Disfagia, dificultad para deglutir
Resumen del contenido
Pediatra, experta en acupuntura y nutrición oncológica. Actualmente lidera la Unidad de Oncología Pediátrica Integrativa del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Ha sido pionera en España desarrollando la acupuntura infantil como un procedimiento médico complementario, seguro e indoloro. Compagina su trabajo con la docencia.
¿Qué es la disfagia?
Es interesante saber que alrededor de 50 pares de músculos y nervios son necesarios para tragar, por lo que es un proceso complejo que puede verse afectado de varias maneras. La disfagia que causa dificultad o imposibilidad absoluta para tragar alimentos sólidos y/o líquidos puede acompañarse de dolor (odinofagia), aunque no siempre. Si es muy grave compromete la nutrición de la persona que la padece.
Una disfagia indica que hay algún problema en el tránsito de la comida desde la boca hacia el estómago, pudiendo ser un problema estructural, por algún estrechamiento del tracto digestivo que dificulta el paso de la comida, o un problema funcional en los movimientos del tracto digestivo que impiden el paso normal de la comida de la boca hacia el estómago.
Las enfermedades que producen disfagia pueden tener su origen en la boca, la garganta, el esófago, el estómago, o en alguna estructura externa que comprima a algunas de estas áreas.
Tipos de disfagia
Se puede clasificar en dos tipos en función de la zona anatómica afectada. La disfagia esofágica, en la que los alimentos sólidos y líquidos pasan la faringe y la disfagia orofaríngea, que se origina en la zona de la boca o la faringe, dificultando el paso de alimentos sólidos y líquidos desde las primeras fases proceso deglutorio.
Disfagia orofaríngea
Esta disfagia puede llegar a ser muy grave ya que, al estar el problema a un nivel tan alto, los alimentos pasarían hacia la tráquea, atragantando al paciente y ocasionando infecciones pulmonares (neumonías por aspiración). Estos pacientes sufren de tos y asfixia durante las comidas. Este tipo de disfagia puede deberse a problemas estructurales o funcionales.
Disfagia orofaríngea de causa estructural
- Divertículo de Zenker.
- Cáncer de boca, cáncer de cavum o cáncer de laringe.
- Cirugía o radioterapia del cabeza y cuello.
- Bocio de gran tamaño.
- Infecciones de garganta.
Disfagia orofaríngea de causa funcional
- Enfermedades cerebrales: ictus, Parkinson, Esclerosis Lateral Amiotrófica, tumores cerebrales o parálisis cerebral.
- Guillain-Barré.
- Esclerosis múltiple.
- Miastenia
Disfagia esofágica
Las dificultades aparecen mientras los alimentos/líquidos bajan por el esófago. En los casos más graves, pueden aparecer vómitos constantes que imposibiliten completamente la nutrición. Estos pacientes experimentan acidez severa y vómitos de lo que se está tragando. Fuera del momento de la comida, algunos síntomas de la disfagia son el ardor de estómago, pérdida de peso, regurgitación, babeo y ronquera al dormir.
Disfagia esofágica de causa estructural
- Anillo de Schatzki.
- Cáncer de laringe o cáncer de esófago.
- Hernia de hiato.
- Esofagitis eosinofílica.
- Infecciones del esófago (por virus u hongos como la candidiasis esofágica).
- Cicatrices en el esófago o estómago como consecuencia de úlceras, quemaduras por ingesta de cáusticos, cirugía previa o radioterapia.
- Estrecheces de nacimiento.
Disfagia esofágica de causa funcional
- Reflujo gastro-esofágico.
- Acalasia
- Esclerodermia
- Espasmo esofágico difuso.
Complicaciones de una disfagia
La disfagia grave puede producir problemas de salud muy importantes como:
- Desnutrición por la falta de aporte de alimentos derivada de la imposibilidad de ingerirlos o por los vómitos asociados.
- Pérdida de peso.
- Aspiración del contenido de la boca hacia el pulmón, lo que puede producir un ataque de asma (broncoespasmo) o una neumonía aspirativa, que suele ser muy grave.
Diagnóstico
El gastroenterólogo y el otorrino deben realizar una serie de pruebas para confirmar el problema. Primero hay que definir cuándo y cómo sucede esa dificultad para tragar, así como cuáles son los alimentos que más problemas causan al paciente. Después se observará la boca y la faringe mientras el paciente mastica y traga mediante una prueba específica.
Las pruebas que suelen realizarse para ello son un estudio esofágico con bario en el que se observa mediante radiografías cómo se traga el bario y si existen alteraciones en la parte más alta del tracto digestivo, y una laringoscopia, videofluoroscopia o esofagoscopia. En ocasiones puede ser necesaria una manometría esofágica o estudios neurológicos.
Tratamiento
Lo más importante es detectar la causa para tratar el origen de la misma. Es un tratamiento personalizado y, en ocasiones, complejo.
Si la causa es una infección en la faringe el uso de antibióticos resolverá el problema. Si la disfagia es consecuencia de problemas neurológicos, la terapia motora suele ser lo más adecuado. La disfagia esofágica puede requerir fármacos para reducir la acidez estomacal y el reflujo.
Si hay una estenosis esofágica se suele dilatar manualmente bajo sedación utilizando un endoscopio con un balón que va ensanchando el esófago.
Si la causa es un cáncer debe de ser valorado por un oncólogo y ofrecer el tratamiento más adecuado para su resolución (cirugía, quimioterapia o radioterapia). Si la disfagia es muy severa, se deben utilizar dispositivos externos para alimentar al paciente como sondas de alimentación o botones gástricos.
Los nutricionistas deben de realizar un control estrecho al paciente y pueden recomendar:
- Comer en posición de 90º (sentado) con la cabeza inclinada ligeramente hacia adelante.
- Mantenerse sentado o de pie unos minutos después de haber comido.
- Evitar hablar con la boca llena.
- Partir la comida en trozos pequeños y masticarla lentamente.
- Modificar la consistencia de los alimentos, apostando por una dieta blanda o triturada. Si la disfagia compromete la deglución de líquidos se deben dar espesados, es decir, administrar líquidos en forma de gelatinas o mezclándolos con polvos que los melifican y los hacen más sólidos.
Lo que debes saber…
- Una disfagia indica que hay algún problema en el tránsito de la comida desde la boca hacia el estómago, pudiendo ser un problema estructural, por algún estrechamiento del tracto digestivo que dificulta el paso de la comida, o un problema funcional en los movimientos del tracto digestivo que impiden el paso normal de la comida de la boca hacia el estómago.
- El gastroenterólogo y el otorrino deben realizar una serie de pruebas para confirmar el problema.
- Lo más importante es detectar la causa para tratar el origen de la misma. Es un tratamiento personalizado y, en ocasiones, complejo.
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