Mastoiditis: síntomas, diagnóstico y tratamiento
Resumen del contenido
Licenciada en Medicina y Cirugía, por la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia. Especialista en Reumatología. Doctorado en Psicopatología y Psicología social. Actualmente (desde 2002) es Médico consultor del departamento de Segunda Opinión Médica, en Teladoc Health. Médico colaborador con grupo de Traumatología, especialista en Reumatología, en la Clínica Teknon de Barcelona (desde 2010). Y Médico Colaborador Especialista en Reumatología en el Instituto Poal de Reumatología desde 1990.
La apófisis mastoides es una prominencia localizada en la parte posterior del hueso temporal (hueso del cráneo que contiene, además, parte del conducto auditivo, el oído medio y el oído interno), donde se insertan muchos músculos, entre ellos el esternocleidomastoideo. Está compuesta por unas cavidades o celdas que contienen aire (llamadas celdillas mastoideas porque se parecen a un panal de abeja).
¿Por qué se produce?
La mastoiditis es una infección de la apófisis mastoides, cuya causa más común es una infección del oído medio que se extiende hasta esta zona. Se da con más frecuencia en niños.
Podríamos definirla como una complicación de una infección del oído u otitis media. Por suerte, seguir el calendario de vacunación y el uso de antibióticos favorece que no se produzcan con demasiada frecuencia.
No todas las otitis medias van a acabar provocando una mastoiditis, de ahí que sea muy importante tratar de forma rápida y precoz las infecciones de oído, como la única forma de prevenir una mastoiditis que sería una complicación o prolongación del problema del oído medio.
¿Qué síntomas tiene?
Los síntomas aparecen después de la infección del oído (no tratada o que no ha respondido adecuadamente al tratamiento) y pueden aparecer entre algunos días y algunas semanas después, al ir diseminándose la infección que va destruyendo la parte interna de la apófisis mastoides, donde se va acumulando el pus procedente de esa infección del oído.
En una mastoiditis, el principal síntoma es la aparición de un bulto rojizo y doloroso detrás de la oreja. Se puede acompañar de otros síntomas como:
- Dolor o molestia en el oído de carácter persistente y pulsátil.
- Puede haber secreción de carácter cremoso.
- Fiebre, que puede ser alta o incrementarse súbitamente.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida de la audición.
Diagnóstico
El diagnostico lo realiza un médico basándose principalmente en los síntomas y a veces se precisa un TAC para su confirmación.
En caso de secreción por el oído, se pueden coger muestras de la misma para su análisis y cultivo en laboratorio con el fin de identificar el germen en aquellos casos que no responde adecuadamente al tratamiento. Si no hay secreción, pero se considera necesaria la toma de muestras, se puede hacer con una aguja o realizando una pequeña incisión en el tímpano.
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Tratamiento
El tratamiento se basa en antibióticos, generalmente vía oral y de amplio espectro. Cuando llegue el resultado de cultivo de laboratorio quizás sea necesario hacer algún ajuste del tratamiento si se precisa.
La mastoiditis puede ser difícil de tratar, ya que al estar localizada en una zona profunda es difícil que llegue el medicamento y en ocasiones precisa de tratamientos repetitivos o prolongados.
Si se forma un absceso o la infección se cronifica será necesaria la cirugía para extirpar la zona de hueso infectado, es lo que llamamos mastoidectomía. Otras veces necesitamos drenar el líquido infectado fuera del oído mediante unos tubitos (procedimiento denominado timpanostomía).
Cómo prevenir
La mejor manera de prevenir la mastoiditis es, lógicamente, evitar las otitis. Las recomendaciones más importantes serían:
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Tener una buena ventilación de la casa, fundamentalmente el dormitorio y el salón, que suelen ser las estancias donde pasamos más horas.
- Evitar la exposición al humo de tabaco, ya que facilita los procesos inflamatorios del aparato respiratorio.
- Vacunarse frente al neumococo, ya que puede evitar las otitis causadas por este germen, que es la segunda causa de otitis bacteriana en la infancia.
Una mastoiditis tratada incorrectamente puede provocar sordera, infección de la sangre (sepsis), infección de las membranas que envuelven el cerebro (meningitis), un absceso cerebral e incluso la muerte.
Lo que debes saber…
- Podríamos definir la mastoiditis como una complicación de una infección del oído u otitis media. Por tanto, la mejor manera de evitarla es protegerse de las otitis.
- En una mastoiditis, el principal síntoma es la aparición de un bulto rojizo y doloroso detrás de la oreja. Otros síntomas pueden incluir dolor y/o secreción en el oído, fiebre…
- La mastoiditis puede ser difícil de tratar, ya que al estar localizada en una zona profunda es difícil que llegue el medicamento (antibiótico) y en ocasiones precisa de tratamientos repetitivos o prolongados.
Bibliografía
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