Está científicamente comprobado que existe un sistema nervioso entérico, es decir, una colección de neuronas localizadas en el tracto gastrointestinal, las cuales constituyen el cerebro del intestino. Todo este sistema es muy sensible a los estados de ánimo.

Cuando experimentamos ansiedad o disconfort emocional, este sistema nervioso activa la producción de hormonas de estrés como son el cortisol y la adrenalina, las cuales tienen una función de autoprotección en situaciones de estrés puntual; pero que, de mantenerse elevadas de forma crónica o mantenida, pueden afectar al correcto funcionamiento de nuestro aparato digestivo.

Traumas emocionales o estados de ansiedad cronificados pueden afectar negativamente el intestino, dando lugar a enfermedades funcionales como el síndrome del intestino irritable. Es lo que se denomina somatización, fenómeno en el que los síntomas o trastornos psicológicos se manifiestan físicamente en el cuerpo.

¿Cómo se manifiesta?

La forma más común en que el estrés afecta al estómago es empeorando los síntomas de una afección digestiva ya existente. En otras ocasiones, los síntomas digestivos son la primera manifestación de un problema de estrés o ansiedad.

Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Acidez estomacal: se manifiesta como ardor o dolor detrás del esternón. Ocurre cuando el esfínter que separa el esófago y el estómago se abre, permitiendo que el ácido del estómago pase hacia el esófago. El estrés puede ralentizar la digestión, manteniendo los alimentos en el estómago por más tiempo, lo que puede ser un desencadenante de la acidez estomacal.

  • Indigestión: que se manifiesta con síntomas como náuseas, gases o flatulencias y/o sensación de pesadez y/o hinchazón estomacal.

  • Dolor de estómago que puede variar desde punzadas hasta molestias más intensas y persistentes.

  • Trastornos digestivos funcionales, como la dispepsia funcional o el síndrome del colon irritable, que se han demostrado íntimamente relacionados con situaciones de estrés.

¿Cómo aliviar el dolor de estómago ocasionado por estrés?

No siempre se puede evitar el estrés, pero sí se puede tratar o manejar, y con ello aliviar los síntomas gastrointestinales asociados.

Algunas estrategias más comunes incluyen:

  • Ejercicio: mantener una actividad física regular ayuda a reducir el estrés, controlar el peso y mejorar la función intestinal. Intenta hacer ejercicio antes de comer o espera al menos una hora después de una comida para ejercitarte.

  • Dieta equilibrada: evitar alimentos altamente calóricos, el exceso de carbohidratos y las bebidas estimulantes, ya que pueden agravar el malestar

  • Tratamiento sintomático: para aliviar los problemas digestivos bajo prescripción médica.

  • Terapia Psicológica: mediante técnicas cognitivo-conductuales, con las que los pacientes pueden no solo reducir los síntomas, sino también mejorar su capacidad para afrontar situaciones estresantes y mejorar su calidad de vida.

  • Actividades placenteras: realizar actividades que resulten placenteras, como la pintura, manualidades o la lectura puede ayudar a reducir la tensión y el estrés.

  • Infusiones relajantes: beber infusiones relajantes, como manzanilla o pasiflora, puede contribuir a aliviar el malestar leve.

  • Pensamiento positivo: cultivar una mentalidad positiva y buscar enfoques constructivos para enfrentar los desafíos.

  • Técnicas de relajación y respiración: el yoga, la meditación y las respiraciones lentas y rítmicas pueden disminuir el estrés y, a su vez, aliviar los síntomas intestinales.

  • Mejora del sueño: un buen descanso es esencial para mantener el equilibrio físico y emocional.

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Lo que debes saber…

  • El estrés puede tener un impacto negativo significativo en la salud digestiva. Es importante aprender a gestionar las emociones para aliviar estos síntomas.

  • La base del tratamiento es el correcto manejo del estrés con ayuda profesional, en aquellas situaciones en las que no es posible evitar la causa desencadenante.

  • El tratamiento sintomático puede ayudar a sobrellevar los síntomas, mientras se consigue un correcto manejo del estrés.