Más tarde originó otros brotes en diferentes comunidades rurales o urbanas de distintos países de Sudamérica (Brasil, Ecuador, Panamá y Perú).

¿Qué es?

La fiebre de Oropuche es una infección vírica (concretamente por un arbovirus llamado OROV). Infecta al hombre a través de la transmisión por artrópodos que hacen de vectores.

Un vector es un organismo vivo que transmite un agente infeccioso de un animal infectado a un ser humano o a otro animal. Los vectores suelen ser artrópodos como mosquitos, garrapatas, moscas, pulgas y piojos. El mecanismo de transmisión al ser humano es, pues, mediante ciertas especies de artrópodos hematófagos que hacen de vectores.

Cómo se transmite

En este caso, el vector es un mosquito subtropical de la especie Culicoides paraensis, que puede encontrarse en diferentes hábitats (América del Norte, América del Sur, Australia, Asia, África, el Medio Oriente y Nueva Zelanda). Su color es marrón, siendo su tórax y sus alas más oscuras que el resto de su cuerpo. Suele picar por la noche y se alimenta de sangre.

Este virus infecta a la especie humana ayudado por su aliado, el mosquito de la especie Culicoides paraensis. No se trasmite entre humanos directamente sin la ayuda del mosquito. Tras un periodo de incubación asintomático de cuatro a ocho días, da lugar a un cuadro sintomático que llamamos Fiebre de Oropuche.

Cómo se manifiesta

El cortejo de síntomas que constituyen la Fiebre de Oropouche tiene un inicio súbito con fiebre elevada que se acompaña de mal estado general con escalofríos, cefalea, fotofobia, dolores articulares y musculares (artromialgias), postración, erupción cutánea, deposiciones líquidas con vómitos, etcétera. En la mayoría de los casos no están presentes todos los síntomas.

Otras manifestaciones menos frecuentes son hemorragias menores en forma de petequias, sangrado de encías (gingivorragia) o sangrado por las fosas nasales (epistaxis) y la afectación del sistema nervioso ocasionando un cuadro de meningoencefalitis. Por fortuna no hay registrados casos mortales de la fiebre de Oropouche.

La duración de los síntomas suele ser de unos cuatro o cinco días. Puede haber una recaída de síntomas en las siguientes semanas. La recuperación es completa en la mayoría de los casos.

Este cortejo sintomático es muy similar al de otras infecciones víricas de zonas tropicales (dengue, fiebre chikungunya, fiebre amarilla, paludismo o malaria, enfermedad por virus Zika…), por lo que debe realizarse un diagnóstico diferencial para descartarlas.

Cómo se diagnostica

Ante un cuadro clínico compatible con una infección tropical, en caso de pacientes que residan o provengan de zonas con epidemia o endemia de la fiebre de Oropouche, debe hacerse el despistaje de esta infección, especialmente en aquellas personas que han sufrido picaduras de mosquitos.

La confirmación diagnóstica es mediante una prueba serológica donde se confirma la positividad para el OROV y es sólo entonces cuando se confirma el diagnóstico de Fiebre de Oropuche. El virus es detectable en sangre entre los dos y los seis días que siguen al inicio de síntomas.

Tratamiento

No existe un tratamiento específico para la fiebre de Oropouche. Se emplean medidas de soporte y tratamiento sintomático consistente en antitérmicos (paracetamol), ingesta hídrica abundante (para prevenir la deshidratación) y reposo.

Prevención

En cuanto a la prevención de esta infección, lo más importante es protegerse contra la picadura de mosquitos en zonas tropicales, pues pueden transmitirnos la enfermedad. Si se utiliza un protector solar, hay que aplicar primero el protector y posteriormente el repelente. Es recomendable vestir con mangas y pantalón largo para nuestra protección.

Las medidas de protección personal:

  • Repelentes de insectos.
  • Ropa tratada con repelente.
  • Repelentes antimosquitos.
  • Colocación de barreras mecánicas (mosquiteras en puertas y ventanas).

Son medidas imprescindibles en la prevención de las picaduras de mosquitos.

Lo que debes saber…

  • No se trasmite entre humanos directamente sin la ayuda del mosquito. Tras un periodo de incubación asintomático de cuatro a ocho días, da lugar a un cuadro sintomático que llamamos Fiebre de Oropuche.
  • El cortejo sintomático es muy similar al de otras infecciones víricas de zonas tropicales (dengue, fiebre chikungunya, fiebre amarilla, paludismo o malaria, enfermedad por virus Zika…), por lo que debe realizarse un diagnóstico diferencial para descartarlas.
  • No existe un tratamiento específico para la fiebre de Oropouche. Se emplean medidas de soporte y tratamiento sintomático consistente en antitérmicos (paracetamol), ingesta hídrica abundante (para prevenir la deshidratación) y reposo.