Resumen del contenido
Los pacientes con este tipo de patologías, una vez diagnosticados se vinculan a la unidad de Digestivo y se remiten a las consultas específicas de patología de Enfermedad Inflamatoria Intestinal donde podrá iniciar tratamiento y hacer el seguimiento de sus brotes y de sus periodos de remisión entre brotes.
Desde atención primaria es importante conocer los tratamientos de estos pacientes y los síntomas habituales de los brotes al igual que los posibles efectos adversos o complicaciones de los tratamientos y así conseguir un seguimiento adecuado de los pacientes por parte de los dos equipos.
Líneas de tratamiento
El tratamiento de la enfermedad de Crohn ha ido avanzando en las últimas décadas añadiendo varias líneas de tratamiento.
Los primeros tratamientos consistían en fármacos más limitados en su acción y con potenciales efectos secundarios como la Mesalazina (5-ASA) de forma oral o rectal, también los corticoides sistémicos y tópicos, los antibióticos (ciprofloxacino, metronidazol), y posteriormente los inmunosupresores (Tiopurinas, Metotrexateo).
Ahora, los tratamientos biológicos
Recientemente, los tratamientos biológicos han pasado a ser los protagonistas para el control de esta patología, que no debemos olvidar que es una patología crónica, por lo que el objetivo es la estabilidad del paciente a lo largo de su vida y la limitación de las complicaciones implícitas en esta patología.
La función de los tratamientos biológicos es producir un efecto inmunosupresor a una alta potencia y es muy efectivo tanto para la prevención de los brotes como para controlarlos.
Qué conviene tener en cuenta
Desde su uso se considera un mejor control y mantenimiento de los pacientes con enfermedad de Crohn. La característica que los hace tan efectivos también crea la necesidad de tomar precauciones antes de iniciar su uso al inicio y a lo largo del tratamiento.
- Es importante recordar que es necesario hacer una primera valoración completa del paciente al inicio de un tratamiento con un biológico. Se realizan una serie de pruebas dirigidas al efecto inmunosupresor que producen estos fármacos, y que por consiguiente pueden reactivar infecciones que se mantengan latentes, por lo que es muy importante realizar un despistaje de las enfermedades infecciosas más frecuentes que puedan mantenerse en letargo a lo largo (VHB, VHC, VIH y TBC).hep
- También hay que hacer una revisión del estado de vacunación del paciente y completarlo si fuese necesario.
- Una vez iniciado el tratamiento se realiza seguimiento activo de los pacientes, por ejemplo, en la mayoría de los que toman tratamientos biológicos, se les indica tratamiento con antivirales si tienen una infección por coronavirus para evitar la progresión, ya que al ser inmunodeprimidos el riesgo puede ser mayor que en la población general.
- Existen tres familias de fármacos biológicos aprobados para las EII: anti-cuerpos monoclonales Anti TNFα (Infliximab, Adalimumab, Golimumab y certolizumab), an-ticuerpos monoclonales Anti-integrina (Vedoli-zumab) y anticuerpos monoclonales anti inter-leucinas (Ustekinumab). La decisión del tratamiento lo llevará el equipo de EII.
Gracias a la investigación se esperan mejorías y nuevos tratamientos en los próximos años para este tipo de patologías.
Lo que debes saber…
- Recientemente, los tratamientos biológicos han pasado a ser los protagonistas para el control de la enfermedad de Crohn.
- La función de los tratamientos biológicos es producir un efecto inmunosupresor a una alta potencia y es muy efectivo tanto para la prevención de los brotes como para el control de los mismos.
- La característica que los hace tan efectivos también crea la necesidad de tomar precauciones antes de iniciar su uso al inicio y a lo largo del tratamiento.
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