Resumen del contenido
Perder peso, mantener una agradable silueta, estar en forma, son cuestiones a veces sencillas, pero otras veces pueden resultar terriblemente complicadas. Es cierto que unas personas bajan de peso más rápidamente que otras, unas lo acumulan sobre todo en las caderas, otras en el abdomen… pero, ¿a qué se deben estas diferencias? La respuesta puede estar en las hormonas, que a veces se tienen en contra para controlar el peso corporal. No obstante, la fuerza de voluntad y la concienciación son fundamentales para lograr un buen resultado.
Qué influye en nuestro peso corporal
La realidad es que el sobrepeso y la obesidad son problemas de salud que tienen un origen multifactorial, es decir, no se deben a un único factor sino a varios. Sobre el control de nuestro peso corporal tiene un papel muy relevante la herencia genética, pero también factores ambientales como la alimentación y la actividad física.
Qué son las hormonas y que papel juegan
Las hormonas son sustancias segregadas por glándulas endocrinas del organismo y que cumplen con funciones específicas de nuestro metabolismo. Existen hormonas directamente ligadas al control del hambre y la saciedad, hormonas que provocan la entrada de glucosa a nuestras células y con ello el aprovechamiento de los nutrientes que consumimos, etc.
Leptina
Es la hormona encargada de generarnos la sensación de saciedad. Ahora mismo, si tienes problemas de peso y eres de las personas que siempre tiene hambre, estarás pensando: “vaya, yo no debo tener leptina”. La lógica nos dice que si la leptina da saciedad y yo siempre tengo hambre debe ser que tengo muy poca. En realidad, sucede lo contrario: las personas con obesidad suelen tener niveles más elevados de leptina en sangre, lo que falla es el transporte de esta hormona hasta el cerebro donde se tiene que instaurar la sensación de saciedad. ¿Qué posibilidad tenemos en este caso? La respuesta es el ejercicio, ya que la actividad física favorece la sensibilidad de nuestro organismo por la leptina y mejora su funcionamiento.
Grelina
Así como la leptina es la hormona de la saciedad, la grelina es la hormona del apetito, se genera en el estómago y va aumentando la sensación de hambre que sentimos, por el contrario van disminuyendo sus niveles una vez hemos comido. Volvamos a plantear… ¿Una persona con problemas de peso será que tiene altos niveles de grelina en sangre? La respuesta es nuevamente no. La razón es su funcionamiento ineficaz en personas con problemas de peso, no en sus niveles en sangre. ¿Cuál es la opción en este caso? Se sabe que las dietas con mayor porcentaje de proteínas provocan mayor saciedad y contribuyen a equilibrar las cifras de grelina. Es necesario acudir a un nutricionista presencial siempre que se desee asesoramiento en una dieta de este tipo.
Estrógenos, Grelina y menopausia
Con la llegada de la menopausia se producen una serie de cambios hormonales en el metabolismo de la mujer. Uno clave es la disminución de la producción de estrógenos. Los estrógenos están asociados de forma inversa a la grelina de modo que a menores estrógenos, más grelina y, en consecuencia, más apetito. Por otra parte, con el paso de los años vamos sufriendo un deterioro muscular y, en definitiva, una disminución de la masa muscular, sobre todo si no hacemos ejercicio para contrarrestarlo. Esto hace que tengamos menores necesidades energéticas. Si tenemos más hambre y de forma habitual consumimos menos energía, la conclusión no puede ser otra: el aumento de peso. Además, el cambio hormonal favorece la localización de la grasa a nivel abdominal. Por ello es fundamental el control de la alimentación y la práctica de ejercicio físico.
Insulina
El papel de la Insulina en nuestro cuerpo es el de facilitar el aprovechamiento energético de los alimentos que consumimos. Dicho de otra manera, es la encargada de hacer entrar la glucosa que va aumentando en sangre cuando comemos hasta el interior de las células, bien para usarla, bien para almacenarla. Así pues, las subidas importantes de glucosa favorecen el almacenaje celular de energía en forma de grasa. Debemos tener en cuenta esto y no provocar subidas bruscas de glucemia al comer. Esto lo lograremos consumiendo cereales integrales, legumbres y alimentos ricos en fibra y evitando los azúcares simples. Otros factores que contribuyen a la estabilización de los valores de insulina son el ejercicio físico y el consumo de té verde.
Efecto yoyó
¿Hipotiroidismo es igual a sobrepeso?
A menudo se asocia el hipotiroidismo con la imposibilidad de controlar el peso corporal y se usa y abusa de ello como justificación, pero no debe serlo. Aunque un desajuste en los niveles de hormonas tiroideas dificulta de entrada el control del peso corporal, una vez se normalizan y estabilizan los valores mediante un tratamiento adecuado ya no se debería sufrir ningún síntoma.
El cortisol puede ser considerada la hormona del estrés, nos mantiene en alerta durante el día, aumenta en situaciones de estrés y disminuye por la noche. Si no dormimos suficientes horas y/o nuestro sueño no es reparador, no descienden suficiente los valores de cortisol y podemos caer en la problemática de estar constantemente con valores de cortisol demasiado elevados.
RECUERDA QUE
El Seguro de MAPFRE Salud cuenta con un amplio cuadro de especialistas en Nutrición para que puedas realizar cualquier consulta sobre tu dieta.
- Muchas hormonas tienen efecto sobre el control del peso corporal, no obstante, no deben ser la excusa para no cuidarse y realizar excesos con la comida.
- Leptina y grelina son hormonas inversas, la primera provoca saciedad y la segunda hambre, pero se ha visto que personas con problemas de peso tienen dañado el mecanismo de acción de estas hormonas.
- Con la llegada de la menopausia, perdemos estrógenos y masa muscular y ganamos apetito y volumen abdominal. La solución: vigilar la dieta y hacer ejercicio desde el primer momento.