El término histerectomía se refiere a la extirpación del útero. Sus componentes léxicos provienen del griego y son: hystera (matriz o útero) y ektomia (extirpación).
¿Es frecuente la extirpación del útero?
Es una intervención bastante habitual en ginecología, pues el útero es un órgano con tendencia a presentar tumores benignos llamados miomas, que pueden alcanzar grandes tamaños y contribuir a sangrados menstruales abundantes, y también es frecuente que se produzca un prolapso (se caiga) a través de la vagina causando incomodidad. Por estos motivos, una vez acabado el deseo reproductivo de la mujer, se puede indicar con bastante facilidad la extirpación del mismo, pues la única función del útero es la gestación, y una mujer con el útero extirpado puede hacer vida absolutamente normal sin ninguna diferencia respecto a las que lo conservan.
De todas maneras, la frecuencia de este tipo de intervenciones podemos decir que ha disminuido significativamente en las últimas décadas por varios motivos: existen recursos para limitar el crecimiento de los miomas que antes no teníamos o para mitigar su sintomatología, y la asistencia a los partos ha mejorado con lo que la incidencia de prolapsos ha disminuido.
¿Cómo se realiza esta intervención?
También ha cambiado la manera de realizar la histerectomía, que clásicamente requería de una gran cicatriz abdominal y tenía un postoperatorio bastante delicado y una convalecencia larga. Actualmente, la mayoría de las histerectomías se realizan por vía vaginal o por laparoscopia (con unas mínimas incisiones abdominales, pero sin tener que abrir el abdomen) convirtiendo esta cirugía en una mínimamente invasiva mejorando el postoperatorio y la recuperación posterior. Hoy en día, en nuestro medio, las histerectomías que requieren cicatriz abdominal de acceso son muy pocas y se limitan a los úteros de muy gran tamaño.
Otra consideración sobre el tipo de cirugía es si se extrae el útero completo o una parte de él respetando el cuello uterino, que es la parte más externa. Hacerlo de una manera o de otra tiene sus pros y sus contras, y será el especialista junto a la paciente valorando el motivo de la intervención y el caso concreto los que decidan la mejor alternativa.
Algo que no tiene por qué estar incluido en la cirugía son los ovarios. Estos órganos son responsables de la fabricación de los óvulos y de las hormonas que mantienen el ciclo menstrual de la mujer. Y aunque una mujer sin útero no ve afectada su capacidad de fabricar óvulos, sí se vería comprometida si suprimimos la función endocrina del ovario prematuramente. A una mujer que todavía tiene reglas y conserva sus ovarios sanos y se ha de someter a una histerectomía se le han de mantener sus ovarios para que sigan sintetizando hormonas. Y aunque después de la operación ya no tendrá más reglas, sus ciclos continuarán existiendo y entrará en la menopausia en el momento en que estos fallen, que puede ser muchos años después de la histerectomía. Lo que sí que actualmente se promueve es extirpar las trompas de Falopio junto al útero pues se ha demostrado que de esta manera se disminuye el riesgo de desarrollar un cáncer de ovario en el futuro.
Es una intervención que habitualmente no requiere ninguna preparación previa más allá de cualquier preoperatorio. Se suele realizar con anestesia regional si es una histerectomía vaginal o general si es laparoscópica o abierta. El periodo de hospitalización es de 48-72 horas si no hay ninguna complicación, quizás un poquito más en caso de cirugía abierta, y posteriormente puede necesitar de dos a tres semanas hasta una completa recuperación, pero pasado este periodo puede hacer vida absolutamente normal. La paciente no ha de notar ningún cambio a nivel hormonal ni perder calidad de vida sexual. La diferencia, eso sí, es que obviamente no tendrá reglas porque el órgano que sangra ya no está.
Por lo tanto, podemos decir que en la actualidad, con los medios de que disponemos, es una intervención con riesgos perfectamente asumibles y de la cual la mujer se recuperará al 100% en pocas semanas.
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Lo que debes saber…
- La extirpación del útero es una intervención bastante habitual en ginecología, pues el útero es un órgano con tendencia a presentar tumores benignos llamados miomas, que pueden alcanzar grandes tamaños y contribuir a sangrados menstruales abundantes, y también es frecuente que se produzca un prolapso (se caiga) a través de la vagina causando incomodidad.
- Actualmente, la mayoría de las histerectomías se realizan por vía vaginal o por laparoscopia (sin tener que abrir el abdomen) convirtiendo esta cirugía en una mínimamente invasiva mejorando el postoperatorio y la recuperación posterior.
- Después de la intervención, la paciente no ha de notar ningún cambio a nivel hormonal ni perder calidad de vida sexual. La diferencia, eso sí, es que obviamente no tendrá reglas porque el órgano que sangra ya no está.