Resumen del contenido
La urticaria solar es una rara urticaria física provocada por la luz. Una fuente de iluminación, que puede ser el sol natural o las lámparas artificiales, origina la aparición de ronchas o habones y mucho picor. Puede ser muy incapacitante, crónica y de difícil tratamiento.
¿Cómo afecta?
La causa es desconocida. Pueden provocarla diferentes tipos de luz y desencadenar una reacción inmunológica en la piel. En la mayoría de los pacientes las longitudes de onda implicadas son la ultravioleta A y la luz visible, con lo que tanto puede desencadenarla el sol de la playa como una lámpara de interior de suficiente potencia.
No es posible predecir a quién afectará, ya que su causa es desconocida. En general, la sufren más las mujeres jóvenes.
¿Qué síntomas provoca?
Ante la exposición a la luz, los síntomas aparecen de forma rápida:
- Enrojecimiento
- Picor y habones o ronchas en la piel
- Dolor (en algunas ocasiones).
Los pacientes explican que la reacción no es igual ante todos los tipos de luz ni a distintas horas del día. Puede ocurrir que las zonas donde habitualmente toca la luz, como la cara o las manos, no desarrollen la urticaria, pero que sí lo hagan los brazos, las piernas o las zonas de la piel que normalmente van más cubiertas.
Lógicamente, la intensidad y repercusión de la urticaria solar será mayor en los países soleados como el nuestro, máxime cuando las personas tienden a hacer vida al aire libre. Puede ser una enfermedad muy invalidante, que origina retracción social, depresión e incluso puede motivar un cambio de residencia hacia una región menos soleada.
Al limitar tanto la exposición a la luz, los pacientes pueden sufrir un déficit de vitamina D, que es importante para mantener la calcificación de los huesos.
¿Se pueden hacer pruebas de alergia al sol?
Es una enfermedad que, aunque popularmente puede llamarse “alergia al sol” no se estudia mediante las pruebas de alergia comunes. De hecho, debe estudiarla siempre un servicio de dermatología que disponga de unas pruebas especiales denominadas pruebas fotolumínicas o “fototest”. Estas pruebas pueden determinar la longitud de onda implicada en la urticaria solar y son esenciales para guiar el tratamiento.
Tratamiento de la urticaria solar
Una vez determinado el tipo de luz que la provoca, el tratamiento incluye:
- Los antihistamínicos
- Los corticoides
- El omalizumab (pueden emplearse inmunosupresores como azatioprina, micofenolato o ciclosporina)
En los servicios de dermatología de tercer nivel, generalmente en los hospitales públicos, suele intentarse un tratamiento con fototerapia dirigido a “endurecer” la piel mediante dosis bajas y progresivas de radiación ultravioleta para conseguir la tolerancia a la luz.
Los resultados de todos estos tratamientos son difíciles de predecir, ya que es una enfermedad rara y es difícil probarlos en ensayos clínicos con un número significativo de pacientes.En general tiene una evolución crónica y larga, aunque puede autolimitarse con el tiempo. No existe una manera de predecir la evolución ni de ofrecer un pronóstico.
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Lo que debes saber:
- Pueden provocarla distintos tipos de luz y desencadenar una reacción inmunológica en la piel.
- Es una rara urticaria que provoca enrojecimiento, picor y habones o ronchas en la piel. Puede haber incluso dolor.
- Se diagnostica con una unas pruebas especiales denominadas pruebas fotolumínicas o “fototest”. Suele tener una evolución crónica y larga.