Resumen del contenido
Las cefaleas son dolores de cabeza que se pueden localizar en cualquier parte. El 90% de ellas se consideran un fenómeno aislado y se denomina cefaleas primarias. Sin embargo, si aparecen como consecuencia de alguna enfermedad, se denomina cefalea secundaria y pueden ser motivo de consulta neurológico.
Entre las cefaleas primarias, las más frecuentes son la cefalea tensional y las migrañas. También pueden producirse cefaleas en racimos o cefaleas inducidas por frío, ejercicio físico, tos o actividad sexual (sin asociarse a lesiones estructurales).
¿Por qué aparecen las cefaleas?
El mecanismo de producción de la cefalea no se conoce con exactitud. Se conocen mediadores neuronales implicados en la migraña y en la cefalea en racimos y se conocen algunos factores que pueden ser desencadenantes de algunos tipos de cefaleas. Pueden producirse por:
- Cierta predisposición familiar
- Factores desencadenantes (alcohol, menstruación, estrés, ayuno y trastornos del sueño)
- Consumo de ciertos fármacos
Las alteraciones de conducta, la confusión o las convulsiones durante la cefalea hacen pensar en un proceso expansivo cerebral y debe analizarse con especial atención.
Tipos de cefaleas
Cefalea tensional
La cefalea tensional suele ser un dolor por toda la cabeza, opresivo, recurrente, con una duración de hasta una semana pero menos intenso que otros tipos de cefaleas. No afectan a las actividades diarias ni al sueño pero responden mal al tratamiento.
Cefalea en racimos
La cefalea en racimos es la única cefalea que se presenta más frecuentemente en hombres entre los 30 y los 40 años. El alcohol puede desencadenar una crisis.
Son crisis de dolor unilateral muy intenso en la periorbitaria, acompañadas de manifestaciones autonómicas unilaterales como lagrimeo, congestión nasal, edema y sudoración.en la cefalea en racimos, la intensidad del dolor hace que el paciente no pueda permanecer quieto y esté en continuo movimiento. Con tratamiento suelen tener buen pronóstico.
Migrañas
Las migrañas aparecen más frecuentemente en mujeres, con una edad de inicio entre los 10 y los 30 años y se repiten a lo largo del tiempo. Se presentan en forma de dolor pulsátil en la mitad del cráneo junto a síntomas vegetativos como náuseas, vómitos, fotofobia y sonofobia. En la migraña el paciente busca el reposo y la tranquilidad, si puede ser, en un ambiente oscuro
Las migrañas son cefaleas de intensidad elevada como la cefalea en racimos. En ocasiones el paciente experimenta síntomas que preceden a la crisis, llamadas «aura«. Son alteraciones que pueden manifestarse en forma de destellos luminosos, alteraciones del habla, alteraciones de la sensibilidad o motoras.
Cefaleas secundarias
Las cefaleas secundarias pueden tener diferentes causas: fiebre, cervicalgia, problemas dentales, efectos secundarios farmacológicos, problemas oculares, sinusitis hasta tumores cerebrales, hipertensión craneal, meningitis y hemorragia subaracnoidea. La arteritis de Horton también provoca cefalea de forma secundaria.
¿Cómo se diagnostican?
Es imprescindible realizar un interrogatorio completo al paciente ya que el diagnóstico de las cefaleas se hace en base a su sintomatología. Se deben recoger inicialmente los antecedentes familiares y los personales, especialmente el abuso de tóxicos y el uso de fármacos. Se preguntará a cerca de las características de las cefaleas:
- Forma de inicio (brusco o progresivo)
- Duración
- Factores desencadenantes
- Duración e intensidad
- Localización
- Situaciones que la empeoran o mejoran
- Tratamientos utilizados y la respuesta a ellos
- Afectación del estado general
- Cambios en el tipo de cefalea,
- Focalidad neurológica
También debe realizarse una exploración física con examen neurológico completo, incluso se pueden realizar pruebas complementarias como el TAC cerebral y, en casos dudosos, puede ser aconsejada una RMN cerebral.
También se pude solicitar una analítica con determinación de la velocidad de sedimentación (VSG) si se busca descartar una arteritis de la temporal y radiografía de senos paranasales si se sospecha que el desencadenante puede ser sinusitis o afectación de columna cervical.
Identificar si es una cefalea primaria o secundaria
- Si la cefalea es de inicio brusco e intenso hay que descartar una hemorragia subaracnoidea, meningitis o migraña.
- Las cefaleas de larga evolución suelen corresponder a cefaleas tensionales o a migrañas
- Las que despiertan al paciente por la noche son sugestivas de cefalea en racimos, tumores cerebrales o migrañas.
Influye la edad a la que empiezan a manifestarse
- Si aparece en personas mayores de 50 años hay que pensar en artritis de la temporal, tumores o lesiones por aumento de tensión intracraneal.
- En pacientes más jóvenes sugieren una migraña o cefalea tensional por lo general.
La localización también ayuda a clasificar la cefalea
- Si la cefalea aparece por toda la cabeza (holocraneal) se orientará hacia cefalea tensional
- Si el dolor es hemicraneal, hacia una migraña
- Si es periorbitario, hacia una cefalea en racimos
- Si aparece en la zona de la arteria temporal se orientará hacia una arteritis de la temporal.
¿Existe tratamiento?
Como norma general, se deben evitar las combinaciones de fármacos a dosis bajas y los fármacos con codeína y cafeína por la elevada frecuencia de cronificación de la cefalea. Así pues, existe un tratamiento específico para cada cefalea
- Cefalea tensional: Antiinflamatorios no esteroideos combinados con paracetamol. Puede ser indicado un tratamiento preventivo con amitriptilina (si se requiere tratamiento más de 8 días al mes).
- Migraña: en casos leves a moderados el metamizol y los antiinflamatorios no esteroideos(aspirina, naproxeno y diclofenaco). En las crisis graves, uso de antiinflamatorios no esteroideospor vía intramuscular o triptanes (sumatriptán, rizatriptán, zolmitriptán…).
- Cefalea en racimos: triptanes (sumatriptán), oxígeno al 100% durante 15 minutos. Puede iniciarse tratamiento preventivo con verapamilo o prednisona.
- Arteritis de la temporal: corticoides a dosis altas con reducción progresiva.
Los tratamientos deben iniciarse al inicio de las crisis y como recomendación general, el paciente debe situarse en un ambiente oscuro y libre de ruidos.
El tratamiento preventivo se inicia cuando las crisis con muy recurrentes, de intensidad elevada, con un tratamiento ineficaz y con interferencia importante en la vida diaria. Se emplean fármacos como los betabloqueantes (propanolol, nadolol), los antagonistas del calcio (flunaricina, verapamilo), la amitriptilina y el naproxeno (en migrañas menstruales principalmente).
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