Resumen del contenido
El léntigo simple es benigno y sólo representa un problema estético. Sin embargo, puede tener una variante maligna que es, de hecho, una de las formas de presentación del melanoma, un peligroso cáncer de piel que debe detectarse a tiempo para curarse.
- El léntigo puede ser benigno, por lo que sólo representa un problema estético, o maligno que es un peligroso cáncer de piel que debe detectarse a tiempo para curarse.
- Suele aparecer en las mismas zonas que los benignos, pero suelen ser más grandes y tener una forma irregular, y varias tonalidades de color en su interior. Además, su crecimiento es continuo.
- Se relacionan con la acumulación de sol en la piel a lo largo de los años.
¿Cómo distinguir un léntigo benigno de uno maligno?
Los léntigos benignos o simples son las clásicas manchas solares que presentan hombres y mujeres a partir de los 50 años. Suelen distribuirse por el dorso de las manos, las sienes o las mejillas, porque son áreas a las que les ha tocado el sol durante toda la vida. Son manchas de color que va desde el marrón claro hasta el negro, pero generalmente tienen una forma regular, con bordes bien delimitados y un color uniforme.
Las personas que se hayan sometido a una exposición más intensa al sol, ya sea por motivos laborales (albañiles, marineros, trabajadores del campo) o recreacionales (aficionados a la playa, a los deportes al aire libre o a la navegación, por ejemplo), pueden presentar más léntigos, y en más zonas de la piel.
El léntigo maligno, por su parte, suele aparecer en las mismas zonas que los benignos, pero suelen ser más grandes y tener una forma irregular, y varias tonalidades de color en su interior. Además, su crecimiento es continuo.
¿Cuál es la prueba diagnóstica?
Ante cualquier sospecha de lentigo maligno, se debe acudir al dermatólogo. En muchas ocasiones, el léntigo maligno se puede sospechar por la forma y el color de la mancha, pero sólo puede confirmarse el diagnóstico realizando una biopsia con anestesia local.
¿Cómo pueden prevenirse?
Tanto los léntigos simples como los malignos se relacionan con la acumulación de sol en la piel a lo largo de los años. La prevención consiste, por lo tanto, en la protección solar. Debe evitarse el sol en las horas centrales del día y utilizar protectores solares en crema lo suficientemente altos para cada tipo de piel (en general factor 30 o superior). No debe olvidarse, además, el empleo de medidas físicas, como gorras, viseras, camisetas, gafas de sol y sombrillas.
¿Cómo pueden tratarse los léntigos simples benignos?
La primera consideración debe ser que el tratamiento sólo puede hacerse contando con un buen diagnóstico. Si se quieren eliminar los léntigos, un dermatólogo debe explorarlos primero para descartar que alguno de ellos pueda ser un melanoma.
Si se confirma que se trata de léntigos simples o benignos, pueden tratarse mediante la aplicación de sustancias químicas (Peeling), láser, luz pulsada intensa o crioterapia.
¿Y el léntigo maligno?
El léntigo maligno es una forma de melanoma, un cáncer de piel que puede extenderse provocando metástasis e incluso la muerte. El tratamiento debe ser precoz, cuando no se haya llegado a la fase de invasión. En general, se hace mediante cirugía, extirpando la mancha con un margen de seguridad adecuado. La biopsia sirve para asegurar el diagnóstico y la completa extirpación.