Nefropatía diabética: síntomas y diagnóstico
Resumen del contenido
Licenciada en Medicina y Cirugía, por la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia. Especialista en Reumatología. Doctorado en Psicopatología y Psicología social. Actualmente (desde 2002) es Médico consultor del departamento de Segunda Opinión Médica, en Teladoc Health. Médico colaborador con grupo de Traumatología, especialista en Reumatología, en la Clínica Teknon de Barcelona (desde 2010). Y Médico Colaborador Especialista en Reumatología en el Instituto Poal de Reumatología desde 1990.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad del metabolismo de los glúcidos que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre debido a que el páncreas no produce suficiente insulina o no la usa de manera adecuada (diabetes tipo 1, la más frecuente) o bien porque no produce insulina (diabetes tipo 2). La causa de la diabetes es desconocida en la mayoría de los casos.
Se diagnostica mediante un simple análisis de sangre que muestra niveles de glucemia elevados. Se suele solicitar también la prueba de hemoglobina glicosilada (HbA1c), que mide el promedio de glucosa durante los últimos tres meses y nos orienta sobre cómo se está manejando la diabetes.
Con el tiempo, el aumento de glucosa en sangre puede afectar a ojos, riñones, nervios, originar enfermedades cardiacas, predisponer a derrames cerebrales, retrasar cicatrización o producir isquemias en miembros que pueden precisar de amputación. Algunas embarazadas pueden desarrollar diabetes gestacional (en la mayoría de los casos desaparece al nacer el bebé).
Nefropatía diabética: cuando la diabetes afecta al riñón
Vamos a centrarnos en la afectación y el daño renal ocasionado por la diabetes que se denomina nefropatía diabética.Los riñones actúan como depuradores de la sangre. Si están dañados, se acumulan esos desechos. La nefropatía diabética se produce porque la diabetes va dañando los vasos sanguíneos y algunas células del riñón.
Los riñones se pueden estar afectando por la diabetes sin que notemos ningún síntoma, cuando estos aparecen ya es en un estadio final.
Síntomas
Estos síntomas que puede orientarnos a que puede haber afectación renal pueden ser:
- Hinchazón de ojos, manos o tobillos
- Orinamos con más frecuencia
- Fatiga o sensación de falta de aire
- Pérdida de apetito, etc.
El riesgo de sufrir nefropatía diabética es mucho mayor si además de ser diabético mantenemos niveles de glucosa altos, somos hipertensos mal controlados, fumadores, con sobrepeso, con niveles de colesterol elevado o con antecedentes familiares de diabetes o de enfermedad renal.
Complicaciones
Las complicaciones de la nefropatía diabética pueden aparecer progresivamente con el paso de los meses o los años.
Para detectar este daño es preciso revisar periódicamente el estado de los riñones, lo que a buen seguro ya está realizando nuestro especialista al menos una vez al año.
Para ello nos solicitará un examen de orina y un análisis de sangre que miden la función renal. La diabetes es la causa más común de insuficiencia renal.
La nefropatía renal no detectada puede ir evolucionando y poner en riesgo la vida. En las etapas finales de la enfermedad, las opciones de tratamiento son la diálisis o el trasplante de riñón.
Prevención
- Mantener un estilo de vida saludable,
- Controlar la glucemia y la presión arterial, y tomar los medicamentos indicados para el control de las patologías de base.
- No consumir demasiadas proteínas también puede ayudar, así como evitar la toma de medicaciones como algunos antiinflamatorios, sobre todo naproxeno o ibuprofeno.
- Acudir a las citas periódicas con el médico que nos controla la diabetes, para detectar la nefropatía diabética y otras complicaciones.
Lo que debes saber…
- El riesgo de sufrir nefropatía diabética es mucho mayor si además de ser diabético mantenemos niveles de glucosa altos, somos hipertensos mal controlados, fumadores, con sobrepeso, con niveles de colesterol elevado o con antecedentes familiares de diabetes o de enfermedad renal.
- La nefropatía renal no detectada puede ir evolucionando y poner en riesgo la vida. En las etapas finales de la enfermedad, las opciones de tratamiento son la diálisis o el trasplante de riñón.
- La mejor forma de evitar o retrasar el daño renal es mantener un estilo de vida saludable, controlar la glucemia y la presión arterial, y tomar los medicamentos indicados para el control de las patologías de base.
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