Bolas blancas en la garganta: caseum o tonsilolitos
Resumen del contenido
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¿Qué son los tonsilolitos?
Los tonsilolitos son el nombre que reciben las bolitas blancas (a veces amarillentas) que se localizan en las amígdalas o anginas (garganta). Son bolitas más o menos duras y por eso también se llaman piedras en las amígdalas o cálculo amigdalar. Suelen ser únicos y unilaterales, pero no exclusivamente.
Recordemos que las amígdalas son ganglios situados en la parte posterior de la boca, una a cada lado de la garganta, y cuya misión es prevenir las infecciones. Es importante no confundir los tonsilolitos con la amigdalitis. Aunque ambas enfermedades se desarrollan en la misma parte de la boca, no son lo mismo: la amigdalitis es una inflamación de las amígdalas en su intento por controlar una infección vírica o bacteriana. En la amigdalitis hay un aumento del tamaño de las amígdalas y tienen un aspecto rojo; en cambio, los tonsilolitos presentan un aspecto similar al de pequeñitas bolas similares a granos de arroz. Ante todo, remarcamos que los tonsinolitos son un proceso benigno.
Composición
Los tonsilolitos son estructuras calcificadas que se desarrollan en las amígdalas. Están formados por la acumulación de glóbulos blancos muertos, bacterias de la propia boca, mocos, restos de alimentos, células de la boca y saliva. Sobre este acúmulo, y al mantenerse a lo largo del tiempo, se depositan sales minerales (sales cálcicas solas o en combinación con otras sales).
¿Cómo se forman ?
Se piensa que los tonsilolitos se forman sobre la base de esa acumulación en las amígdalas de desechos celulares y restos de alimentos, y que esto se va produciendo durante mucho tiempo. Estos restos favorecerían la proliferación de microorganismos bucales normales en su interior, produciendo cierta inflamación de las amígdalas y formando finalmente bolitas blancas o amarillentas en ellas.
Las enfermedades en las que se produce gran cantidad de moco, éste también puede contribuir a la formación del tonsilolito. Y probablemente en algunos o en muchos casos haya un antecedente de una amigdalitis mal resuelta.
Sobre los desechos celulares, alimenticios, mucosos y bacterianos se crea un ambiente de base (un “nido”) con la deposición gradual de sales, principalmente de calcio.
Prevalencia
Son una entidad que se puede ver con frecuencia en la práctica clínica diaria, pero no dan síntomas y suelen ser un hallazgo casual en una radiografía que hace el dentista. Por eso, es probable que la prevalencia sea mayor en la práctica clínica diaria de lo que nos dicen los estudios.
La frecuencia en la población es muy variable y los datos que tenemos a partir de estudios radiológicos en adultos de diferentes países oscila entre el 6% y el 46%. La prevalencia en países de nuestro entorno: 24’6% en Francia y 16’0% en Noruega. Son más frecuentes en la población anciana y afectan por igual en ambos sexos.
Causas y factores predisponentes
No se conocen las causas de los tonsinolitos, pero sí se sabe que son más frecuentes en las siguientes situaciones:
- Episodios frecuentes de amigdalitis.
- Higiene oral deficiente.
- Tabaquismo
- Sequedad bucal, ya sea por una enfermedad o por el uso de medicamentos que causan sequedad en la boca.
- Amigdalitis
- Rinitis
- Sinusitis
- Amígdalas muy grandes.
Síntomas
Las calcificaciones pequeñas no causan síntomas. Cuando hay síntomas, los principales son el mal aliento (halitosis) o el mal sabor de boca. Otros síntomas son el dolor al tragar, la dificultad para tragar, el dolor de garganta y la sensación de tener algo en la garganta. Y, en algunos casos, puede haber dolor de oído, alteración del gusto, e incluso ronquidos.
Diagnóstico
El diagnóstico en personas con síntomas pasa por la exploración de la garganta, donde se observarán manchas blancas. Si el cálculo es profundo, puede no apreciarse una mancha y presentarse como una amígdala agrandada. Las lesiones suelen ser únicas y unilaterales. Al tocar la amígdala afectada se palpa una masa submucosa dura.
A partir de estos datos hay que pedir las pruebas para confirmar su diagnóstico y descartar otras entidades, como son la radiografía o, mejor, la tomografía axial computerizada (TC), que demuestra una lesión con calcio en la amígdala y descarta otras lesiones como ganglios calcificados.
Diagnóstico diferencial
Hay que diferenciar los tonsilolitos con masas opacas en la radiografía que afectan la rama mandibular y con calcificaciones ganglionares. También hay que descartar las enfermedades granulomatosas crónicas como tuberculosis, sífilis, hongos y actinomicosis, que pueden causar una calcificación y producir una masa dura en la amígdala. Otros diagnósticos diferenciales incluyen: cuerpos extraños, flebolitos, queratosis faríngea, calcificación del ligamento estilohioideo, restos embrionarios y tumores.
Tratamiento
No hay un tratamiento único y cada caso particular puede tratarse de forma diferente, que básicamente dependerá de los síntomas y de la gravedad del caso. Ante la presencia de estos signos y síntomas, es importante consultar al otorrinolaringólogo para que diagnostique el factor que favorece el surgimiento de estas bolitas blancas y oriente el mejor tratamiento.
Los tonsilolitos se manejan de forma expectante, y si son pequeños o son hallazgos casuales no hay que hacer nada. En raras ocasiones, se requiere cirugía. Algunos de estos cálculos pueden expulsarse de forma espontánea, pero si hay síntomas puede ser preciso su extracción quirúrgica. Sin llegar a la cirugía, y en casos de lesiones con poco tiempo de evolución, se pueden intentar tratar con gárgaras o enjuagues. Se hacen enjuagues o gárgaras de agua tibia con sal, unas 2 ó 3 veces al día; también se pueden hacer enjuagues con antisépticos; con ello se pueden aliviar el malestar y el mal aliento.
La cirugía está indicada cuando estas otras medidas no han tenido éxito, cuando hay episodios frecuentes de amigdalitis, cuando la persona siente mucho malestar o cuando tiene mal aliento que no se logra tratar con otras medidas.
En estos casos, la cirugía indicada puede ser la amigdalectomía, que consiste en retirar ambas amígdalas; o bien la extirpación del tonsilolito, en que se abre amígdala con láser y se extirpa el cálculo.
Prevención
La mejor forma de prevenir los tonsilolitos es mediante una correcta higiene de la boca. Esto significa un correcto cepillado después de cada comida, y también al uso de otros complementos como el hilo dental o los cepillos interdentales. Además, es de gran ayuda realizar una dieta alimentaria equilibrada y saludable.
Lo que debes saber…
- Los tonsilolitos son el nombre que reciben las bolitas blancas (a veces amarillentas) que se localizan en las amígdalas o anginas (garganta). Se trata de un proceso benigno.
- Ante la presencia de estos signos y síntomas, es importante consultar al otorrinolaringólogo para que diagnostique el factor que favorece el surgimiento de estas bolitas blancas y oriente el mejor tratamiento.
- Raramente se requiere cirugía. Algunos de estos cálculos pueden expulsarse de forma espontánea, pero si hay síntomas puede precisarse su extracción quirúrgica. Sin llegar a la cirugía, y en lesiones con poco tiempo de evolución, se pueden intentar tratar con gárgaras o enjuagues.
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