Qué es el vértigo

El vértigo es la sensación de estar girando uno o de que se mueva el entorno, es una ilusión de movimiento. Se desencadena o empeora con cambios posturales de la cabeza, por ejemplo, al girarse en la cama o al levantarse o agacharse bruscamente.  Los episodios suelen durar de segundos a minutos; tienden a ser máximos por la mañana y disminuyen a lo largo del día.

Diagnóstico del vértigo

El diagnóstico es habitualmente por los síntomas que explica el paciente, un diagnóstico clínico. Puede acompañarse de náuseas y vómitos.

Si hay pérdida de audición (hipoacusia) y ruidos en los oídos (acúfenos) hay que valorar otros diagnósticos ya que es poco frecuente en el vértigo benigno.

Para una valoración integral del vértigo se aconseja para su estudio una analítica completa y un electrocardiograma para descartar alteraciones del ritmo cardíaco. Si el médico tiene alguna duda del origen del vértigo podrá pedir un TAC o resonancia magnética del sistema nervioso central, del cerebro, según su criterio.

Causas

El origen del VPPB está en el oído interno, donde hay una especie de mini piedras que se llaman otolitos u otoconios que mandan información al cerebro de nuestra posición para que éste actúe en consecuencia.

El VPPB sucede cuando estos otolitos o piedritas se desplazan de su sitio habitual hacia otra zona del oído interno que se llama canales semicirculares. Esto envía mensajes confusos a su cerebro sobre la posición de su cuerpo, lo cual causa vértigo.

El objetivo de las maniobras es desplazar estos otolitos que flotan en el líquido del oído interno, en la endolinfa, a una parte de este donde dejen de causar el vértigo.

Son varias las causas que lo pueden favorecer:

  • Traumatismos cráneo encefálicos, conmoción laberíntica.
  • Infección de oído: otitis media por mucosidad infectada por ejemplo. Las infecciones víricas son de las causas más frecuentes.
  • Cirugía de oído.
  • Anestesia o reposo en cama prolongado.
  • Trastornos vestibulares previos (por ejemplo, enfermedad de Meniere).
  • Oclusión de la arteria vestibular anterior: no llega la suficiente sangre con su correspondiente oxígeno.
  • Sedentarismo con sus contracturas correspondientes por ejemplo después de un reposo en cama prolongado por ejemplo tras estancia en UCI o como convalecencia de algunas enfermedades o cirugías.
  • Edad: aumenta la frecuencia con la edad, en los ancianos pueden provocar lesiones como fracturas por caídas. Su frecuencia aumenta por encima de los 40 años.
  • Fármacos: por ejemplo, las benzodiacepinas como el diazepam, o medicación para quitar el dolor (analgésicos) como el tramadol pueden desencadenar en algunas personas cuadros de vértigo.
  • Factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, hiperlipidemia, diabetes, enfermedad coronaria y obesidad pero en el 50% de los casos no llegamos a saber su causa concreta y hablamos de vértigo idiopático.

Fases de la maniobra de Epley

La maniobra de Epley consta de varias fases, se realiza con ayuda de un médico o sanitario entrenado adecuadamente como un fisioterapeuta. Se aconseja llevar ropa cómoda. El procedimiento podrá repetirse tres o más veces en una sesión de tratamiento.

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Procedimiento

  • El paciente se sienta derecho.
  • Ha de girar la cabeza hacia el lado que está provocando el vértigo 45º.
  • Se tumba al paciente de espaldas manteniendo la cabeza girada colgando por fuera del sofá o camilla. Probablemente sentirá síntomas más intensos de vértigo en ese momento. El paciente permanece en esta posición durante al menos un minuto hasta que el mareo haya remitido por completo.
  • Se mueve lentamente su cabeza al lado opuesto (giro de 90º).
  • Se gira el cuerpo de manera que quede alineado con su cabeza. Quedará acostado con la cabeza y la nariz apuntando hacia abajo. Se permanece en esta postura de 1 a 5 minutos hasta mejoría síntomas.
  • Se sienta al paciente para que permanezca unos 30 segundos o el tiempo necesario en esta última posición.
  • Se recomienda repetir la maniobra un total de tres veces.

Riesgos de la maniobra de Epley

Durante el procedimiento, podemos experimentar:

  • Síntomas intensos de vértigo.
  • Náuseas.
  • Vómitos (menos común).
  • En algunas personas, los otolitos pueden trasladarse a otro canal en el oído interno y seguir provocando vértigo.

Precauciones antes de la maniobra

  • El médico debe conocer su historial médico, enfermedades y tratamientos que realiza.
  • El procedimiento puede no ser una buena elección si recientemente se han tenido problemas del cuello o la columna vertebral o un desprendimiento de retina.
  • En caso de vértigo con síntomas intensos se recomienda medicación para reducirlos antes de realizar la maniobra.
  • Realizar la maniobra de Epley con los ojos cerrados ayudará a la disminución de las náuseas.

Consejos para después de realizar la maniobra de Epley

  • Evitar agacharse desde la cintura durante el resto del día.
  • Una semana después de realizar las maniobras evite dormir sobre el costado que desencadena los síntomas.
  • Evitar la flexo extensión del cuello las siguientes 48 horas. Puede ser de ayuda en este caso un collarín cervical.
  • Para las recaídas, realizar maniobras de provocación en un entorno seguro en las primeras horas del día hará que los síntomas serán mínimos durante el resto de la jornada

Pronóstico

La maniobra de Epley funciona rápidamente en el 80% de los casos, pero aproximadamente la mitad de las veces, el VPPB reaparecerá. Si el vértigo reaparece se puede repetir la maniobra.

Nos pueden enseñar a realizarla en casa, pero siempre es mejor que las primeras veces se realice con un profesional para valorar su tolerancia y efectos secundarios.

Hay medicación para tratar el vértigo, pero no se recomienda realizar el tratamiento de un modo crónico, sin descanso.

 

Lo que debes saber…

  • La maniobra de Epley consiste en una serie de movimientos de la cabeza que se realizan para mejorar los síntomas del vértigo postural benigno.
  • La maniobra consta de varias fases, se realiza con ayuda de un médico o sanitario entrenado adecuadamente como un fisioterapeuta.
  • Esta maniobra funciona rápidamente en el 80% de los casos, pero aproximadamente la mitad de las veces, el VPPB reaparecerá. Si el vértigo reaparece se puede repetir la maniobra.