencia cardíaca previa, tienen mayor riesgo de ser ingresados en la unidad de cuidados intensivos y requieren mayor cuidado.

Pacientes con patologías previas

Se ha visto que los pacientes con patología cardiovascular previa (hipertensión arterial, diabetes mellitus o cardiopatía previa) y los pacientes con obesidad presentan peor pronóstico.

Y se ha descrito que entre pacientes ingresados con Coronavirus el porcentaje de pacientes con antecedentes cardiovasculares llega hasta el 40%, incluyendo enfermedad cardiovascular (15%), hipertensión (15%) y diabetes (20%).

Además, la edad mayor de 60 años, el sexo masculino y la presencia de comorbilidades son los principales factores asociados a la gravedad del cuadro por SARS-CoV2 y a la mortalidad.

Consecuencias cardíacas a medio y largo plazo

Se ha estudiado el efecto del Covid-19 en fase aguda de la enfermedad, pero se desconoce su efecto a medio-largo plazo. Se han realizado estudios con resonancia magnética cardíaca pasada la fase aguda, y se ha descrito sobre todo afectación del musculo cardíaco con disminución de la función del ventrículo izquierdo, lo que podría dar lugar a complicaciones cardíacas a largo plazo.

También, recientemente se ha descrito que pacientes con infección leve en la fase aguda, a los tres meses de seguimiento pueden presentar afectación multiorgánica, lo que pone en evidencia la importancia de un seguimiento estrecho en los pacientes.

Todo lo descrito, asociado al gran impacto que ha tenido la pandemia sobre el sistema sanitario, indican la necesidad de una investigación continua de las consecuencias cardiovasculares a largo plazo del Coronavirus y de las diferentes secuelas que puede dejar.

Ante la sospecha clínica, acuda al especialista.

Lo que debes saber…

  • A partir de los 10 días de la enfermedad, predomina una respuesta inflamatoria, con afección de diversos órganos, entre ellos el sistema cardiovascular.
  • Se ha visto que los pacientes con patología cardiovascular previa (hipertensión arterial, diabetes mellitus o cardiopatía previa) y los pacientes afectos de obesidad presentan peor pronóstico.