El virus de la hepatitis B es uno de los 6 virus principales responsables de hepatitis. Se trata de un grupo de virus que tienen especial afinidad por el hepatocito o célula del hígado, en el interior de la cual se multiplican.

La hepatitis B aguda en la mayoría de los casos es una enfermedad benigna, autolimitada y que cura sin dejar secuelas dejando inmunidad permanente frente al virus.  Las complicaciones graves de la enfermedad como el fallo hepático o el fallecimiento son excepcionales en personas previamente sanas. Algunos casos de hepatitis B aguda evolucionan hacia una hepatitis B crónica que a medio o largo plazo pueden desarrollar complicaciones graves como la cirrosis o el cáncer de hígado.

¿Cómo se contagia la enfermedad?

El virus de la hepatitis B se trasmite a través de personas infectadas por el virus, las principales vías de contagio son:

  • Por contacto con sangre infectada (heridas, uso de agujas o jeringuillas, transfusiones, hemodiálisis, acupuntura, piercing, tatuajes, drogas intravenosas…).
  • Por vía sexual (contacto con semen, secreciones y saliva).
  • Por transmisión de una madre al feto durante en el momento del parto.
  • Por contacto con utensilios u objetos contaminados por el virus como un cepillo de dientes, vasos, cubiertos, material sanitario…

Periodo de incubación

El período de incubación del virus de la hepatitis B es de unos 60-90 días. Las personas con infección aguda o subaguda por el virus de la hepatitis B pueden trasmitir la enfermedad desde el momento en que fueron infectados hasta 2 semanas después de los primeros síntomas. Hay que tener en cuenta que el virus puede sobrevivir varios días en el medio ambiente (en objetos o utensilios contaminados).
Las personas con infección crónica son siempre potencialmente contagiosas.

Síntomas de Hepatitis B

La hepatitis B con frecuencia es asintomática, aunque sus principales síntomas son:

  • Cansancio
  • Pérdida de peso
  • Fiebre moderada
  • Síndrome gripal (tos, estornudos, escalofríos, dolores óseos o articulares generalizados)
  • Picor de la piel
  • Cambio de coloración de la piel y las mucosas (coloración amarillenta)
  • Cambio en la coloración de las heces (heces blanquecinas).
  • Molestias abdominales

Los pacientes quedan libres de síntomas en un plazo máximo de 3-6 meses..

Diagnóstico de la enfermedad

El diagnóstico de la hepatitis B es realizado por un internista o especialista en patología digestiva, en la consulta del centro médico u hospital.

El diagnóstico se basa en los síntomas que presenta el paciente y la exploración física del paciente. además, se realizan diversos estudios complementarios para detectar la inflamación hepática y/o la presencia del virus o de anticuerpos frente a él en la sangre.

Tratamiento de la enfermedad

El tratamiento de la hepatitis B aguda es sintomático. En la mayoría de las ocasiones el tratamiento requiere reposo en cama y medicación para tratar los síntomas.

Se recomienda la ingesta de abundantes líquidos para evitar la deshidratación, seguir una dieta baja en grasas y evitar consumir productos inflamatorios como el alcohol o ciertos fármacos como el paracetamol que inflaman el hígado.

El tratamiento de la hepatitis B crónica requiere del uso de fármacos antivirales para evitar la replicación del virus dentro del hígado y deben ser pautados por el médico habitual del paciente.

Prevención de la enfermedad

La hepatitis B puede prevenirse mediante el uso de la vacuna frente al virus de la hepatitis B. Las personas infectadas o aquellas que conviven con personas infectadas por el virus de la hepatitis B deben conocer y evitar las vías de contagio del virus.