Resumen del contenido
¿Cómo se produce?
Los acúfenos o tinnitus no son una enfermedad en sí mismos, sino un síntoma cuyas causas pueden ser muy diversas, desde las más banales a otras potencialmente graves para la salud de la persona. Las principales etiologías de los acúfenos son:
- I
nfecciones del oído - Tapones de cera
- Líquido en el oído
- Traumatismos acústicos
- Perforación timpánica
- Alergias
- Síndrome de Ménière
- Hipoacusia
- Patología mandibular
- Tumores
- Accidentes vasculares cerebrales
- Traumatismos craneoencefálicos
- Hipertensión arterial
- Arterioesclerosis
- Aneurismas
- Diabetes mellitus
- Alteraciones tiroideas
También existen algunas sustancias que pueden originar acúfenos, como por ejemplo el alcohol, los metales pesados o el monóxido de carbono, o bien fármacos como la aspirina, los antibióticos aminoglicósidos o los derivados de la quinina.
Es normal que los acúfenos aparezcan tras haberse expuesto a ruidos de elevada intensidad y que duren unos minutos. La mayoría de las personas los describen como un pitido, un silbido, un zumbido o un siseo, aunque siempre existe un componente subjetivo que puede hacer que las descripciones sean muy variadas. Los acúfenos afectan por igual tanto a hombres como a mujeres y no hacen distinciones de edad. Pueden ser unilaterales o bilaterales.
¿Qué consecuencias tiene?
Diagnóstico
El diagnóstico de sospecha de los acúfenos se basará evidentemente en la explicación que de ellos hará el paciente. El médico realizará un interrogatorio exhaustivo para intentar averiguar síntomas acompañantes y otras patologías que puedan causarlos. Se llevará a cabo una exploración física completa que incluirá un estudio de la audición y del equilibrio. De ser preciso, el médico solicitará exploraciones complementarias como por ejemplo una audiometría, una tomografía axial computadorizada (TAC), una resonancia magnética nuclear (RMN) o una angiografía.
Tratamiento
El tratamiento definitivo de los acúfenos será el de la causa desencadenante si se logra determinar. Corrigiendo patologías simples como infecciones de oído o tapones de cera, o bien controlando la hipertensión arterial, la perforación timpánica o la patología mandibular, se pueden llegar a erradicar los tinnitus. En caso de no encontrarse la causa, existen medidas físicas que pueden ayudar a controlarlos, como el uso de audífonos o dispositivos que emiten un sonido de baja frecuencia que los enmascara. El tratamiento farmacológico mediante antidepresivos, ansiolíticos o vasodilatadores puede mejorar la situación, pero con resultados desiguales.
Medidas preventivas
Las medidas preventivas consistirán en evitar la exposición al ruido excesivo, usar protectores para el oído en determinadas situaciones, evitar los fármacos potencialmente ototóxicos y acudir cuanto antes al especialista ante la presencia de un tinnitus persistente.