Lesiones y enfermedades que afectan al dedo del pie
Resumen del contenido
Médico cirujana especialista en medicina familiar y comunitaria. Además, es graduada en Psicología y trabaja como médico del Dispositivo de Apoyo en el Distrito Metropolitano de Granada. Compagina su labor profesional con la divulgativa escribiendo artículos médicos.
Lesiones más frecuentes que causan dolor en el dedo del pie
Callosidades (helomas o durícias)
Son una hipertrofia de la capa más superficial de la piel, y generalmente aparecen por mal apoyo o por usar calzados inadecuados.
Deformidades
- Hallus Valgus o dedo en juanete: es una deformidad del dedo en la que la articulación metatarsofalángica del primer dedo se deforma hacia el exterior y el dedo se dirige hacia el segundo dedo. A veces, el primer dedo se monta sobre el segundo.
En las fases iniciales, se puede colocar una ortesis o separador, que mantiene el dedo derecho. En la fase evolucionada, el tratamiento definitivo es el quirúrgico.
- Hallus Rigidus o dedo rígido: el primer dedo se vuelve rígido no participando adecuadamente en la marcha.
- Dedo en martillo: generalmente afecta al segundo dedo del pie. Aparece una deformidad en martillo (dedo semiflexionado sin posibilidad de extensión), con el consiguiente roce de la articulación interfalángica con el interior del calzado, lo que provoca dolor y heridas. Su tratamiento será quirúrgico.
Artritis
Es la inflamación de una articulación. En el primer dedo, a nivel de la articulación entre el metatarso y la primera falange del primer dedo, se pueden depositar cristales de ácido úrico, provocando lo que se conoce como artritis gotosa. El dolor es intenso, puede molestar incluso al rozar con la sábana. La articulación presenta signos inflamatorios evidentes (calor, enrojecimiento e infamación local). Su tratamiento será con antiinflamatorios y con fármacos específicos como la colchicina, en la fase aguda. Para prevenir estas crisis, es fundamental la dieta encaminada a controlar el ácido úrico. En casos de artritis gotosa de repetición, se utilizarán fármacos para controlar los niveles de ácido úrico (como el alopurinol) y disminuir la frecuencia de las crisis.
Uña encarnada
La uña encarnada se produce cuando el borde de la uña se clava en la piel circundante, con lo que se produce una infección local a nivel periungueal. Generalmente se produce por cortar mal las uñas. Las uñas de los dedos de los pies se deben cortar de forma recta (y no redondeada). El tratamiento son los antibióticos, en forma de pomadas, cuando la infección es leve, o por vía oral cuando es una infección más importante. Puede requerir tratamiento quirúrgico en fase evolucionada.
Esguinces o torceduras
Se producen tras movimientos bruscos, en los que los ligamentos o estructuras blandas se inflaman tras distenderse. El tratamiento consiste en aplicar frío local, e inmovilizar unos días mediante sindactilias (se inmoviliza junto el dedo contiguo con esparadrapo de tela o venda cohesiva). Si el dolor y la inflamación es importante, se puede tomar durante unos días un antiinflamatorio.
Fracturas
Ante traumatismos importantes, puede haber una fractura de estructuras óseas (falanges). Los síntomas son el dolor y la impotencia funcional (somos incapaces de realizar una flexión y una extensión del dedo). Pueden aparecer hematomas y se pueden ver deformidades. El tratamiento de la fractura no compleja de una falange del dedo será la inmovilización con sindactilia (forma de vendaje que consiste en la unión del dedo afectado con el sano para favorecer la recuperación). En el caso en el que la fractura se haya desplazado, el tratamiento puede ser quirúrgico u ortopédico (con reducción de la misma).
Luxaciones de las articulaciones interfalángicas
Muy frecuentes al caminar descalzos. Precisan ser reducidas (normalmente bajo anestesia local del dedo) e inmovilización posterior.
¿Por qué es importante elegir un buen calzado?
Muchas de las patologías antes mencionadas pueden estar producidas por el uso continuado de calzados inapropiados. Como norma general, debemos elegir calzados de tamaño adecuado, con una horma que no oprima ninguna parte de nuestros pies. La suela será firme y flexible, y evitaremos el uso de tacones que propician una posición del arco del pie forzada.
Si atendemos a las características particulares del pie, el calzado deberá ser:
En niños
Los pies en crecimiento de los más pequeños requieren especial atención. En bebés que aún no caminan, la misión del calzado es únicamente de abrigo y protección, no la sujeción. En niños de alrededor de un año, cuando empiezan a dar los primeros pasos, se aconsejan calzados que permitan el movimiento de las articulaciones del pie, y que respeten la fisiología y biomecánica del pie. De los 3 a los 7 años, hay que ser especialmente cautelosos pues es cuando madura la marcha, equiparándose a la marcha del adulto, y el calzado debe ser resistente y que sujete, pero sobre todo que mantenga la flexibilidad. Es recomendable comprobar la talla del zapato al final del día, puesto que el pie está más hinchado.
En adultos
Se recomiendan calzados que no opriman los dedos, con suela que amortigüe y de materiales que transpiren. Cuidado con las suelas con cuñas o tacones, pues la posición del pie no es la fisiológica y sufrirán las articulaciones, con el consiguiente dolor.
En deportistas
Es importante utilizar un calzado adecuado al tipo de deporte que se va a realizar. Cada deporte tiene sus características. Es recomendable una valoración por el podólogo, para determinar el tipo de pisada y recomendar el uso de zapatillas pronadoras, neutras o supinadoras. También es importante el tipo de suela utilizada. Para deportes de impacto, como por ejemplo el running, se recomienda utilizar zapatillas con suelas con gel o cámara, que amortigüen el impacto y, así, sufran menos las articulaciones.
Lo que debes saber…
- Muchas son las enfermedades que afectan a esta parte del cuerpo, y es importante que pongamos atención, para prevenir o poner remedio, y volver a restaurar la situación de salud de nuestros pies.
- En el primer dedo, a nivel de la articulación entre el metatarso y la primera falange del primer dedo, se pueden depositar cristales de ácido úrico, provocando lo que se conoce como artritis gotosa.
- Otra afectación de los dedos del pie es la llamada uña encarnada, que se produce cuando el borde de la uña se clava en la piel circundante, con lo que se produce una infección local a nivel periungueal. Generalmente se produce por cortar mal las uñas.
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