Qué es una adenopatía

Resumen del contenido
Licenciada en Medicina y Cirugía (Universitat Autònoma de Barcelona)
Especialista en Medicina Interna (Hospital Universitari de Bellvitge)
Máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental (Universitat Pompeu Fabra)
Para entender a qué nos referimos con “adenopatía cervical”, primero explicaremos a qué se refiere cada uno de los dos conceptos que la forman:
Los ganglios linfáticos son pequeñas glándulas distribuidas en grupos por todo el cuerpo, cuya función es filtrar la linfa de los vasos linfáticos y participar de la respuesta inmunitaria. Cada grupo de ganglios linfáticos drena la linfa de los territorios próximos anatómicamente.
El término cervical significa relativo al cuello. Los ganglios linfáticos cervicales se distribuyen en diferentes zonas que denominamos cadenas linfáticas cervical anterior, cervical posterior, profunda y superficial.
En las zonas próximas también se encuentran grupos de ganglios a nivel submandibular, submentoniano, pre o retro auricular, occipital y supraclavicular.
El concepto de “adenopatía” se refiere a un ganglio que se encuentra inflamado, es decir, aumentado de tamaño (mayor de 1cm de diámetro). Aparte del tamaño, las adenopatías pueden ser blandas o duras al tacto, dolorosas o no, de crecimiento rápido (agudas) o lento (crónicas), móviles o adheridas a los planos profundos, unilaterales (a un lado del cuello) o bilaterales (a ambos lados).
¿Cómo se detectan?
Las adenopatías cervicales se detectan en la exploración física con la palpación del cuello; a veces se pueden ver a simple vista si son muy grandes. Hay que tener en cuenta que en los niños nos podemos encontrar con ganglios cervicales palpables que son normales.
No todos los “bultos” que notamos en el cuello son adenopatías, sino que podemos notar nódulos del tiroides, abscesos o quistes cutáneos o alteraciones de las glándulas salivales entre otros.
Causas de las adenopatías cervicales
Las adenopatías cervicales son frecuentes tanto en niños como en adultos. Las clasificamos en función de si su origen es infeccioso o no infeccioso:
Origen infeccioso
- Virus (rinovirus, adenovirus, influenza, herpes, Epstein Barr, HIV, citomegalovirus, etc.).
- Bacterias (estreptococos, estafilococos, brucella, bartonella, tuberculosis).
- Menos frecuentes son los parásitos (toxoplasmosis) y hongos.
No infeccioso
- Tumores malignos: linfomas, leucemias, metástasis ganglionares de tumores de cabeza y cuello, pulmón, mama.
- Enfermedades autoinmunes: lupus, artritis reumatoide, síndrome de PFAPA.
- Reacción a fármacos.
- Enfermedad de Kawasaki en los niños.
- A grandes rasgos, las adenopatías de origen infeccioso suelen ser blandas y móviles, dolorosas y de aparición aguda o subaguda, mientras que las adenopatías de origen tumoral son más duras y de aparición subaguda o progresiva, aunque siempre hay excepciones.
- La mayoría de los casos de adenopatías cervicales se asocian a infecciones virales de origen respiratorio como el resfriado común o la gripe, o infecciones bacterianas del área ORL como amigdalitis. En estos casos las adenopatías son de inicio brusco, suelen molestar y acaban desapareciendo en pocas semanas una vez resuelta la infección.
¿Cuándo consultar?
Es esencial consultar con el médico si hay alguno de los siguientes signos de alarma: adenopatías que persisten más de dos semanas, son de crecimiento progresivo o muy duras a la palpación, así como si se acompañan de síntomas sistémicos como fiebre persistente, sudores nocturnos, pérdida de peso, afectación del estado general o dificultad respiratoria.
Diagnóstico y tratamiento
El médico realizará una historia clínica dirigida y una exploración física que incluirá la palpación de los ganglios a nivel cervical y en otros territorios. Si la orientación diagnóstica inicial es el de una infección aguda leve puede que solo sea necesario el tratamiento sintomático y vigilancia clínica.
Si las adenopatías no se resuelven en el tiempo esperado o hay algún signo de alarma, entonces se inicia un estudio diagnóstico para encontrar la causa.
El estudio suele ser escalonado, de manera que se empieza con análisis de sangre y ecografía del cuello y, en función de los resultados, se continúa con otras pruebas de imagen (tomografía computarizada o resonancia magnética), una punción aspiración con aguja fina (PAAF) o una biopsia del ganglio, especialmente si se sospecha una neoplasia.
El tratamiento de las adenopatías cervicales siempre es el tratamiento de la enfermedad que las causa. Si quieres ampliar información o crees que puedes tener un ganglio inflamado recuerda que en los seguros de Salud de MAPFRE tienes consultas con Especialistas.
Lo que debes saber…
- Las adenopatías cervicales son ganglios inflamados en la zona del cuello que aparecen como consecuencia de alguna enfermedad. La causa más frecuente son las infecciones de origen respiratorio o del área de cabeza y cuello, y se resuelven con la curación de la infección.
- En cuanto a los signos de alarma: persistencia superior a dos semanas, crecimiento progresivo, aparición junto a otros síntomas como fiebre persistente, afectación del estado general, pérdida de peso o sudores nocturnos, o dificultad respiratoria.
- El médico valorará si es preciso hacer un estudio diagnóstico con análisis de sangre, ecografías u otras pruebas de imagen, una punción o una biopsia del ganglio si se sospecha el origen tumoral.
Comentarios (0)