Estas uniones estrechas actúan como barreras selectivas, permitiendo que pasen nutrientes esenciales y bloqueando el paso de sustancias tóxicas o agentes patógenos desde el intestino hacia el torrente sanguíneo.

Si los niveles de zonulina son normales se entiende que la mucosa intestinal tiene una permeabilidad normal mientras que un aumento de zonulina significaría que la barrera intestinal se ha vuelto demasiado permeable (una condición a menudo llamada «intestino permeable») lo que podría desencadenar un proceso inflamatorio o autoinmune.

Determinación de zonulina en heces

Aunque no es un hecho aceptado por todas las publicaciones científicas, el análisis de la zonulina en heces permitiría diagnosticar de forma rápida, eficaz y de forma no invasiva el grado de “permeabilidad intestinal “.

No es, por tanto, una determinación que permita diagnosticar una enfermedad en concreto. La interpretación de los resultados también viene dificultada por la diversidad de “kits” usados en su medición.

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¿Cuál es la relación entre zonulina, permeabilidad intestinal y enfermedad?

Gran parte del conocimiento sobre la vía de la zonulina se deriva de la investigación sobre la enteropatía sensible al gluten, también conocida como enfermedad celíaca.

La exposición a bacterias intestinales o a la gliadina aumenta la liberación de zonulina, empeorando los síntomas de la enfermedad celiaca. También se han descrito niveles elevados de zonulina en enfermedades intestinales como la sensibilidad al gluten no celíaca, el síndrome del intestino irritable o las enfermedades inflamatorias intestinales.

Se ha asociado la presencia de disbiosis (composición alterada de la microbiota intestinal), trastornos gastrointestinales y un mayor riesgo de enfermedades que afectan el sistema nervioso central. Es lo que se conoce como el eje microbiota-intestino-cerebro (“MGBA” por sus siglas en inglés). Algunas investigaciones apuntan a un posible papel de la zonulina en el mecanismo patogénico de estas enfermedades.

Niveles elevados de zonulina se han descrito en enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, la ansiedad, la depresión y el autismo; estos niveles elevados podrían asociarse con la progresión de la enfermedad.

Niveles elevados de zonulina también se han descrito en diversas enfermedades hepáticas (enfermedad del hígado graso no alcohólico, hepatitis, cirrosis, carcinoma hepatocelular) que podrían explicarse por la liberación de patógenos, antígenos y metales tóxicos desde el intestino al hígado (desencadenando así respuestas inflamatorias que dañan el hígado), en distintas formas de artritis (artritis reumatoide, espondilitis anquilosante) o en casos de infección por SARS-CoV-2 asociados a una peor evolución.

Además, se ha sugerido un posible papel de la zonulina en el mecanismo patogénico de otros trastornos, incluidos, entre otros, la diabetes mellitus.

Aplicación de la determinación de zonulina en el monitoreo de terapias nutricionales en pacientes que siguen dietas específicas (como dietas sin gluten o bajas en FODMAP) o toman suplementos que buscan mejorar la salud intestinal (como probióticos…), el estudio de zonulina en heces podría servir como un marcador para evaluar la eficacia de estas intervenciones.

Si los niveles de zonulina disminuyen tras el tratamiento, esto puede indicar una mejoría en la integridad de la barrera intestinal.

Zonulina como diana terapéutica

Durante la última década, se ha estado investigando el uso del acetato de larazotida (también conocido como AT-1001), un inhibidor farmacológico de la vía de la zonulina.

Varios estudios han demostrado una buena tolerabilidad y efectos beneficiosos del acetato de larazotida sobre la permeabilidad intestinal, por lo que podría ser un futuro tratamiento para las enfermedades en que la vía de la zonulina está implicada.

Lo que debes saber…

  • Si los niveles de zonulina son normales se entiende que la mucosa intestinal tiene una permeabilidad normal mientras que un aumento de zonulina significaría que la barrera intestinal se ha vuelto demasiado permeable (una condición a menudo llamada «intestino permeable») lo que podría desencadenar un proceso inflamatorio o autoinmune.

  • Por tanto, el estudio de zonulina en heces es un marcador útil para evaluar la permeabilidad intestinal y está relacionado con diversas condiciones, incluidas enfermedades inflamatorias intestinales, autoinmunes, metabólicas, y el síndrome del intestino permeable.

  • Podría ser una herramienta para ayudar a diagnosticar, monitorear y guiar el tratamiento de condiciones relacionadas con la disfunción de la barrera intestinal.

BIBLIOGRAFÍA

  • Veres-Székely A, Szász C, Pap D, Szebeni B, Bokrossy P, Vannay Á. Zonulin as a Potential Therapeutic Target in Microbiota-Gut-Brain Axis Disorders: Encouraging Results and Emerging Questions. Int J Mol Sci. 2023 Apr 19;24(8):7548. doi: 10.3390/ijms24087548. PMID: 37108711; PMCID: PMC10139156.